Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



Memoria oral de García Márquez

Winston Manrique Sabogal

A Gabriel García Márquez no le gusta hablar en público y mucho menos dar discursos. Y cuando lo ha hecho ha sido empujado por las circunstancias o por el cariño a un amigo. Algunas de esas intervenciones son conocidas y otras no tanto por el gran público que ahora podrá acceder a esa memoria oral del Nobel colombiano en el volumen Yo no vengo a decir un discurso, que editará Mondadori el 29 de octubre. El título corresponde a una de las frases que García Márquez pronunció en su primer discurso con 17 años. Como adelanto, Babelia publica hoy en ELPAIS.com la estructura y temas de dicha antología y algunos fragmentos, especialmente del titulado América Latina existe, que la revista cultural del diario publicará completo este sábado 23 de octubre.

Leer más…



Vargas Llosa presenta su nuevo libro, «El sueño del celta»

Madrid,  (dpa) – El escritor peruano Mario Vargas Llosa, recién galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2010, presentó hoy en Madrid su nueva novela, «El sueño del celta».

El libro, de 454 páginas, es un texto histórico centrado en la figura de Roger Casement, un aventurero, diplomático y nacionalista irlandés ejecutado en 1916, y en las denuncias que hizo éste respecto a la explotación del Congo y la Amazonía peruana a comienzos del siglo XX.

Se trata de alguien «que fue muchos personajes a la vez», «con incongruencias y contradicciones en su biografía», dijo Vargas Llosa en la madrileña Casa de América, donde presentó el libro. La «dualidad entre héroe y ser humano corriente es lo que me atrajo», agregó respecto a las inquietudes que lo motivaron a la escritura.

Leer más…



Carlos Fuentes publica novela de vampiros

El escritor mexicano presenta »Vlad», una novela que rompe con el cliché del vampiro bueno, lindo y guapo

Rompiendo con el cliché del vampiro bueno, lindo y guapo, y además romántico, el escritor mexicano Carlos Fuentes dio vida a ‘Vlad’, un vampiro bestial, cruel y milenario que irrumpirá con verdaderas negras intenciones a la Ciudad de México.

Publicada por Alfaguara, la novela de apenas 112 páginas ha empezado a generar expectativa entre los amantes del género, quienes en redes sociales han expresado su sorpresa al encontrar un libro de vampiros escrito por el laureado escritor mexicano, autor de libros como ‘Aura’ o ‘La ciudad más transparente’.

El personaje principal de este relato que promete cautivar a los lectores es ‘Yves Navarro’, un abogado que recibe un misterioso encargo: legalizar las gestiones para que un excéntrico rumano: el ‘Conde Vladimir’, pueda habilitar como su próxima residencia un palacio cercano a una barranca.

‘Navarro’ queda impactado por el aspecto del conde, quien viste de negro, es delgado, alto, de rostro pálido y siempre porta una gafas oscuras, y más que eso cuando se convierte en testigo del precio que tiene la vida eterna.

El tratamiento que Carlos Fuentes ofrece de un personaje tan conocido como el ‘Conde Drácula’, revela el conocimiento que tiene sobre el tema vampírico y la literatura fantástica, para ir más allá y plantearse cuestiones como la conveniencia e inconveniencia de la inmortalidad.

Carlos Fuentes (Ciudad de México, 1928) es considerado como un connotado intelectual y uno de los principales exponentes de la narrativa mexicana, cuenta con una vasta obra literaria que incluye novela, cuento, teatro y ensayo.

Ha recibido numerosos premios, entre ellos, el de Biblioteca Breve, el Xavier Villaurrutia, el Rómulo Gallegos, el Alfonso Reyes, el Nacional de Ciencias y Artes en Linguística y Literatura; el Cervantes, el Príncipe de Asturias y el Internacional Don Quijote de la Mancha.

Articulo tomado de: http://www.informador.com.mx



Margo Glantz, premio FIL Guadalajara 2010- Palabras sencillas- Si hay amor

Margo Glantz

Las palabras sencillas

Siempre tienes culpa, siempre piensas en ello, aun cuando la pases muy bien, en los momentos cul­minantes, está en tu pensamiento esa culpa, esa culpa que podría quizá atenuarse si pudieras explicar, con palabras sencillas y precisas, el motivo que te impulsó a hacerlo.

Quisieras poder hablar con la niña y expli­cárselo, hacerle ver que las cosas no hubieran podido ser de otra forma. Pues no está la falta en tener ce­rrada la boca, sino en no poder abrirla para decir aquello que calmara su rabia y tu vergüenza.

Sabes bien, sin embargo, lo sientes, en el momento mismo en que te dejas montar por él, la culpa permanece pero el gozo crece.

Si hay amor

Sabes, que has tenido de continuo una ternura, un regalo que ni bien es todo sensual ni todo es espi­ritual. Si hay amor, hasta vienen algunas lágrimas, algunas veces parece que las has sacado por fuerza, otras parece que no las puedes resistir.

Sabes que esta comparación que se te ofrece está llena de júbilo y suele presentársete a deshoras ese sentimiento, el de su presencia, un sentimiento que no te deja dudar de que está allí y aunque no lo veas te basta su recuerdo para gozar como si su cuerpo estuviera presente.

Lo miras dentro de tu pecho, es una imagen perfecta. Lo buscas en todo lo corpóreo, en todo lo terrestre, en tu alma encuentras su sustancia, y la ves, sabes que es invisible, pero siempre cor­pórea.

Porque somos carnales, es preciso que nuestro deseo y nuestro amor comiencen por la carne.

—¿No se aumenta así, en proporción desmesu­rada, el gozo?

Tomado de: Margo Glantz, Apariciones, Alfaguara.



De ferias y libros

Eduardo Mendoza

La lectura requiere recogimiento, pero al libro le va la marcha. Una feria es un lugar donde se celebra el libro, al autor y al lector.

No hay pregunta más absurda, ni por cierto más repetida, que la del libro que uno se llevaría a una isla desierta. Es absurda por varios conceptos. Primero, porque se basa en la hipótesis, harto endeble, de que el barco en el que uno viaja dispone de una biblioteca borgiana, y de que al producirse el naufragio uno tendrá tiempo y ganas de decidir y encontrar el libro que desea llevar consigo, y fuerzas para llegar con él a la playa sin que se moje. Salvo que sea tan pesimista que ya lo lleve en el equipaje. Esto desde el punto de vista práctico. Desde el punto de vista de la literatura, el absurdo aún es mayor, porque un solo libro no pinta nada. Es como si a un general le ordenaran presentar batalla con un solo soldado, aunque fuera el más aguerrido. Los libros, como los soldados, funcionan no ya en número, sino a mogollón. Leer significa leer mucho y sobre todo haber leído mucho y variado. Algunos libros rematadamente malos ocupan un lugar importante en la formación y el corazón de cualquier lector. Un libro es una pieza encuadrada en un género, en una literatura, en una época. Y en un circuito comercial, porque el comercio es la argamasa que mantiene unido el edificio social: la comunicación en forma sólida.

Un libro no es un juguete y la lectura no es una diversión. El que uno pueda divertirse leyendo es otro asunto

A la feria hay que ir como quien va al huerto a recoger los frutos de la tierra: algo fatigoso y primordial

Leer más…



Con los oídos abiertos

Eusebio Ruvalcaba

Hermano de elección

1) Cada vez que me topaba a Germán Dehesa, bebíamos whisky.

2) Le desesperaba que en las entrevistas radiofónicas que me hacía yo fuese el lacó­nico por antonomasia. A mi lado, un monje que hubiese hecho el voto del silencio era gran conversador. Pero cuando estábamos en su casa no paraba yo de hablar, desde luego sobre cualquiera de mis tres temas: mujeres, música y vino —y eso era justo lo que él quería transmitir. Y que no logró.

3) Apenas identificaba su voz, ya sabía yo que la conversación habría de girar so­bre Borges. Porque Germán Dehesa era gran, profundo, conocedor de Borges. Lo admiraba por encima de cualquier contin­gencia. Hablamos de él hasta la saciedad. Alguna vez me contó una anécdota: Bor­ges vino a México y él —Germán— estu­vo invitado a una cena en honor al maes­tro; pero cuando llegó al umbral de aquella casa no se atrevió a tocar.

Leer más…



Un lanzamiento literario sin moverse de casa y a solo un ‘click’

RBA lanza ‘Los juegos del hombre’ en la primera presentación ‘on line’ de un libro en España

CAMILO SÁNCHEZ

La presentación de un libro ya no tiene por qué ser una cita reservada para unos pocos periodistas y conocidos. La editorial RBA ha organizado hoy la primera presentación on line de un libro en España. Tres salas para que los ciber asistentes intercambien impresiones sobre distintos aspectos especializados del libro; chats con la editora y la traductora o distintas aplicaciones para personalizar el perfil con imágenes alusivas a la novela en las redes sociales. Estas son algunas de las posibilidades que tendrán los lectores de Sinsajo -la tercera entrega de la saga juvenil Los juegos del hambre– a partir de las 17.20 en la página www.losjuegosdelhambre.com.

Más de 11.000 reproducciones en su canal de Youtube; 700 seguidores en Twiter; 101 semanas seguidas en la lista de más vendidos de The New York Times, son razones suficientes, en palabras de los responsables de la editorial, para escoger este libro de la estadounidense Suzanne Collins (Nueva Jersey, 1963) para el novedoso lanzamiento digital. La página estará disponible únicamente entre las 17.20 y las 20.00 (hora peninsular española). La idea es que todo funcione como una presentación normal: un acto con protocolo de apertura y otro de clausura. Será un espacio donde se encuentre gente interesada en una misma novela y que tengan la posibilidad de comentarla. Éste ha sido uno de los títulos más polémicos de los últimos años dentro del género juvenil por su forma de tratar la violencia, según ha señalado una encargada de la editorial.

Leer más…



Sólo para débiles

Juan Villoro

En su libro Traiciones de la memoria, Héctor Abad Faciolince describe a un verdulero de Mendoza, Argentina, afecto a las frases sugerentes. Hombre sabio y muy dedicado a los tomates, explica así su negativa a hacer ventas a domicilio: “Yo vivo de sus tentaciones, no de sus necesidades”.

La frase resulta perfecta para hablar de la prensa, donde unos viven de la tentación y otros de la necesidad. Es obvio que los diarios requieren de informaciones básicas. La agenda del presidente, la catástrofe de turno, los goles de la liga y el estado del clima son prioridades que no pueden soslayarse. El periodismo de necesidad se ocupa de lo esencial –el resumen del universo en primera plana- y permite que exista el periodismo de antojo, al que nos dedicamos los colegas del verdulero de Mendoza.

¿Por qué leemos un artículo? La razón natural –“biológica”, podríamos decir- es que tenemos hambre de argumentos. La ética de los curas, la aplicación de la ley, los escándalos financieros, los crímenes no resueltos y la conducta de los políticos pertenecen a las cosas que debemos saber. Como el arroz, la sal y el aceite se trata de imprescindibles asuntos cotidianos. Quien solicita comida a domicilio jamás se equivoca en esa clase de pedidos.

Leer más…



¿Has leído un buen libro últimamente?

Alberto Manguel

Todos somos un lector único, en medio de otros que comparten nuestra misteriosa devoción

En el tren, dos muchachas, inmersa cada una en su libro, como si el mundo exterior no existiese, como si cada una se hallase encerrada en la consabida torre de marfil. Inclino la cabeza para alcanzar a leer los títulos. Una está leyendo Pot-Bouille de Zola, la otra Lenta biografía de Sergio Chejfec. La primera suspira, cierra su volumen, y le dice a su compañera: «¡Cuánto me gustaría leer un buen libro!». La segunda cierra a su vez el suyo y pregunta: «El que estás leyendo ¿no es bueno?». «Es bueno, pero no bueno para ¿me entiendes?». Su compañera la mira perpleja. «Para mí», le responde, «todo libro que me gusta es bueno. Los otros los dejo de lado».

Con azoramiento, con regocijo, con gratitud, leemos de pronto en cierto párrafo, en cierta línea, la confesión de nuestros secretos más guardados, de nuestros deseos más ocultos, de nuestras intuiciones más indecibles

Leer más…



Réquiem por un vocho

Les voy a contar la extravagante historia de uno de los primeros Volkswagen sedán que llegaron a México procedentes de Alemania.

Es posible que todo esto ocurriera en 1959, pero si no es así, los lectores son muy libres de enmendar mi desmemoria. Alguna vez ya he contado que, como todo niño mexicano respetable, yo tuve un tío orate.

En mi caso, la cuestión fue doblemente grave porque mi tío estaba loco, pero era muy rico. Nada le gustaba más que comprar autos de lujo, llevarlos a su casa, esperar la llegada del domingo, levantar el cofre del suntuoso auto, echarle mecánica y dejarlo inservible. Yo fungía como su ayudante y aprendí que estos lances terminaban siempre del mismo modo: ¿ves, sobrino?, me decía, estos coches son muy pacota.

Desconozco la etimología de la voz «pacota», pero sé lo que significa. En el caso de mi tío, equivalía a réquiem por un auto. Esto ocurrió muchas veces.

Leer más…