Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



303, de Juan José Luna

Por: Sergio López

303 parece el título apropiado para un libro cuya temática no puede ser completamente abarcada con palabras. Esta obra del escritor Juan José Luna se enfoca primordialmente en las desventuras de la vida cotidiana, maquilladas tenuemente con un poco de excentricidad y fantasía.  

El concepto detrás del libro es algo muy simple que contrasta con lo enigmático que pudiera sonar. Se trata de un compendio de historias cortas cuyos protagonistas, a veces anónimos, son algunos de los inquil303inos de un edificio de tres plantas. Del departamento 101, pasando por el 207 y terminando en el 303, nos enteramos de eventos tragicómicos, escandalosos e increíbles.

Las historias no se entrelazan una con otra, lo cual las hace más misteriosas, pues pareciera que ninguna tiene un inicio ni un final concreto. Como una ráfaga de pensamientos desordenados, los relatos son fugaces y sorpresivos, dejando emociones fuertes y mensajes de melancolía, soledad, insatisfacción, mala suerte o vergüenza.

Sí, todo pareciera indicar que se trata de una lectura de connotaciones negativas, y en cierta medida lo es. Con ocasionales escaparates chusos, 303 se inclina por lo nefasto, al punto en que como lector, puedes dar las gracias al saber que no eres uno de sus personajes. No obstante, esto no vuelve tedioso el libro en lo absoluto, sino todo lo contrario, es prácticamente imposible no querer continuar leyendo una vez que hayas empezado, como si un ávido morbo te posesionara.

Que el inquilino del 107 sufre por tal mujer; que el del 202 atraviesa por una cruda soledad; que el del 203 se siente desdichado al padecer insomnio, y más, muchísimo más.

Así es como se van descubriendo pequeños mundos, pensamientos y soliloquios acompasados por una prosa indetenible.

La influencia de Rulfo es la más notoria en el texto, pero aunque existen pasajes que realmente se parecen al Llano en Llamas o al mismísimo Pedro Páramo, el autor encuentra su propia voz inmersa en la época actual, que ya poco tiene que ver con el México de mediados del siglo XX.

Habrá partes que por su naturaleza confusa, se antojen releer de nuevo, sólo por el ánimo de saber si hemos comprendido totalmente la historia, lo cual es bastante bueno ya que muy pocos libros consiguen ese efecto.

303 tiene originalidad, y además da la impresión de ser honesto; dos de las cosas fundamentales en cualquier novela o historia. Hay una razón en particular por la que lo afirmo, y es que el mismo Juan José Luna ha dicho que al escribir deja que todo salga en bruto desde su inconsciente, y ya posteriormente, pule y da el correcto orden. Pues, así es cada relato, algo tan sincero y real, que quizá por eso adopta un matiz trágico.

Luna, J. (2014) 303. Capítulo Diez. México.



Piedras para un Puente – Laura Muñoz

Por: Sergio López

Laura Muñoz es una joven escritora de Barcelona, quien este año ha publicado su primera novela, titulada Piedras para un Puente.

Radicando en París, Francia, Laura decidió después de mucho, apostar por este texto y dedicarle tiempo completo para que se convirtiera en libro debut.

Laura realizó la presentación de su libro en la ciudad de Salamanca, ciudad donde se desenvuelve su trama.

Aquí comparto el review:

Cambiar al mundo ha sido la máxima ambición de muy pocos hombres. Sin embargo, ¿quién está a la altura de semejante hazaña? ¿Cómo es posible dominar los océanos, cuando a veces un simple vaso de agua basta para ahogarnos?

Pedro Ferrer es un profesor de filosofía que reside en la bella ciudad de Salamanca, España. En sus años de docencia, apenas ha logrado trasc_20150908_133103ender más allá del aula donde imparte clases. Aun así, en su modesto estilo de vida, guarda desde hace tiempo algunas reflexiones profundas sobre el mundo que le rodea.

La dura crisis económica, social y moral que padece su país desde hace años, y que se ha vuelto parte de la cotidianidad de la gente, le terminan por impulsar a escribir un manifiesto donde expone 10 puntos que él considera necesarios para recuperar la felicidad y superar el vacío de indolencia que parece estarse adueñando de la gente.

Armado de una pluma y los filósofos que le han servido de guía, se toma un año sabático y se embarca en este proyecto que paulatinamente se va transformando en una especie de autobiografía. Ferrer recurre no sólo a los juicios morales y lógicos tan propios de su profesión, sino también se vale de sus experiencias y las de sus amigos más cercanos para plantear dilemas y respuestas con las que el lector seguramente se sentirá identificado.

Una de las cosas más llamativas es ver cómo, al externar sus constantes preocupaciones sobre una funesta sociedad, Pedro siempre termina sacando a la luz los problemas con su esposa, Ester. Aquí pareciera que cae en una contradicción, por un lado queriendo cambiar al mundo, pero hundiéndose cada vez más en los baches de un matrimonio desgastado.

Se descubre pues, que a pesar de sus vastos conocimientos y amplio criterio, Pedro carece de la suficiente inteligencia emocional para comprender la crisis por la que él y su mujer están atravesando. Este defecto es una de sus más terribles debilidades y al mismo tiempo un elemento clave que definirá su futuro.

Con un poco de ensayo, narración y novela, la historia adquiere un estilo dinámico que se lee con facilidad. Quizá el único punto bajo sea la falta de riqueza en el lenguaje, ya que se torna por momentos un poco lánguido y simplista. Sin embargo, siendo la primera novela de esta autora, consigue un gran trabajo en el que se percibe su honestidad al invitarnos, sino a cambiar el mundo de un día para otro, a comprender que no merece la pena permanecer inmóviles e indiferentes ante los desafíos que se nos presenten, ni mucho menos resignarnos a nuestras limitaciones y a nuestros más entrañables defectos.



Redescubriendo El abanderado, de Eusebio Ruvalcaba

Por: Sergio López** 

Desde los clásicos a los modernos, el cuento es un acto deleitable que al releerse, provoca nuevas percepciones sobre los detalles, personajes y moralejas.

Eusebio Ruvalcaba, escritor nacido en Guadalajara en 1951, tiene fama de poeta y ensayista, pero como cuentista nos deja algunas enseñanzas que, sin importar cuanto tiempo transcurra, siguen acoplándose a la vida cotidiana de cualquier mexicano promedio.

El abanderado historia publicada en su antología Cuentos pétreos, de 1994, es una exhibición de ello. Una pequeña historia que con gran estilo habla de la devastación moral que padece el mexicano desde muy temprana edad.

Narrando la vida de un niño que ha sido elegido para portar la bandera en un acto patrio en su escuela, Ruvalcaba nos lleva a confrontar la anodina existencia de un mexicano más entre millones; que acude a la escuela, resuelve sus tareas, se mantiene al margen de conflictos y como muchos, sabe que no hay nada bueno en la tierra que lo vio nacer, y sólo espera la oportunidad para abandonarla.

Con una madre común y corriente, y un padre consternado por la guerra de Chiapas entre zapatistas y ejército, el niño es elegido para portar la bandera dado su excelente comportamiento. En su encomienda se le unen otros compañeros de su salón, quienes no tienen ningún talento o aspiración en la vida, más que existir. Todo parece indicar que será un lunes como cualquier otro, excepto que el día del homenaje, el abanderado comete un acto casi involuntario y poco convencional, que si bien podría contener matices patrióticos, es inaceptable para la institución educativa.

Al terminar el cuento, el lector comprenderá el aforismo principal: un mexicano que nunca se salga del molde es siempre el más ejemplar; o mejor aun, ser un mexicano que no contribuya en nada y que sepa permanecer en el anonimato, es una posición demasiado cómoda para darle la espalda.

Lo importante es que la moraleja, tan simple como parece, está cubierta de una gran similitud con nuestra realidad.

A más de 20 años de ser publicado, el cuento sigue transpirando la esencia de una típica escuela pública de nuestro país, llena de típicos estudiantes con un típico comportamiento.

La intención del autor no fue mostrar esta realidad como algo inevitable, a lo que nos debamos de acostumbrar; por el contrario, es una denuncia que por dos décadas ha ido cobrando más fuerza para hacernos reflexionar que un país donde las instituciones educativas no permiten la libertad de pensamiento entre sus estudiantes, está condenado al fracaso.

Este y otros cuentos de Ruvalcaba contienen alegorías parecidas, que valen la pena leerse y releerse.

**Especialista en Promoción de la Lectura