Daisy Bernal Lorenzo
Septiembre 21, 2015
Poza Rica, Ver.
El Ítamo, novela del escritor Iván Uriel Atanacio Medellín, fue comentada en el Centro de Autoacceso de la Universidad Veracruzana por tres académicas reconocidas de la región Poza Rica-Tuxpan de la Universidad Veracruzana: la Dra. Heidi Lizbeth Monroy Carranza (Facultad de Arquitectura), la Dra. Nimbe Eunice Vargas Zaleta y la Mtra. Ángela Susana Vázquez Pérez, moderando el Mtro. Jesús Alberto Martell León, coordinador de la Unidad de Transversalización Académica Intercultural (UTAI), Región Poza Rica-Tuxpan.
Este evento se enmarcó en el décimo aniversario de la UVI como acción vinculatoria entre la UTAI, con la coordinación local con el Programa de Martes de Lectores y Lecturas, y con el Área de Normalización Lingüística de la UVI.
La Dra. Vargas Zaleta resaltó cómo el libro le despertó la curiosidad desde el primer relato adentrándose en todo su contenido según leía. Uno de los personajes que destacó fue “el hacedor de sueños”, un personaje fantástico que promete que si soñamos encontraremos El Ítamo. Ella imaginó a los migrantes en una serie de historias que se van entrelazando, hombres y mujeres que van en busca de la planta que lo cura todo. Es un libro que por una parte guía hacia lo imaginario, pero que es muy real lo que le sucede a sus personajes, y por otra revela la imagen de los pueblos desolados, con niños que se quedan sin sus papás, de aquellos que se van y de aquellos que se quedan. Reconoció que estaba acostumbrada a las lecturas cuadradas, en cambio esta novela no lo es, nos ofrece otro tipo de presentación.
Por su parte, la Dra. Heidi Monroy, destacó con mucho entusiasmo que este libro se convirtió en el tema familiar de fin de semana porque atrajo la atención de todos ellos. Compartió algunas percepciones sobre el libro desde lo espacial. Comentó el libro plantea un debate de la migración como la transgresión de limes, es decir, de los límites pero no como una migración física solamente o como respondiendo a sentidos innatos, a instintos, como incluso se reconoce hoy día el hecho de aludir y defender ciertas rutas de especies como las mariposas, sino que ahora concibe la migración en este siglo XXI, lo cual remite a esa transgresión del limes conceptual, puntualizó. Asimismo, destacó que la obra presenta en gran medida esa introspección que también nos invita a meditarlo, por tanto, el hecho de concebir que no es únicamente concebir un trayecto o viaje, es concebir la migración tal cual porque hoy en día ya no hablamos de inmigración o de emigración sino de transmigración. Por ello se pregunta, ¿hasta qué punto uno se convierte en un lector transmigrante?
Espacialmente esta obra constituye un recorrido porque se mencionan muchos lugares simbólicos; ofrece una geografía del altiplano. Más allá del viaje, aseveró que Iván nos muestra una radiografía donde presenta una fase hermosa de las regiones y también esos lados obscuros, esa parte lacerada del rostro que nos cuesta mucho trabajo reconocer. Concluyó que El Ítamo ofrece un retrato metafórico del mismo México.
Por su parte, la Mtra. Ángela Susana Vázquez miró El Ítamo desde su disciplina, la lectura y la redacción; resaltó la importancia de la escritura y destacó la importancia de trascender en la vida, que a través de la escritura podemos dejar un legado, una herencia. Comenzó con una reflexión afirmando “quienes se atreven hoy a publicar: científicos, literatos, historiadores y humanistas no morirán, porque vivirán para siempre en sus obras”. Describió la estructura del libro tanto exterior como interior y lo reconoció como una obra bien trabajada. Resaltó que “El Ítamo es una obra con vida artificial que existe y vivirá a través de los años y que estará ahí para quien desee conocerla, El Ítamo representa el lugar anhelado, El Ítamo es un libro con vigencia”. Reconoció el talento de Iván Uriel, escritor de origen veracruzano, y su habilidad para transcribir los testimonios de los migrantes, su narrativa testimonial es única en su estilo y forma parte de una nueva generación de escritores veracruzanos, de México y de Latinoamérica. Concluyó diciendo que “se aprecia en El Ítamo un trabajo minucioso donde la prosa da voz a personajes que vuelven sus vidas íntimas en historias de todos, El Ítamo nos muestra la conciencia del autor, su poder de observación y su registro de los detalles, podría incluso compararlo con Carlos Fuentes, momentos, expresiones, gestos de diversos actores en una vida; El Ítamo es un libro que forma parte de la identidad de los pueblos, de nuestro México y también de algunas ciudades como se mencionan en uno de los relatos, de Xalapa, de nuestro estado de Veracruz”.
Por último se hizo notar la participación del escritor, quien señaló que El Ítamo es la segunda entrega de la trilogía “Apología del Encuentro”, un proyecto que nació para hacer un homenaje a las y los migrantes de México, de América Latina y del mundo. Nació con la publicación del libro El Surco (2011) a raíz de que el escritor sintió la necesidad de conectarse con su pasado, con el pasado del niño escritor que en su infancia escribía cuentos para Radio UV. Su interés ahora para escribir sobre la migración es porque su padre migró cuando él estudiaba en la universidad, y él también quiso vivir la experiencia de migrar al sitio donde su padre había trabajado, es ahí donde nació su primera novela en 2011, que nos ofrece testimonios de migrantes en la barraca (lugar donde vivían 300 trabajadores).
El Ítamo es la suma de testimonios del dolor y la esperanza que afloraba en ellos, lo que formó parte de esta novela de ficción. Esta novela es un viaje del testimonio que habita el alma en la interioridad de los personajes.
