Año 16 No. 664 Enero 16 de 2017 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Alumno de Neuroetología realiza estudio experimental sobre la ansiedad

Contenido 19 de 38 del número 664
Abraham Puga con su asesor Juan Francisco Rodríguez

Abraham Puga con su asesor Juan Francisco Rodríguez

 

Claudia Peralta Vázquez

La ausencia hormonal a largo plazo que afecta regularmente a mujeres que padecen menopausia natural o quirúrgica, puede predisponer a este sector a presentar un mayor número de conductas ansiosas y un inadecuado manejo del estrés ante ciertas situaciones, reveló Abraham Puga Olguín, ganador del Premio “Arte, Ciencia, Luz” al mejor trabajo recepcional 2016.

El joven egresado en 2015 de la Maestría en Neuroetología recibió esta distinción por parte de la rectora Sara Ladrón de Guevara el jueves 8 de diciembre de 2016, en acto que tuvo lugar en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).

Entrevistado sobre este logro, destacó la importancia de su trabajo recepcional “Efecto de la ovariectomía a lo largo del tiempo sobre la ansiedad y la expresión de la proteína Fos en el núcleo septal lateral de la rata Wistar”, dirigido por Juan Francisco Rodríguez Landa, investigador del Instituto de Neuroetología.

Subrayó que en la menopausia natural hay una pérdida de la función ovárica que hace que disminuyan las hormonas esteroides, lo cual se relaciona con una mayor incidencia para presentar trastornos de ansiedad y depresión en mujeres vulnerables.

Sin embargo, cuando por condiciones médicas se tienen que extirpar los ovarios con o sin la matriz, también se presenta un estado de menopausia al cual se le ha definido como “menopausia quirúrgica”, donde de igual forma se presentan alteraciones en el estado emocional y afectivo, pero los síntomas son más severos con respecto a los que se observan en la menopausia natural.

Dentro de la investigación se trabajó con un modelo que es la ovariectomía en ratas, que consiste en quitarles los ovarios a estos roedores.

Al realizar el procedimiento, las hormonas disminuyen bruscamente y se producen cambios a largo plazo, tanto fisiológicos como naturales, analogía de lo que experimentan muchas mujeres con menopausia quirúrgica.

Posterior a la cirugía, las ratas tienen también un mayor número de conductas ansiosas que pueden estudiarse a nivel experimental.

En la investigación se observó que conforme pasa el tiempo de ausencia hormonal hay un mayor grado de ansiedad y las ratas afrontan el estrés de una manera inadecuada; es decir, los sujetos experimentales no tienen las herramientas necesarias para afrontar de manera óptima estímulos estresantes, que es lo mismo que pudiera ocurrir en las mujeres con menopausia quirúrgica, explicó.

Cabe destacar que a este proyecto se sumó el estudio de una proteína llamada Fos, que se expresa ante situaciones de estrés. “Pensamos que al presentar un mayor grado de estrés y ansiedad, las ratas expresarían más la proteína, pero al evaluarla no lo hicieron, pues se expresaba en una menor cantidad”.

Desde el punto de vista neurocientífico, la proteína Fos es un indicador molecular de actividad neuronal. Así, un incremento en la expresión de la proteína en una población de neuronas se explica como resultado de un aumento de los estímulos que reciben esas células nerviosas.

Sin embargo, al indagar se dieron cuenta de que el mecanismo es diferente en hembras, y si la hormona no está presente no se puede expresar la proteína en el Núcleo Septal Lateral (ubicado en el lóbulo parietal del cerebro), que tiene un papel muy importante en las conductas adaptativas de afrontamiento al estrés y en la regulación de la ansiedad y la desesperanza.

Por tanto, la conclusión del estudio radica en que la ausencia hormonal sí puede predisponer a los sujetos –a largo plazo– a tener un mayor número de conductas ansiosas y un inadecuado afrontamiento ante el estrés, asociado a la disminución de la proteína Fos.

Abraham Puga Olguín, quien es egresado de la Facultad de Ciencias Químicas, región Orizaba-Córdoba, actualmente continúa el estudio de esta misma línea de investigación dentro del Doctorado en Neuroetología.

Aseveró que es necesario realizar más estudios sobre el tema desde el punto de vista clínico. Muchas veces la población desconoce el porqué de las reacciones inadecuadas por parte de las féminas, cuando en realidad hay un sustrato fisiológico que afecta su comportamiento.

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