- Sueñan las piedras. Alzamiento ocurrido en la ciudad de México, 14, 15 y 16 de septiembre de 1847 y Amanecer. Crónica del inicio de la Revolución Francesa, publicados por Grano de Sal
- Los comentarios fueron hechos por Tomás Granados Salinas, hermano del autor, acompañado por Dora Sánchez Hidalgo y Michael Ducey, investigadores del IIH-S

Se presentaron los libros Sueñan las piedras. Alzamiento ocurrido en la ciudad de México, 14, 15 y 16 de septiembre de 1847 y Amanecer. Crónica del inicio de la Revolución Francesa
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
26/09/2025, Xalapa, Ver.- El Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV) fue sede la presentación de los libros Sueñan las piedras. Alzamiento ocurrido en la ciudad de México, 14, 15 y 16 de septiembre de 1847 y Amanecer. Crónica del inicio de la Revolución Francesa, de Luis Fernando Granados, obras que combinan rigor histórico con un estilo narrativo cercano al periodismo literario.
La actividad fue organizada por la editorial Grano de Sal en colaboración con los programas educativos de Doctorado en Historia y Estudios Regionales, y la Maestría en Estudios de Espacio, Territorio y Paisaje, ambos impartidos por el IIH-S; con la moderación del académico Alfonso Colorado.
Los comentarios fueron hechos por Tomás Granados Salinas, hermano del autor, acompañado por Dora Sánchez Hidalgo y Michael Ducey, investigadores adscritos a dicho Instituto.

El evento se realizó en el auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
Los tres coincidieron en que la obra de Luis Fernando Granado se distingue por su compromiso con la historia desde abajo; su capacidad para interrogar lo dado por sentado; su empeño en tender puentes entre la investigación académica y los lectores, así como la vigencia de su mirada crítica sobre los procesos históricos.
Tomás Granados Salinas remarcó que ambos libros revelan el rigor y la pasión de un historiador comprometido con el oficio. Con respecto a Sueñan las piedras, enfatizó la capacidad del autor para humanizar a los protagonistas anónimos.
“Luis nos recuerda que lo anecdótico y fugaz, lo que parece pequeño, es en realidad la materia de la historia. Nos invita a mirar de nuevo las horas del 16 de septiembre de 1847 y a cuestionar la visión de los enfrentamientos como simples actos espontáneos”.

Tomás Granados dijo que ambos libros revelan el rigor y la pasión de un historiador comprometido con el oficio
De Amanecer señaló: “es un texto que conecta pasado y presente, escrito con la mirada ciudadana de un joven que ya pensaba en la historia como un acto político”.
Al mismo tiempo, reconoció el valor de las ediciones recientes al rescatar materiales gráficos y corregir aspectos técnicos: “Las portadas, los mapas y las ilustraciones no son accesorios; potencian la lectura y devuelven a la obra la riqueza sensorial con la que Luis Fernando concebía la historia”.
Dora Sánchez subrayó que Amanecer es un libro de su juventud con gran frescura narrativa; lo escribió a los 19 años y lo publicó a los 21, en 1989, cuando se conmemoraban los 200 años de la Revolución Francesa.

Dora Sánchez comentó que el contraste entre ambas obras revela la versatilidad de Granados
“Se trata de textos concebidos para la prensa, que muestran la insolencia y audacia de un joven que mezcla géneros y convierte discusiones filosóficas en conversaciones seductoras”.
Sobre Sueñan las piedras, dijo que la nueva edición incorpora mapas y materiales gráficos que permiten dimensionar espacialmente el levantamiento popular de 1847.
El contraste entre ambas obras revela la versatilidad de Granados: “En Amanecer encontramos la voz irreverente de un joven periodista-historiador; en Sueñan las piedras, el rigor analítico de un investigador que ya vislumbraba la relevancia de los espacios urbanos para entender la acción colectiva”.

Michael Ducey recordó la madurez intelectual del autor y su manera de integrar la historia social con el análisis del espacio y del tiempo
Por su parte, Michael Ducey evocó la madurez intelectual del autor y su manera de integrar la historia social con el análisis del espacio y del tiempo. En Sueñan las piedras se advierte una sorprendente sofisticación analítica para ser una tesis de licenciatura, comentó.
“El autor nunca abandonó la cronología ni la geografía, sino que las integró en una historia social centrada en la gente común, en la plebe que defendió la Ciudad de México”.
También compartió su experiencia personal al escuchar a Granados en congresos académicos, donde –dijo– “lograba conmover con relatos novedosos y detallados que revalorizaban a los actores olvidados de la historia. Su obra se distingue por rescatar la perspectiva de los indios laboriosos, los soldados anónimos, las mujeres y los marginados que, al defender su territorio, trastocaron las estructuras del poder establecido”.
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