• La UV aborda la problemática de desapariciones mediante cinco programas de especialización 

David Humberto Torres García, Premio “Arte, Ciencia, Luz” por tesis sobre desaparecidos

Jorge Vázquez Pacheco 

Fotos: César Pisil Ramos y cortesía de David Humberto Torres García 

04/12/2025, Xalapa, Ver.- La desaparición de personas es un fenómeno que se incrementó significativamente en el estado de Veracruz a partir de los años 2006-2007 y, por lo menos desde una década atrás, se ubica de manera permanente entre las entidades con más registros dentro de este contexto, al lado de Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán. Debido a ello, se han formado más colectivos de búsqueda de familiares. 

Lo anterior fue planteado en entrevista por David Humberto Torres García, galardonado con el Premio “Arte, Ciencia, Luz” por su tesis doctoral “Prácticas y materializaciones discursivas de las comunidades político-afectivas de Veracruz: Desaparecidos Orizaba-Córdoba y Colectivos Enlaces Xalapa (2012-2022)”. 

Los grupos buscadores merecen empatía y respaldo, no victimización

En su trabajo recepcional por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), abordó la problemática desde dos corrientes de pensamiento de las ciencias sociales: la teoría de los afectos y las emociones, y el análisis crítico del discurso. Así, entiende a víctimas y colectivos de búsqueda como “comunidades político-afectivas”, donde las emociones impactan la organización y movilización social de estos grupos. 

Al definir las “prácticas y materializaciones discursivas” como las acciones para visibilizar, dignificar la memoria, búsqueda clandestina y trámites burocráticos, les otorga un significado cargado de emociones. 

En una década, el problema ha cobrado en Veracruz dimensiones de verdad alarmantes

Indicó que “el asunto de las desapariciones en Veracruz es profundamente grave”, atribuible a la falta de voluntad política y colusión entre autoridades y grupos criminales. “En el periodo 2012-2015, particularmente en Xalapa y Orizaba, hubo un pico altísimo de desapariciones y con casos documentados de fosas clandestinas como la Barranca de la Aurora, Colinas de Santa Fe (donde se encontraron casi 200 cráneos) y Arbolillo, así como Campo Grande en Orizaba. 

Obstáculos desde la burocracia 

Torres García señaló que no existe voluntad política real para solucionar el problema ya que es tema demasiado incómodo y, por ser de alto costo político, ha sido evidente la intención de desaparecer a los desaparecidos desde el registro nacional. “Los homicidios pueden haber disminuido, pero las desapariciones aumentaron, de lo que se desprende que algunos casos de crímenes podrían haberse clasificado como desapariciones, para maquillar las cifras”. 

Buscar intensamente hasta en los lugares menos imaginados

Continuó: “Los colectivos de búsqueda se mueven por tres sentimientos principales: indignación (por la falta de acceso a la justicia y la verdad), dignificación (frente a la criminalización y estigmatización social de las víctimas y sus familias) y la búsqueda de empatía y condolencia por parte de la sociedad”. 

El involucramiento personal del entrevistado en el tema comenzó como becario investigando la violencia hacia periodistas, pero el evento clave fue el descubrimiento de las fosas de Colinas de Santa Fe, que le impactó profundamente por la presencia de otro lamentable fenómeno, que es la naturalización de la violencia. “No hay quien no haya sufrido esa circunstancia. Mi abuelo paterno, un amigo de secundaria, un tío, así como otros conocidos, están desaparecidos”. 

Las labores de búsqueda se dan por todos los medios al alcance

David Humberto ha colaborado directamente con los colectivos, participa en búsquedas en fosas clandestinas, exhumación de cuerpos y pinta de murales. En Xalapa, acompaña diversas actividades y, al obtener el Premio “Arte, Ciencia, Luz”, decidió compartirlo con los colectivos de Xalapa y Orizaba. 

Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con maestría en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación, realizó el Doctorado en Ciencias Sociales en el IIH-S, titulándose en enero de 2024. 

Enfatizó la importancia de la empatía social, destacó el papel de la UV al abordar esta problemática mediante la apertura de cinco programas de especialización (desde odontología forense hasta acompañamiento psicosocial) y se establece como un observatorio sobre violencia y desaparición de personas. Espera que el Premio “Arte, Ciencia, Luz” sirva para visibilizar el tema y reconocer el trabajo de los colectivos.