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UV participó en diálogo sobre impunidad y violencia

  • Ante la ausencia de personal profesional policiaco y de investigación, se ha recurrido históricamente al ejército en las calles

El panel se transmitió en vivo a través de las redes sociales

Karina de la Paz Reyes Díaz

08/08/18, Xalapa, Ver.- El investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), Alberto Olvera Rivera, sentenció que no podemos funcionar como sociedad si el sistema de justicia no opera.

Lo anterior tuvo lugar durante su participación en la mesa de debate “Impunidad y violencia en Veracruz: ¿La misma cara con la nueva política en México?”, organizada por CONNECTAS, Plataforma Periodística para las Américas y la Agencia Veracruzana de Comunicación y Noticias (AVC), que contó con el apoyo de esta casa de estudios.

Se trató de una sesión más de Diálogos CONNECTAS, cuya sede fue por primera ocasión la entidad veracruzana, concretamente el Auditorio de la Biblioteca “Carlos Fuentes” de esta ciudad capital. En ella participaron Aracely González Saavedra, directora de Equifonía, A.C.; Juan Pablo Nápoles, primer Visitador General de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Veracruz; Jorge Morales Vázquez, secretario Ejecutivo de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, y el investigador de la UV.

En tanto, la salvadoreña Suchit Chávez, coordinadora del área de investigación con datos del portal Plaza Pública de Guatemala, y el colombiano Carlos Eduardo Huertas, director de CONNECTAS, fungieron de moderadores de este panel en formato de conversación, cuyo público fueron –principalmente– periodistas de la región de manera presencial, y ciberaudiencia, toda vez que tuvo transmisión en vivo a través de las redes sociales de CONNECTAS y AVC.

En su página oficial (https://bit.ly/2LPuXYw), la citada plataforma destaca que “Veracruz es una de las zonas más violentas de México y donde más víctimas mortales tiene el periodismo en los últimos años. La impunidad juega como un factor determinante en el ciclo de inseguridad que parece no terminar. Ante la llegada de la izquierda al poder nacional, ¿cómo se vislumbra la salida a la crisis de violencia en México?”, por ello éste fue el tema central de debate de Diálogos CONNECTAS.

Eduardo Huertas cuestionó a Olvera Rivera sobre las propuestas “encaminadas a la pacificación” que ha planteado el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. A lo que el investigador de la UV respondió: “Parte de lo que está ofreciendo López Obrador puede ser considerado uno de los principios nodales de una reforma (de cómo estamos pensando la violencia y la inseguridad), pero indudablemente no es suficiente”.

Recordó que el 50 por ciento de los presos en las cárceles mexicanas no tienen sentencia; en ese sentido, si el pensar en una amnistía involucra a personas ya encarceladas que han pasado más tiempo ahí de lo que ameritaba (tomando en consideración el delito que hipotéticamente cometieron), sería “un paso adelante”.

En el caso de la despenalización de la marihuana, dijo que se trata de una cuestión que se está probando como eficaz en los países donde lo han llevado a cabo; a ello sumó la necesidad de analizar a fondo cómo evitar que se comercie ilegalmente con otras drogas.

“Pero, por otro lado, no podemos funcionar como sociedad si el sistema de justicia no opera. Para ello, el ejército en las calles ha sido un sustituto histórico de la ausencia de personal profesional policiaco y de la ausencia de investigación. De manera que hay que pensar en un programa nacional de profesionalización de la policía. Al decir esto hablo de un lugar común: en México tenemos 10 años hablando de la profesionalización de las policías y se han invertido miles de millones en la hipotética profesionalización. ¿Adónde fue a dar ese dinero?”

Para él, debe haber programas prácticos y efectivos, con vigilancia civil, que realmente conduzcan a la de profesionalización, lo cual incluya un régimen laboral justo. Tal escenario no sólo debe pensarse para las corporaciones policiacas, también para las fiscalías, que igualmente trabajan en condiciones “absolutamente precarias”. De esto, López Obrador “todavía no menciona una palabra”.

El académico también hizo hincapié en que es imprescindible bajar los niveles de violencia cotidiana, particularmente los delitos contra las mujeres, y que haya una cercanía del aparato de justicia con la sociedad.

“El asunto es muy complejo, no admite soluciones fáciles. Tenemos que entrar a un debate que tome en cuenta esta complejidad sistémica. Por ahora escuchamos ocurrencias, algunas buenas ideas, pero no tenemos ningún programa articulado”, opinó.

Para restaurar el tejido social del país, Olvera Rivera habló de la necesidad de tener un concepto como eje: la dignidad con base en el respeto a los derechos humanos, es decir, “que la gente tenga asegurado un piso mínimo de bienestar”.

Aracely González insistió en la importancia de recuperar el sentido de comunidad, “cuidarnos entre nosotros”, y como sociedad civil tener una mirada más crítica; mientras Jorge Morales destacó la opresión en que han vivido los periodistas, misma que si bien se recrudeció en los últimos años, se ha padecido ininterrumpidamente desde hace décadas, como muestra precisó que desde 2005 tienen registro de 24 periodistas asesinados y ocho más desaparecidos en la entidad.

Finalmente, Juan Pablo Nápoles destacó que no se debe naturalizar la violencia, por el contrario, “la sociedad civil es la que tiene que exigir, organizarse”. Para él no sólo se trata de seguir un cambio de régimen, sino que a los nuevos actores políticos les exijamos esa voluntad política para el cambio.