• La nueva administración de Donald Trump ejerce presión a otras naciones mediante los aranceles 

• Busca recuperar la hegemonía de las relaciones comerciales a nivel mundial, planteó Mariana Aparicio, académica de la UNAM 

Mariana Aparicio, académica del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: César Pisil Ramos

01/10/2025, Xalapa, Ver.- La diplomacia económica es un área de la política internacional en la cual, dependiendo de los intereses de una nación con otra, se pueden tomar medidas políticas o económicas buscando a su vez incidir en ambos o en uno de ellos en particular, planteó Mariana Aparicio Ramírez, académica e internacionalista, quien se desempeña como profesora en el Centro de Relaciones Internacionales (CRI) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

La docente fue invitada por el Programa de Estudios de América del Norte (PEAN) de la Universidad Veracruzana (UV) a la Facultad de Economía para impartir la conferencia “Aranceles por aquí, aranceles por allá: La diplomacia económica de Trump 2.0”. 

Existen cientos de instrumentos económicos que utilizan los Estados que se agrupan dentro de rubro de diplomacia económica y pueden servir para modificar políticas en otros países, comentó; por ejemplo, el embargo económico a Cuba por parte de Estados Unidos, que, si bien es de carácter comercial y financiero, busca incidir en un cambio de régimen político en la isla. 

Agregó que esta diplomacia también se relaciona con la capacidad de generar acuerdos y cooperación, como ocurrió hace más de dos décadas con la firma del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte, entre Canadá, Estados Unidos y México.

La ponente señaló que actualmente vivimos en un estado de policrisis de gobernanza a nivel global

“Los aranceles son uno de los instrumentos de la diplomacia económica y pueden tener fines políticos o comerciales, lo importante es preservar la ganancia del Estado”, dijo. 

Aparicio Ramírez reconoció que la diplomacia económica se ejerce porque es posible hacerlo y para ello es fundamental comprender que existe también la dependencia económica y comercial de unas naciones con otras, condición sine qua non para que se puedan aplicar los instrumentos como aranceles comerciales. 

Para lograr los fines establecidos por un país dentro de una negociación, sus criterios económicos “no tienen nada que ver con inversiones, innovación, eficiencia o competitividad, es política solamente”. 

Señaló que actualmente se vive una policrisis de gobernanza económica internacional, es decir, una suma de crisis en diferentes contextos que ha generado una mayor a escala global, con la consolidación comercial de China y países como Rusia e India, mientras Estados Unidos trata de recuperar su lugar hegemónico con la llegada a la presidencia de Donald Trump.

Estudiantes de la Facultad de Economía atendieron a la conferencia auspiciada por el Programa de Estudios de América del Norte de la UV

Asimismo, con la nueva administración norteamericana se ha planteado la salida de Estados Unidos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 

“En política internacional no hay amigos, hay intereses, esto es pragmatismo político”, recalcó la ponente al señalar que la forma de ejercer poder desde esta nueva administración es aplicando los aranceles a países que son socios comerciales.