• Cerca de dos millones realizan esta tarea; el reto que se tiene, como pueblo, es mantener la cultura que hay a su alrededor  

• La gramínea y la milpa son elaboraciones culturales de amplio significado y profundidad, expresaron Eckart Boege Schmidt y Miguel Ángel Escalona Aguilar 

• Los especialistas participaron en conversatorio dentro de las actividades de la FILU 

Eckart Boege Schmidt y Miguel Ángel Escalona Aguilar participaron en el conversatorio “Milpa. Pueblo de maíz; Diversidad y patrimonio biocultural de México”

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos Luis Fernando Fernández

240525-Xalapa, Ver.- Desde hace años se han multiplicado los esfuerzos para reafirmar la importancia del maíz y la milpa, elaboraciones culturales de amplio significado y profundidad, de una vasta riqueza humana, ritual, ambiental, científica, territorial, social, económica, política y literaria, coincidieron en señalar Eckart Boege Schmidt y Miguel Ángel Escalona Aguilar. 

El Investigador jubilado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el académico de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana (UV), respectivamente, participaron en el conversatorio “Milpa. Pueblo de maíz; Diversidad y patrimonio biocultural de México”, basando su charla en el libro del mismo nombre, y que tuvo como marco la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU). 

En el auditorio de la Universidad Veracruzana Intercultural (UV Intercultural), Boege Schmidt dijo que la obra señala el mito de que fuimos hechos de maíz, y la historia demuestra que la continuidad de la existencia fue posible gracias a la milpa; además, agregó, el libro cobró importancia ante la controversia que sostuvieron México y los Estados Unidos por el tema del maíz transgénico, “y que perdimos por diferentes factores”.

onversatorio maíz-2- El libro se usó como referente para las modificaciones de los artículos 4º y 27 de la Constitución

Apuntó que los maíces, y México como centro de origen, se crearon fuera de la idea industrial. Aproximadamente dos millones de campesinos e indígenas siembran aquí el maíz nativo, por lo que el reto que se tiene, como pueblo, es mantener la cultura que hay alrededor del maíz. “Sin maíz no hay país”, resaltó. 

Por su parte Escalona Aguilar expuso que el libro se usó como referente para que hubiese una modificación en los artículos 4º y 27 constitucional, para proteger el maíz nativo y prohibir el cultivo del transgénico en el país; se le reconoce como un elemento de identidad nacional y garantiza su conservación y protección. 

Considera que el actual “es el momento histórico importante frente a los aranceles, frente a la invitación que hace el Gobierno Federal para caminar hacia la autosuficiencia alimentaria, retomar la posibilidad infinita que tenemos de valorar nuestra riqueza no de la alta cocina, sino de la culinaria del diario, que es una expresión clara de lo que es la interacción naturaleza-humanidad, que en México se expresa de muchas formas”.

El auditorio de la UV Intercultural fue sede de la charla

Puntualizó que el libro invita a la acción, “si queremos hacer un país luchemos por nuestro maíz, si queremos que se mantenga esta riqueza, que la gente se mantenga en el campo, tenemos que hacer una sinergia entre la gente de la ciudad que consume y la gente del campo que produce”. 

En el siguiente enlace puede consultarse el programa de actividades de la FILU 2025: www.uv.mx/filu/programa-de-actividades-filu-2025/