- Aunque no existen estadísticas específicas en el entorno universitario, se estima que uno de cada cinco alumnos lo ha sufrido
- Los jóvenes que fueron víctimas pueden presentar secuelas como sintomatología depresiva o pensamientos suicidas

Daniel Reyes Martínez, estudiante del programa educativo de Licenciatura en Psicología de la UV
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
08/05/2025, Xalapa, Ver.- El acoso escolar, comúnmente conocido como bullying, continúa siendo un problema serio en todos los niveles educativos, incluido el universitario, advirtió Daniel Reyes Martínez, estudiante del octavo semestre de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV).
Actualmente, el universitario realiza su servicio social en el Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) de esta casa de estudios y compartió su perspectiva y experiencia profesional respecto a este fenómeno.
Desde un enfoque técnico, señaló que el término bullying debería sustituirse por acoso escolar, para evitar caer en anglicismos innecesarios. Posteriormente, explicó que este fenómeno se define como “una situación en la que un alumno es expuesto constantemente a burlas, agresiones, etcétera, las cuales al final tienen una repercusión negativa”.
Suele caracterizarse por una “diferencia de poder”, donde una persona con mayor fuerza o estatus ejerce control sobre la otra; esta dinámica puede tener consecuencias serias para la salud mental, como trastornos de ansiedad, depresión e incluso estrés postraumático, indicó.
“Es muy importante esto, porque en el caso del ámbito universitario nos damos cuenta que afectará la vida del estudiantado y su formación académica”, subrayó.

Las consecuencias del acoso escolar en los universitarios pueden ser graves, expresó Reyes Martínez
Aunque en México no existen estadísticas oficiales específicas sobre la incidencia de acoso escolar en universidades, se estima que uno de cada cinco alumnos lo sufre o lo ha sufrido. A esto se suman nuevas formas de agresión en entornos digitales, las cuales se agravaron tras la pandemia por COVID-19.
“La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 2022, hace referencia a que no se da solamente en el aula, sino también de manera cibernética. Y estas cifras son incluso mayores a las que se suelen dar en el aula actualmente”, explicó.
Con respecto a las consecuencias del acoso escolar en los universitarios, Daniel Reyes dijo que pueden ser graves, incluso la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha advertido sobre su relación con pensamientos suicidas.
Reyes Martínez comentó que en su práctica profesional ha atendido a pacientes que, aunque ya no sufren acoso, presentan secuelas como “sintomatología depresiva o pensamientos suicidas”.
El Cendhiu ofrece atención psicológica a la comunidad universitaria, donde se emplean modelos como la terapia breve y la terapia cognitivo-conductual, intervenciones que buscan “hacer un análisis funcional de esta conducta” y trabajar aspectos como habilidades sociales y autoestima.
“A lo largo de seis u ocho sesiones trabajamos este tipo de cosas, habilidades sociales, habilidades para la vida; estos esfuerzos se integran también en el programa institucional Saludablemente UV”, afirmó.
Para concluir, Reyes Martínez invitó a los estudiantes a que “si tienen alguna cuestión, algo que les aqueje o relacionado con el acoso escolar, no duden en acudir al Cendhiu”, ofrece atención psicológica de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 horas; las citas pueden solicitarse en línea o directamente en el centro.
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