Profesor de Matemáticas de bolsillo

El desarrollo de software de propósito específico, la tecnología móvil y la necesidad de contar con soluciones oportunas y a la medida de los problemas cotidianos de las personas son los principales motores para el desarrollo de las aplicaciones modernas, tendientes a ser usadas de forma inmediata, portátil y fácilmente.
El software educativo para laptops y computadoras de escritorio sigue siendo útil y novedoso, especialmente cuando se desarrolla un programa innovador que permite a los docentes explicar un tema o a los estudiantes practicarlo en un laboratorio o por su cuenta, sin embargo, la tendencia social y tecnológica pareciera apuntar al desarrollo de soluciones informáticas para dispositivos móviles como tabletas o smartphones los cuales son frecuentemente utilizados en momentos distintos a las sesiones de trabajo en un laboratorio de cómputo.

El uso de los dispositivos móviles ha venido a cubrir un espacio de acceso tecnológico antes desatendido, el cual no solamente es amplio –ya que se refiere al tiempo que el usuario de cómputo está alejado de su computadora– sino que cuenta con propósitos de uso distintos a los que un usuario de computadora tiene.

El usuario de computadora recurre a su equipo de escritorio o a su laptop para sesiones de trabajo medianamente largas; y en principio debe disponer de un tiempo para iniciar –o despertar– al equipo, mientras que el uso de dispositivos móviles no requiere de espera de tiempo de encendido, por lo que sus usos suelen ser orientados hacia las actividades de tránsito, intermedias, de recreación, de satisfacción de dudas, y a consultas espontáneas de información, por mencionar sólo algunos.

Un ejemplo interesante de aplicaciones móviles 1) que pueden ser utilizadas de manera pronta y oportuna; 2) que atienden necesidades puntuales y 3) que interactúan con el mundo real de manera flexible y sencilla; es la aplicación de la cámara de fotografías de los dispositivos móviles, que han permitido la explosión de la generación de fotografías “de bolsillo” desde su popularización en los smartphones.

 

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Pero qué pasaría si utilizáramos la cámara del smartphone como un lector de código de barras o de códigos QR, las posibilidades de la cámara y del dispositivo se incrementan debido a esta nueva orientación. Gracias a la aplicación hay una evolución del dispositivo de una cámara digital a un lector de códigos. Esto aumenta sin duda las posibilidades del usuario y los retos para el desarrollador.

En Microblink llevaron las posibilidades de la cámara del dispositivo móvil hasta un límite por demás interesante. Lo que ellos hicieron fue utilizar, por un lado, la cámara del smartphone como dispositivo de captura de una operación matemática (propia de estudiantes de primaria y secundaria); aplicaron algoritmos de reconocimiento de texto (impreso) e implementaron la funcionalidad para la resolución de la operación que se acaba de capturar y reconocer en el dispositivo (ver nota).

El resultado –que inclusive fue tratado de resolver en el sitcom estadounidense The Big Bang Theory – es una aplicación enfocada para niños de 9 a 14 años –y para sus papás– que permite la captura de una operación matemática mediante la cámara del smartphone, la muestra del resultado; y la presentación de los pasos que se siguieron para resolverla.

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Los desarrolladores dicen, que la aplicación no solamente convierte al dispositivo en una cámara digital portátil sino en un profesor de matemáticas de bolsillo.

 

 

La aplicación PhotoMath para iPhone se puede descargar gratuitamente en appstore

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