Brecha generacional

El capítulo 3 “el salto generacional” del libro Growing up Digital de Tapscott, es un intento de apaciguar los temores – o pánico en torno a los medios – de los adultos (de los 90s) acerca de su pérdida de autoridad en cuanto al uso de la tecnología (digital) recién introducida en su contexto cotidiano y la consabida necesidad de adaptarse a su uso con la celeridad con que los niños (y las niñas) asimilan los métodos e intenciones de la tecnología (dispositivos, ambientes gráficos). El autor atribuye –parcialmente– las (posibles) diferencias de uso de tecnología a los enfoques hacia las interfaces. Dice que los adultos ven a las nuevas tecnologías de la misma manera en que lo hacían con la tecnología que usaban antes, es decir, para ellos la computadora es un dispositivo (opaco) que oculta su funcionamiento y cuyo objetivo es mecánico, uniforme, repetitivo y especializado (a lo que Macluhan llamó dispositivo caliente). Para el adulto el objeto de estudio es la computadora misma y no lo que se puede hacer con ella. Para un niño la computadora es transparente e implica un alto grado de participación e interacción (dispositivo frío). Para el niño la computadora (tabletas, celulares) es transparente, y su atención se centra más bien en los juegos que pueden jugar en ella, los sitios que pueden visitar o las comunicaciones que pueden establecer. La computadora no es el hardware, la computadora es “información, juegos, aplicaciones, servicios, amigos”. Para los niños el centro de atención es otro, el interés es otro, la relación humano-dispositivo, también es otra.

Textos como éste (y el de Prensky) permiten ver la preocupación de finales de siglo pasado por entender a los niños que habiendo nacido rodeados de tecnología verían al mundo de manera diferente, pensarían diferente, serían diferentes. El problema de ambos textos es esa generalización y ese afán de trazar un momento histórico; un antes y un después; un nativo y un inmigrante del mundo digital.

Las maneras en que adultos y niños ven a la tecnología no es maniquea, no es binaria; no es blanca o negra. Las diferencias van más allá de lo generacional.

Una docena de años después de textos de este tipo, creo que ya hemos aprendido que las diferencias entre los usuarios de tecnología digital van más allá de las circunstancias de los momentos en que nacimos. La brecha digital –con o sin este llamado salto generacional– es multifactorial, y las diferencias las podemos atribuir a aspectos de acceso, cognitivos, sociales, culturales o de afinidad, y no solamente a lo generacional.

 

 

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