México posee el 12% de la diversidad terrestre del mundo, que es importante para la autoorganización, autogeneración y la salud del planeta. A pesar de la gran diversidad biológica, cultural y de ecosistemas que nuestro país posee, la situación ambiental actual es problemática, ya que las acciones humanas están contribuyendo con la pérdida de esta diversidad. Si a lo anterior se suma el hecho de que enfrentamos un momento de profunda transformación económica, política, social y cultural, uno de los principales retos de la sociedad es lograr que sus efectos no impacten negativamente sobre la calidad de vida y la riqueza biológica de nuestro país (Challenger y Soberón, 2008; Espinosa et al., 2008; Bridle et al. 2025).
Un enfoque eficaz para analizar los problemas ambientales y capaz de contender con la crisis multidimensional que enfrentamos debe incluir por tanto la perspectiva de la Biología Integrativa, esto es, el estudio de los organismos y su organización bajo un esquema académico de pensamiento integrativo interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario (NAS, 2004; Wake, 2008). Tal perspectiva hace énfasis en la interrelación entre todos los elementos bióticos y socioambientales que constituyen la trama de la vida, incluidos los factores que dan lugar a los problemas sociales, ambientales y de salud, de cualquier sistema. Lo anterior implica fundamentalmente la reorientación del pensamiento científico mediante la aplicación de la teoría de sistemas complejos, la cual puede ser visualizada como instrumento de estudio de las interacciones de uno o varios sistemas, en el que sus propiedades emergentes no pueden ser explicadas por la suma de las características individuales de sus elementos constituyentes; es decir, implica el estudio de sus conductas, dinámicas lineales y no lineales y de las formas en las que sus elementos se organizan (Wolfran, 1988; Kirshbaum, 1998; Miramontes, 1999; Mason, 2008; Meadows, y Wright, 2008; Thurner et al., 2018). Al respecto, es necesario contar con avances tecnológicos y científicos que contribuyan a concebir una perspectiva de la biología que integre las ciencias en un sentido amplio, desde el nivel fisicoquímico y molecular hasta los niveles superiores de organización y sus interacciones con el ambiente natural y social. Si se estudia aplicando una la perspectiva integrativa o de la interdisciplinariedad, será posible formular estrategias (generación, aplicación y difusión del conocimiento) dirigidas a mejorar la calidad de vida de los seres vivos.
El enfoque de los estudios biológicos desde la perspectiva de la Biología Integrativa gana en la actualidad espacios académicos. Tal es el caso de la Academia de Ciencias de Francia, que ha abierto una sección en este ámbito. Sin embargo, son pocos los programas de maestría en el mundo que atienden las problemáticas ambientales desde la perspectiva integral. En México, tanto la Unidad de Irapuato del CINVESTAV como la Universidad Autónoma del Estado de Morelos ofrecen programas de maestría con un enfoque en Biología Integrativa de la Biodiversidad y la Conservación. No obstante, la perspectiva disciplinaria de la biología en estos programas no contempla la formación de profesionistas en áreas del conocimiento distintas. La gravedad de la crisis planetaria en la que vivimos hace necesaria la formación de un mayor número y variedad de profesionistas con nuevos enfoques de estudio, como el de la Biología Integrativa. Por ello, aumentar la oferta de posgrados que contemplen la integralidad se vuelve un reto por parte de las instituciones de educación superior. La ventaja de que ya existan estos programas de posgrado es que permite crear relaciones de trabajo colaborativo con el fin de extender la cobertura temática, geográfica y humana en las líneas de investigación sobre Biología Integrativa.
El Estado de Veracruz ocupa, en el contexto nacional, el tercer lugar respecto a biodiversidad, diversidad cultural y actividades económicas, pero estos ámbitos presentan grandes y graves problemas sociales y ambientales que deben ser atendidos. La Universidad Veracruzana ha trabajado activamente en el diseño e implementación de propuestas para solucionar los problemas que aquejan a la sociedad a través de la generación de conocimiento. Sin embargo, en general estos esfuerzos se han encaminado hacia la resolución de problemas desde ciertas disciplinas de manera aislada, es decir, sin tomar en cuenta que el conocimiento y las problemáticas son complejas y por tanto requieren de la conjunción de diversos saberes y disciplinas. En este sentido, existe el compromiso por parte del personal del Instituto de Investigaciones Biológicas de preparar recursos humanos capaces de identificar, investigar y proponer soluciones a los problemas que tengan que ver con el ambiente y las modificaciones que éste sufre y, más aún, evitar que afecten negativamente la salud de los que lo habitan.
El Núcleo Académico Básico del Programa en Biología Integrativa, con el apoyo de la Red Universitaria de estudios de Opinión, desarrolló una encuesta con el objetivo de recabar la opinión de estudiantes, docentes y sociedad en general, sobre la relevancia de ampliar los programas integrales de posgrado encaminados a la resolución de problemáticas complejas. La encuesta, que fue realizada a través de una plataforma en línea durante el mes de junio del 2017, incluyó 57 usuarios que respondieron a cada una de las interrogantes planteadas. La muestra se conformó tanto con usuarios del sexo femenino como masculino (49% y 51%, respectivamente), entre los 21 y 33 años de edad predominantemente, y residentes en su mayoría de Veracruz, Ciudad de México y Puebla (38%, 12% y 10% respectivamente). Mediante los resultados se observó que el programa planteado es pertinente, ya que el 91% de los encuestados consideró necesario que en nuestra sociedad existan científicos preparados con un enfoque integrador para el análisis y la resolución de problemas socioambientales y de salud; el 52% opinó que los programas que existen en México en la actualidad tienen influencia de intermedia a incipiente en la su resolución; el 75% consideró que ingresar a un posgrado en Biología Integrativa podría darles una mejor oportunidad para insertarse en el mercado laboral. El 69% de los encuestados estuvo interesado en realizar un posgrado interdisciplinario como el de Biología Integrativa, que aborde la evaluación de situaciones socioambientales desde diversos enfoques. Por otra parte, el 31% restante consideró relevante incorporar, en los diferentes sectores productivos (comerciales, industriales y de servicios), gubernamentales y académicos, personal capaz de reconocer los componentes y sus relaciones en el análisis de cualquier problemática, estudiar y medir sus efectos y sinergias, pero sobre todo traducir la información en un lenguaje común y claro para las diferentes disciplinas, con el objeto de encontrar soluciones que procuren el equilibrio entre las diferentes dimensiones y los actores de la temática estudiada.
De manera consecuente, la Maestría en Biología Integrativa se orientó a cubrir la necesidad de formación crítica y creativa en los profesionales del área biológica y de otras disciplinas afines, pero con una visión integral que contribuya al balance del sistema humano-naturaleza. Así, a lo largo de 4 generaciones (2020-2022, 2021-2023, 2022-2024, 2023-2025) hemos buscado que dichos profesionales puedan aplicar conocimientos, habilidades y una nueva pedagogía en pro de la vida y de la salud misma, y como consecuencia, en la conservación del ambiente y la mitigación de las consecuencias del cambio climático. Para ello el programa de Maestría se enmarca en cinco de los Programas Nacionales Estratégicos (PRONACES) de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI): Salud, Sistemas Socio-ecológicos, Soberanía alimentaria, Educación y Energía y Cambio climático que se trabajan dentro de las tres Líneas de Generación y Aplicación del Conocimiento (LGAC 1: Etología, Salud y Bienestar, LGAC 2: Conservación e Interacciones Ecológicas, LGAC 3: Filosofía y Ecopedagogía de la Biología Integrativa), las cuales son también las áreas terminales para los estudiantes que ingresen al posgrado.
Cabe destacar que la mayoría de los programas de posgrado en las universidades de México conciben las líneas de investigación como partes sin interacción. Al respecto, debido a nuestro enfoque integrativo cada vez hemos tenido más presencia en otros estados y ciudades de la república (Puebla, Jalisco, Ciudad de México) y fuera del país (actualmente tenemos dos estudiantes de Colombia).
Así, la propuesta novedosa de la Maestría en Biología Integrativa consiste en que busca generar conocimiento a partir de la complejidad de la vida y sus interacciones. Por ello, aunque existen temáticas o líneas de investigación concretas, se asume que éstas conforman un sistema cuyas partes no sólo están relacionadas, sino que hay retroalimentación entre ellas. Es importante hacer notar que el eje transversal que une a las temáticas de la Maestría en Biología Integrativa es el humano, quien, mediante las interacciones con el ecosistema, influye en aspectos como la salud, ambiente, comportamiento, conservación biológica y aprendizaje.
Finalmente, la estructura del programa de Maestría en Biología Integrativa tiene la finalidad de que los egresados entiendan la perspectiva de la Biología Integrativa como el análisis del estudio humano-ecosistema desde las múltiples interacciones que lo definen. Se espera que con ello puedan seguir profundizando en esta manera de concebir y analizar la realidad a través de su ingreso al Doctorado en Biología Integrativa.
