Solanum betaceum Cav.
Esta especie es nativa de Suramérica pero ampliamente cultivada en los trópicos. En México se cultiva principalmente en los estados del sureste, de 500 a 1500 metros de elevación.
Se caracteriza por ser un arbusto de entre 1.5 y 3 metros de altura aunque se han registro ejemplares de hasta 7 metros. El tallo posee una corteza con lenticelas de color blanco.
Las hojas son simples de forma ovada a lanceolada, base cordada, nervaduras laterales prominentes.
La inflorescencia puede tener hasta 50 flores distribuidas en racimo o panícula, se disponen de manera axilar y posee tricomas simples con forma glandular sobre el perianto; el pedúnculo es deflexo (se curva). Las flores tienen cáliz de color verde; la corola es de color blanco a rosácea con lóbulos triangulares y reflexos; los filamentos son blancos a rosáceos; las anteras son de color amarillo con líneas negruzcas; el estilo carece de distinción con el estigma y es de color blanco a verdoso.
El fruto es una baya de hasta 10 cm de largo con forma ovada a elipsoide, es de color verde cuando inmaduro, rojo oscuro al madurar. Las semillas son pequeñas, aplanadas de color blanco a café.
Esta especie se encuentra comúnmente en cafetales o zonas alteradas como las orillas de caminos. El fruto posee un sabor agridulce que se utiliza para elaborar jugos o aguas frescas.
¡Sigamos conociendo la diversidad florística de México!