Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



Escribir en un mundo loco

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António Lobo Antunes

António Lobo Antunes recibirá el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2008. Su obra explora el inconsciente y las profundidades -a veces malignas- del ser humano. Ningún personaje es demasiado perturbador y ninguna geografía es lejana para este obseso del estilo. «Es necesario vivir para escribir», dice

El lisboeta… y todo lo demás es silencio.

Antonio Lobo Antunez

Es considerado una de las voces más creativas de la literatura contemporánea. Sus experiencias en el campo de la psiquiatría y el haber participado por más de un año en la guerra de Angola como médico militar le han servido de inspiración al escribir sus obras. Es autor de más de una veintena de libros y siempre ha dicho que «escribir es muy difícil y cada vez me resulta más complicado hacerlo». Es el portugués António Lobo Antunes, Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2008, quien al saberse ganador expresó: «Seis premios este año, hasta septiembre, es demasiado. Qué divertido. No se lo digas a esa gente, pero el mundo está loco, yo sólo escribo. Qué raro es todo».

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Contagios de lector a lector

¿Cómo puede desarrollarse en México el hábito de la lectura si los maestros no leen? En vez de lamentarse ante esta situación desoladora, Gabriel Zaid propone una serie de medidas prácticas para propiciar que los docentes lean y enseñen a leer.

Por Gabriel Zaid

El vicio de leer se adquiere por admiración. Admira ver a una persona absorta en el trance de leer: desconectada de la realidad. Y los padres, maestros y otras personas que hablan de sus lecturas con animación despiertan la curiosidad, la emulación, el deseo de viajar silenciosamente por ese mundo aventurado y distinto, el deseo de pertenecer. Así se llega a la imitación, al experimento de leer y a encontrarle el gusto, aunque al principio no guste (como sucede en las primeras experiencias de fumar). Es un gusto adquirido, que se va refinando por exploraciones propias y la conversación con otros lectores. Es una tradición de lector a lector.

Cuando esta tradición se debilita, ¿cómo reanimarla? No partiendo de cero, que es ilusorio, sino reforzando lo que existe. En particular, concentrándose en los vectores del virus (sobre todo los maestros, por su efecto multiplicador) y en los focos de infección (sobre todo la escuela), como hacen los epidemiólogos; aunque, naturalmente, con el propósito contrario: facilitar el contagio.

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Todo Obama

Los dos libros publicados por el candidato demócrata a las elecciones del martes en EE UU poseen una escritura brillante y esclarecedora. Ahí están su ideario político, su estilo conciliador, su empatía por las opiniones ajenas y también un recorrido vital más radical que sus ideas.

Tan difícil como conducir la vida de uno mismo es hacerlo con la propia biografía. En política, es más frecuente tropezar con el político que es víctima de su biografía que lo contrario, una biografía que aparezca como la cuidada construcción de una personalidad bajo cuyo control se desarrolla tanto la escritura sobre su peripecia vital como la propia peripecia vital que le sirve de base. Barack Obama, ese político que combina una oratoria emotiva y cálida con una personalidad fría y tranquila, es de momento un ejemplo de maestría autobiográfica que permite modelar la propia vida como una cuidada narración. Esta circunstancia tiene mayor relevancia en el caso del candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos porque esta elección y este tiempo son los de la utilización de la vida como mensaje político. El mensaje político que funciona en la época posideológica y pospolítica tiene la forma de un relato creíble y funcional que los ciudadanos pueden utilizar como identificador y orientador en sus vidas y en sus comportamientos electorales. El político posmoderno necesita contar con una potente biografía, capaz de sintonizar con las mayorías que deben apoyarle, y a la vez debe saber contar sus ideas políticas a través de relatos, de historias concretas, con rostros, nombres, apellidos y aliento vital.

Barack Obama ha demostrado hasta ahora que está extraordinariamente dotado para la política contemporánea. En primer lugar, porque cuando tenía apenas 33 años y apenas podía intuir que algún día se dedicaría a la política parlamentaria y llegaría a bregar por la presidencia de Estados Unidos, supo escribir una indagación sobre su identidad personal y familiar, dándole la forma de un relato autobiográfico, que se convirtió en un éxito editorial. Más tarde, porque ha sabido poner su propia historia biográfica al servicio de una rápida y brillante carrera política, cuya coronación entraña de nuevo un elemento narrativo potentísimo: si vence será el primer afroamericano que llega a la presidencia de un país en cuya fundación pesaron decisivamente los grandes propietarios rurales esclavistas, libró una guerra civil por causa de la esclavitud y hasta la década de los sesenta mantuvo leyes segregacionistas.

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Cree Bonifaz Nuño en la fe y el honor

La fe es como el honor, hay que tenerla, dice

Por Silvia Isabel Gámez

Ciudad de México (4 de noviembre de 2008).- Tiene en su armario 20 chalecos de colores. Este viernes lleva uno con «manchitas» azules, verdes y blancas. A Rubén Bonifaz Nuño la ceguera no le ha restado porte. Cada año, el poeta suele encargar dos trajes en primavera y dos en invierno, para desquitarse, dice, de cuando no tenía más que un suéter y un pantalón.

Era un muchacho muy pobre. Siempre usé ropa remendada. Y como ya sentía desde entonces el gusto por las mujeres, me daba mucha vergüenza que me vieran así, por eso fue triste mi juventud».

¿Calló muchos amores?

Muchísimos. Como las mujeres nunca me hacían caso, no tenía límites en enamorarme.

Poeta mayor, fundó en 1973 el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, cuya biblioteca lleva su nombre. Para Bonifaz Nuño, la UNAM ha sido, «más que mi casa, mi todo». Como traductor, considera a La Iliada de Homero «la cima» de su trabajo, pero en su nómina de más de 20 autores grecolatinos manifiesta su predilección por el poeta Cayo Valerio Catulo, de quien alaba su descaro y su pasión infinita por una mujer.

¿Fue usted un hombre de grandes pasiones?

Que yo recuerde, sí, pero puro recuerdo. Eso es también vivir.

No, eso de que recordar es vivir no es cierto. Recordar es hacerse tonto un momento nada más.

Tuvo una infancia feliz, rodeado de sus perros, animales que han sido siempre, dice, objeto de su amor. Nació en Córdoba en 1923, debido a que su padre, telegrafista, había sido destinado a esa ciudad, pero desde pequeño creció en el Distrito Federal.

Su primer libro tiene la fecha del 12 de noviembre de 1929, el día en que cumplió seis años: Al Polo Norte, de Emilio Salgari.

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Otorgan Gioconda Belli el Premio Sor Juana 2008

Obtiene la escritora nicaragüense el reconocimiento literario por su novela El infinito en la palma de la mano; entregarán el premio el próximo 3 de diciembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

La escritora nicaragüense Gioconda Belli resultó ganadora del Premio Sor Juana 2008, por su novela «El infinito en la palma de la mano», que narra la expulsión de Adán y Eva del Paraíso.

El premio, dotado con 10 mil dólares, será entregado en próximo 3 de diciembre en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, a realizarse del 29 de noviembre al 7 de diciembre.

Además del monto en efectivo, el galardón da la opción para que la obra ganadora sea traducida al inglés y publicada por la editorial Curbstone Press, con la elaboración crítica por parte de la Editorial de la Universidad Católica de Salta, en Argentina.

El jurado del premio, conformado por Eduardo Antonio Parra, Margarita Valencia y Martha Cerda, consideró que esta obra publicada por editorial Seix Barral, «es gran literatura», por su prosa exquisita, precisa, fluida, rebosante de insinuaciones y resonancias.

Belli, destacó el acta, enfrenta el reto de escribir una historia conocida por todos y hacerlo de manera novedosa e interesante, reafirmando con ello la idea de que las historias son siempre las mismas, y que la literatura crece con la capacidad de los escritores para contarlas de nuevo.

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Sobre la Colección Biblioteca del Universitario

Por Agustín del Moral

I

¿Qué hay en un acto fundacional? ¿Se funda con y por el solo hecho de fundar? ¿Se funda de una vez y para siempre? ¿Qué condiciones debe reunir todo acto fundacional para que, dejando atrás el hecho inaugural en sí, lo que instaura permanezca, deje huella, se convierta en un legado?

En 1957, Sergio Galindo fundó y pasó a dirigir lo que en aquel entonces comenzó siendo el Departamento de Publicaciones y hoy en día es la Dirección General Editorial de la Universidad Veracruzana. Creo que nunca estará por demás traer a la memoria este acto fundacional. Sergio Galindo no sólo fundó; fundó, además, con esa carga de humanidad que anima a las grandes empresas, a las que adquieren carta de naturalidad como instituciones en el mejor y más sano sentido de la palabra, a las que, como en este caso, terminan convertidas en instancias emblemáticas de una institución mayor: nuestra casa de estudios.

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La muñeca triste y otros muertos del 2 de octubre

Por Marina Álamo Bryan

Primera parte de tres

El asombro ante el retrato de la muerte es posiblemente universal. La manera como se congela el fin de una vida tiende a reproducirse de manera casi alquímica en la plata de la fotografía; graba cada detalle, guarda cada arruga y mancha, a veces incluso guarda la verdad de los últimos instantes. Por eso es importante aprender a mirar a los muertos, reconocerles aunque sea con la mirada, evitar replegarnos, aunque nos duela y nos recuerde a la maldad humana, porque el rostro de los muertos siempre es el más sincero y nos enseña mucho más que el de los vivos las más de las veces. Los muertos poseen una calma imprevisible. En ocasiones su rostro refleja el terror de su asesinato, pero resulta más tenebroso cuando esto no es así. La contradicción embebida en su calma se vuelve paradoja atosigante. Eso pasa con la imagen que aquí presento, una que he dado en llamar la muñeca triste.

La imagen post-mortem de la primera víctima oficialmente reconocida después de la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas. Su nombre, Ana María Regina Teuscher Kruger, fue el primero en publicarse en diarios y noticias, incluso reconociéndosele en la esquela conmemorativa que se encuentra hoy en Tlatelolco. Esta imagen fue vista públicamente por primera vez en el mismo año de 1968, en la revista Siempre! Sin embargo, durante los subsecuentes 40 años, la última imagen de esta dama cayó dentro del confuso torbellino de la secrecía. Su muerte misma causó cierto revuelo, se supo su nombre, se supo su injusticia; pero luego todos hicieron de cuenta como si no supieran. Hace seis años se volvió a publicar la imagen, en El Universal, acompañada de otras 11 más, del fotógrafo Manuel Rojas, quien tuvo la astucia de resguardarlas de las manos del poder. Las imágenes se presentaban como un triunfo, como un secreto que por primera vez veía la luz. La sociedad se escandalizó y se sorprendió de nuevo ante la crueldad del 68, omitiendo el hecho de que la imagen incluso apareció en la portada de la primera edición de un libro publicado en 1987. (Ante la inmundicia inherente a las falsedades incluidas en dicha publicación, ni siquiera me quiero dignar a mencionar su nombre, los que lo conocen lo conocerán). El punto es que la muñeca triste no es nueva, lleva gritando su propio nombre por 40 años, pero al parecer hemos elegido ignorarla en más de una ocasión.

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Eres mujer

Por José Emilio García

Pues no sé cómo lidiar contigo.
No sé cómo acercarme a ti;
tiemblo de tan sólo pensarlo.
Voy y me siento esperando
que tú te me acerques
que tú me hables
que tú seas quien tome la iniciativa.
No podría darle más vueltas al asunto.
En mi cabeza lo planeo todo:
los pasos, las palabras, las sonrisas;
en mi ilusa cabeza tenemos un final feliz.
Mas tan pronto me acerco
tu presencia me espanta;
rehusaría tu mirada si pudieras verme.
Tal vez si no fueras tan bonita,
si no te quisiera tan bonita pues,
tan brillante, tan majestuosa y llena de vida.
“¡Miren! ¡Esa es la suya!”, dirían,
y yo estaría tan orgulloso de ti,
pero sobre todo de mí.
Suspiro.
Con el corazón latiendo
como cuando subo las escaleras
bajo la cabeza y te dirijo unas palabras:
«Contexto histórico»
Pero mis palabras parecen fuera de lugar.
«¿Vida del autor?»
Silencio.
«¿Índice?»
No me dices nada y na’más no sé
ni cómo empezar,
no sé cómo acercarme.
Tesis, eres mujer, pues no sé cómo lidiar contigo.
Tal vez si te me quedo viendo fijamente…

Tomado de Literalia



No era su nombre

Por Iván Ballesteros

Cuando vio el cuerpo ensabanado sobre la plancha fingió que un escalofrío la recorría. El grosor y tamaño de aquella masa casaban con la de su hijo. Ella sabía, de ante mano, que no se trataba de él. En el momento que el dependiente levantó la sábana para mostrarle aquel rostro hinchado le sorprendió el increíble parecido. Sí, es Xavier, dijo.

Después de firmar el papeleo correspondiente se pudo llevar, esa misma noche, el cadáver. Por fin podría cumplir su deseo.

Tomado de www.estepais.com



¿Cuándo se muere?

Por Gabriela Solis Casillas

Cuando el fondo dejó de importar para dar paso triunfal a su majestad, la forma: la forma por la forma. Cuando el debate e intercambio de ideas era sustituido por el chisme y el comentario permanente de trivialidades: la vecina por encima de Sartre y la temporada otoño-invierno aplastando a Marx eran síntomas mortíferos. Cuando todo se volvió acerca de la imitación, la copia. ¿La originalidad? Era una pérdida de tiempo, una cualidad inútil. Cuando la vara con la cual se mide pierde las medidas impuestas por la propia individualidad y se vuelve fundamentalmente determinada por los otros, se muere.

Tomado de www.estepais.com