• Académicos de la UAQ, UAM-Cuajimalpa y Clubes Unesco, compartieron experiencias institucionales en conversatorio 

• Coincidieron en que la construcción de la paz requiere diagnósticos, redes de colaboración y acciones horizontales 

Académicos participaron en el conversatorio “La gestión de la paz en las IES y su impacto en la comunidad”

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios

06/10/2025, Xalapa, Ver.- La gestión de la paz en las universidades no debe ser un decreto vertical, sino un proceso horizontal que involucre a toda la comunidad y se traduzca en impacto social, coincidieron académicos participantes en el conversatorio “La gestión de la paz en las IES y su impacto en la comunidad”. 

Lo anterior, como parte de las actividades del IV Encuentro de la Red Nacional para la Paz de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), que tuvo como sede la Universidad Veracruzana (UV). 

En esta mesa participaron Flor Alicia Rodríguez Vázquez, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ); Jesús Octavio Elizondo Martínez, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa (UAM-C); y Enrique Rentería Castro, integrante de Clubes por la paz Compse. 

En su participación, Flor Alicia Rodríguez contó que en la UAQ el tema de cultura de paz se impulsó a partir de una iniciativa institucional que buscó atender conflictos distintos a la violencia de género. 

“La rectora de la Universidad identificó la necesidad de contar con estrategias que ayudaran a gestionar otro tipo de conflictos; fue un feminicidio en la Facultad de Psicología lo que evidenció la urgencia de poner en marcha esta causa”, relató.

Flor Alicia Rodríguez contó que, en la UAQ, la cultura de paz se impulsó a partir de una iniciativa institucional para atender las distintas violencias

Señaló que al inicio enfrentaron resistencia porque “se creía que era una moda y que solo servía para dar foco a la rectora”, pero se logró consolidar un área específica dedicada a la paz, generar convenios con otras universidades y conformar redes de estudiantes, docentes y administrativos. 

En cuanto al impacto comunitario, reconoció que no cuentan aún con indicadores cuantitativos, pero sí con evidencias cualitativas: “Cada vez tenemos un mayor interés de estudiantes y de más programas en sumarse a las redes de paz; de la red de docentes, por ejemplo, nació la Maestría en Cultura de Paz, el primer posgrado de la UAQ en este ámbito”. 

En tanto, Jesús Octavio Elizondo mencionó que, a diferencia de otras instituciones, la UAM carecía de un programa articulado en torno a la paz. “Me di cuenta que, siendo una universidad importante, no teníamos nada específicamente sobre paz en términos institucionales”, comentó. 

Dijo que, a partir del 2019, tras las reformas que incorporaron la cultura de paz a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a la Ley General de Educación, la tarea fue hacer operativo ese mandato, para ello se elaboraron diagnósticos internos y externos.

Jesús Octavio Elizondo dijo que trabajar desde la equidad, la inclusión o la justicia, y ahí también está la construcción de paz

“Analicé documentos de 11 instituciones para ver si mencionaban la paz en sus estatutos, y encontré que en muy pocas había escalado a los órganos superiores. En la UAM, de todo el profesorado, solo tres personas mencionaban la palabra paz en sus temas de interés, lo cual fue desconcertante”. 

A pesar de estas limitaciones, dijo: “lo bonito de trabajar en cultura de paz es que no importa que se nombre o no, porque muchos trabajan desde la equidad, la inclusión o la justicia, y ahí también está la construcción de paz”. 

Por último, Enrique Rentería compartió una visión histórica desde su experiencia en la UNAM, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y los Clubes Unesco en América Latina, y recordó que comenzó a trabajar el tema desde 1992, desde entonces ha trabajado con planteles educativos en torno a la cultura de paz. 

Subrayó que el contexto global marcó el rumbo de estas iniciativas: “Siempre se ha discutido la paz desde la guerra, pero lo importante es reflexionar cómo llevarla a la práctica en las comunidades educativas. Desde los años noventa, la Unesco planteó trabajar la paz desde las familias y las escuelas”.

Enrique Rentería comentó que lo importante es reflexionar cómo llevar la paz a la práctica en las comunidades educativas

Rentería Castro enfatizó la necesidad de vincular a las instituciones con los gobiernos locales: “Si no hay un acercamiento con el gobierno, no se avanza; hoy el gran reto es la educación básica, donde muchos maestros dicen que no pueden intervenir ante conflictos, por eso tenemos que hacer intervenciones más profundas y sostenidas”.