• En evento organizado por la Facultad de Antropología, la Coordinación Universitaria de Observatorios y el Observatorio de Políticas Culturales de esta casa de estudios 

• Luis Carlos Zea, de UNESCO México, dijo que es importante que la sociedad civil participe en la definición de políticas en esta área 

UV reunió a especialistas del sector cultural, académico y de gestión, quienes debatieron sobre los derechos culturales

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios

27/11/2025, Xalapa, Ver.- Con el propósito de identificar prioridades y necesidades en materia de política y derechos culturales para el municipio de Xalapa, la Facultad de Antropología, la Coordinación Universitaria de Observatorios y el Observatorio de Políticas Culturales de la Universidad Veracruzana (UV), realizaron el conversatorio “Observando los derechos culturales”. 

La actividad reunió a especialistas del sector cultural, académico y de gestión, quienes debatieron sobre los derechos culturales, las políticas públicas municipales y el papel de los gestores en estos procesos. 

Estuvieron: Carlos Villaseñor Anaya, consultor internacional en políticas culturales para el desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y especialista en derechos culturales; Antonio Stivalet Pensado, representante de Ciudad Creativa Xalapa; Alejandro Mariano Pérez, director de Realia Instituto Universitario, y Federico Colín Arámbula, docente de la Facultad de Antropología. 

Vía Zoom atendió Luis Carlos Zea Mares, asistente de programas en el Sector de Cultura en las Oficinas de UNESCO México, quien dio la bienvenida a los ponentes y asistentes al evento; reconoció la pertinencia de este y la importancia de que la sociedad civil participe en la definición de políticas culturales. 

Además, señaló que los resultados de estos espacios de diálogo serán integrados en publicaciones y propuestas que la UNESCO elabora, y reiteró que el organismo mantendrá su acompañamiento en los procesos derivados del Observatorio de Políticas Culturales de la UV.

Derechos culturales: contexto y retos
Previo al inicio del conversatorio, Carlos Villaseñor habló sobre la evolución de las políticas culturales, lo cual se dio a partir de la segunda mitad del siglo XX, ya que durante mucho tiempo la visión de lo cultural se redujo a lo patrimonial y lo artístico. 

La caída del Muro de Berlín y la apertura a la diversidad cultural impulsaron la reflexión sobre el derecho humano a participar en la vida cultural, que incluye acceder y aportar a los contenidos simbólicos que dan sentido a la vida social, derecho que está reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y el artículo 4º constitucional, subrayó.

Prioridades en materia de derechos culturales a nivel municipal
La primera pregunta lanzada a los panelistas fue en torno a las prioridades y retos en materia de derechos culturales a nivel municipal, Antonio Stivalet dijo que la designación de Xalapa como Ciudad Creativa de la UNESCO ha permitido impulsar y difundir disciplinas como música, cine, diseño, arte digital o literatura.

Luis Carlos Zea dijo que UNESCO acompañará los procesos derivados del Observatorio de Políticas Culturales de la UV

Subrayó que es fundamental informar a la sociedad que existe el derecho a la protección de la creatividad contemporánea y a toda la cadena de valor que generan las industrias culturales y creativas. 

En tanto, Carlos Villaseñor indicó que en este rubro la principal prioridad municipal debe ser aterrizar la normatividad nacional e internacional en la política pública local, ya que inciden directamente en la preservación del patrimonio mediante reglamentos urbanos, comerciales y de uso de suelo. 

A partir de esto, propuso tres líneas estratégicas: la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial; la circulación y visibilidad de los creadores locales; y el fortalecimiento de las industrias creativas como vías de circulación simbólica. 

Al respecto, Alejandro Mariano afirmó que los ayuntamientos deben transformar su gestión cultural mediante una Dirección de Ciudadanía Cultural, y debe funcionar como árbitro para programar la acción comunitaria, impulsar la organización en asociaciones, y promover estructuras como los presupuestos participativos. Y agregó que cualquier transformación municipal “solamente puede ser cultural”. 

Federico Colín dijo que existe una “desaproximación” al concepto de actividad cultural y durante años no existieron datos o indicadores confiables; añadió que desde el Observatorio de Políticas Culturales se han generado indicadores en 33 municipios, revelando desarticulación institucional y vacíos. 

Propuso una política transversal que integre a la UV, la Secretaría de Cultura estatal, centros comunitarios y gobierno municipal, con énfasis en la apropiación ciudadana y en la producción de datos verificables.

Papel de los gestores culturales
La segunda pregunta fue encaminada hacia el papel de los gestores culturales en el desarrollo de políticas y el ejercicio de los derechos en este tema.

Antonio Stivalet, Carlos Villaseñor, Alejandro Mariano y Federico Colín, ponentes participantes en el conversatorio

Antonio Stivalet indicó que los gestores culturales deben fungir como agentes de cambio, pues cuentan con formación que les permite comprender las cadenas de valor de la cultura y actuar como enlaces entre comunidades creativas y autoridades. 

Además, ayudan a interpretar el valor del producto cultural —que no es una mercancía— y resaltó la importancia del periodismo cultural como aliado en la documentación y divulgación. 

Carlos Villaseñor comentó que los gestores culturales construyen narrativas compartidas que permiten a la sociedad colaborar hacia proyectos comunes; su función radica en articular herramientas, diagnósticos y procesos que generan confianza y cohesión social, del mismo modo en que proyectos históricos culturales han moldeado identidades colectivas. 

Alejandro Mariano afirmó que Xalapa requiere gestores culturales que distribuyan, medien y formen públicos, ya que no existen oficinas que promuevan a los artistas ni equipos que trabajen la descentralización cultural. 

Insistió en que la ciudad necesita infraestructura cultural en distintas zonas, mediadores con el patrimonio y profesionales que colaboren sin barreras ideológicas para fortalecer la ciudadanía cultural. 

Por último, Federico Colín explicó que las definiciones rígidas de “gestor cultural” dejan fuera al trabajo comunitario, lo que genera divisiones, celos y falta de coordinación, por lo que es fundamental reconocer estas prácticas, generar confianza y reciprocidad, así como fortalecer la divulgación para que las comunidades participen plenamente en la vida cultural local.