• Esta herramienta es utilizada para crear imágenes, videos, audios y textos 

• Alberto Ramírez Martinell reflexionó sobre su uso en contextos educativos 

Alberto Ramírez Martinell pidió usar la IAGen para trabajar mejor y no para dejar de hacerlo

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Luis Fernando Fernández y cortesía Alberto Ramírez

02/05/2025, Xalapa, Ver.- El investigador de la Universidad Veracruzana (UV), Alberto Ramírez Martinell, recomienda que las personas que usan la inteligencia artificial generativa (IAGen) con el ChatGPT, Gemini, Google Cloud, Perplexity u otros modelos grandes de lenguaje, lo hagan como un compañero cognitivo, asesor o experto que va con ellos, y no utilizarlo como entidad que hace las cosas, escribe o redacta tareas. 

El experto en tecnología educativa, adscrito al Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior (CIIES), fue conferencista en el II Foro Internacional de IA en el Aprendizaje de Lenguas (FIIAALE 2025), organizado por la Facultad de Idiomas, en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades. 

En su exposición titulada “Pensamiento híbrido, IA Generativa y educación”, Ramírez Martinell hizo una reflexión para recuperar tres autores teóricos; uno de ellos fue el especialista en computación John von Neumann, quien en su libro póstumo publicado en 1957, The computer and the brain, sugiere que las computadoras podrían imitar al cerebro; Lev Vygotsky, quien consideraba que el desarrollo de los seres humanos se da mediante la interacción social y a partir de la interiorización de instrumentos culturales como el lenguaje.

El Salón Azul de Humanidades fue sede del II Foro Internacional de IA en el Aprendizaje de Lenguas

El tercero fue Noam Chomsky, quien abordó el tema de la palabra; mencionaba que con palabras e imágenes interpretamos y damos sentido a lo que pensamos, para interactuar con la tecnología digital usamos una interpretación del lenguaje. 

Con estos tres autores, el investigador planteó como propuesta que la comunicación, reflexión y socialización hacen una buena interacción de las personas con la IAGen, que en su opinión es una innovación sin precedentes en la historia de la computación cercana a las y los usuarios. 

Dijo que con esto las personas pueden crear imágenes, videos, audios y textos; sin embargo, destacó que también podría representar un problema para la educación superior, “porque la generación de texto en un sistema educativo que es textocéntrico podría representar una amenaza para el aprendizaje”.

El cerebro, la memoria y las forma de hacer ciertas conexiones y sinapsis son importantes para detonar el lenguaje

Por ello, sugirió utilizar la IAGen “para hacer las cosas que uno hace, pero de manera mejor, más asistida, más profunda, más rápida, y no que lo hagan por nosotros”. 

Asimismo, mencionó que desde que se usa la computadora de manera cotidiana para escribir textos, la forma de relacionarse con ese texto ha cambiado; detalló que ante la hoja de papel se es escritor, pero cuando se escribe frente al Word, Pages o Write, con Arial, Verdana, Helvética, a 11, 12, 14 o más puntos, se asumen atribuciones de escritor y editor, lo que no se hace solo ante el papel. 

Lo anterior es sólo un ejemplo de cómo la computadora reubica o posiciona de manera distinta ante una misma situación o acción, cambia la forma de cómo nos relacionamos con las tareas.

Existen nuevas formas de pensar la educación

Para concluir su participación, Alberto Ramírez Martinell invitó a sus escuchas a trascender la impostura, “entendida esta como ser el impostor”, que la IAGen la usen de manera crítica y no se acrediten una tarea o algún texto cuando en realidad no es así, y aclaren en cada trabajo la forma en cómo lo elaboraron.