Ciencia

Pandemia incrementó consumo de sustancias psicoactivas

  • María Elena Medina Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, ofreció conferencia en la UV 
  • Se creía que el aislamiento disminuiría la compra de drogas, sin embargo, provocó incremento en el consumo 

 

María Elena Medina Mora, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, presentó la conferencia “Salud mental y discapacidad psicosocial”

 

Redacción Universo 

25/10/2023, Poza Rica, Ver.- María Elena Medina Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que durante la pandemia del COVID-19 se incrementó el consumo de drogas entre los jóvenes, debido al cierre de lugares de distribución y a que las entregas se hacían directamente en los domicilios. 

Maestra emérita por El Colegio de México, Mora Icaza dictó la conferencia magistral “Salud mental y discapacidad psicosocial (ansiedad, depresión y problemas por consumo de SPA)”, en el Foro Internacional de Inclusión y Educación Superior (FIIES) 2023, organizado por el Programa Universitario de Educación Inclusiva (PUEI) de la UV en el campus Poza Rica. 

Destacó que la pandemia generó una crisis entre los jóvenes de entre 15 a 19 años de edad. Antes del COVID-19 se sabía que la población entre 12 y 17 años tenía mayor prevalencia de problemas de ansiedad y conducta disyuntiva, pero el aumento en el uso de drogas se dio como una estrategia de mercado debido a que las mujeres en este último rango de edad consumían mayor cantidad de sustancias adictivas que los varones. 

Medina Mora Icaza dijo que en la etapa universitaria, los jóvenes que han abandonado sus estudios tienen los índices más altos de problemas de ansiedad.

 

La prevalencia de trastornos mentales entre los jóvenes se ha incrementado

 

Un estudio presentado este año por la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que en primer lugar está el consumo de drogas, seguido por el intento de suicidio, lo que llevó a las personas a la búsqueda de apoyo psicológico derivado de la falta de herramientas para afrontar las problemáticas laborales, familiares, escolares, y que no iban de la mano con un trastorno, sino con la búsqueda de un bienestar emocional. 

Este año el Programa de Encuestas Mundiales de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aplicó encuestas a 156 mil 331 personas de 29 países, 12 de nivel bajo de desarrollo y 17 de alto nivel. México registró el 19.5% de personas que estuvieron en tratamiento, con una persistencia promedio de 65%, lo cual lo coloca en el lugar número 23 a nivel global. 

En cuanto al inicio de la enfermedad mental, en los hombres es a los 19 años y en las mujeres a los 20, aproximadamente; las personas que padecen una enfermedad mental muestran el daño alrededor de los 75 años. 

Otro de los datos es que en el caso de los hombres el uso de sustancias comienza entre los 15 y 25 años. 

Medina Mora Icaza señaló que, de 2004 a 2022, se ha tenido un crecimiento importante en el consumo de metanfetaminas, cristal, cannabis, tabaco, alcohol y cocaína, aunque a partir de 2017 la heroína ya estaba en todos los estados del país, en este caso la mayoría de las personas argumentaban que estas sustancias les hacían más funcionales. 

 

Su conferencia se dio en el Foro Internacional de Inclusión en Educación Superior 2023 de la UV

 

Ante esta situación, explicó, se elaboró un estudio usando tiras con residuos de drogas para identificar las sustancias en las jeringas y pequeñas piezas que dejaban; se encontró que el 100% de las muestras con metanfetaminas tenían fentanilo, el 92% contenían residuos de polvo blanco puro, lo que corroboró que sí había estas sustancias mezcladas en las drogas. 

Manifestó que los estudiantes son una población vulnerable, ya que en 2019 se observó el crecimiento de dosis de fentanilo y cristal, así como el aumento de muertes por VIH. 

María Elena Medina destacó que es muy importante concientizar a los universitarios, hablarles sobre las dificultades que enfrentan las personas que consumen sustancias adictivas. En este sentido, comentó que hace falta un mayor trabajo por parte de las instituciones de educación superior, porque en el sector salud es muy poca la atención hacia esta problemática. 

Por último, mencionó que los trastornos son considerados una discapacidad, por ello se deben salvaguardar los derechos de los universitarios, considerando las condiciones del trastorno y el tratamiento como tal para generar las adecuaciones que permitan al estudiante avanzar en su trayectoria.