- Santiago Pérez Garci y Luis Josué Martínez Rodríguez abordaron el tema en una conferencia que se realizó en la sala didáctica de Tlaqná, Centro Cultural
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Omar Portilla Palacios
22/06/2023, Xalapa, Ver.- Luis Josué Martínez Rodríguez, catedrático de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV), y Santiago Pérez Garci, coordinador de la Galería “Ramón Alva de la Canal”, coincidieron en que la leyenda de Tristán e Isolda se encuentra inscrita en un contexto medieval, donde surgieron las imágenes populares generadoras de las referencias visuales de esta historia, reflejadas en el siglo XIX.
Los expertos participaron en el conversatorio “Tristán e Isolda en las lecturas clásicas para niños (1924), II. Las imágenes”, que se realizó en la sala didáctica de Tlaqná, Centro Cultural, y fue organizada por la Dirección General de Difusión Cultural (DGDC).
Josué Martínez explicó que el relato de Tristán e Isolda se resume en un amor prohibido en el cual, a la manera de muchas leyendas caballerescas, la pareja principal prefiere la muerte a fin de dar continuidad a su relación en el más allá.
“Ambos personajes construyen un romance idealizado en el siglo XIX, en donde lo espiritual se sobrepone a la razón, y la pasión a la ciencia”, mencionó.
El académico puntualizó que algunas pinturas de Tristán e Isolda anteceden a la ópera de Richard Wagner popularizada en 1865, lo cual indica que esta leyenda ya circulaba entre los artistas europeos de la época.
“La historia refleja un amor idílico más allá de las aventuras caballerescas, y su peso decanta la narración”, aseguró.
Santiago Pérez explicó que el simbolismo –movimiento artístico y literario del siglo XIX originado en Francia y Bélgica, en el que surgieron algunas de las pinturas de Tristán e Isolda– tuvo repercusión en México durante el gobierno de Porfirio Díaz Mori.
“En esa época el país estaba influenciado por la cultura parisina contemporánea, e incluso Díaz becó a artistas nacionales para que estudiaran en Europa y asimilaran el arte moderno”, comentó.
Compartió que apoyados por el gobernador Teodoro Dehesa, muchos veracruzanos fueron beneficiados y acudieron a formarse en distintos países europeos.
“La influencia del simbolismo duró hasta años posteriores a la Revolución, y el litógrafo Roberto Montenegro fue impulsor de la conexión entre la pintura mexicana y este movimiento”, manifestó.
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