- Artemio Aureliano Aguilar Vidals labora desde 1985 en el mantenimiento y cuidado del rancho La Bandera de la Facultad de Ciencias Agrícolas
- La Universidad le brinda todas las prestaciones de ley; desconocidas para la mayoría de los trabajadores de la región
Texto y fotos: Carlos Hugo Hermida Rosales
08/04/2022, Xalapa, Ver.- Artemio Aureliano Aguilar Vidals, de 81 años de edad, de los cuales 37 han estado al servicio de la Universidad Veracruzana (UV), específicamente de las tierras que conforman el rancho La Bandera, adscrito a la Facultad de Ciencias Agrícolas, ubicado a 54 kilómetros de Xalapa, en el municipio de Actopan.
En estas casi cuatro décadas, Artemio Aureliano comienza su labor al salir sol; le acompañan sus tres perros mestizos, con los que recorre los linderos de la propiedad. Corta hierba de los senderos que atraviesan los distintos cultivos que están a cargo de alumnos y docentes de la entidad académica citada.
El resto del día lo ocupa en arar la tierra con un tractor, habilitar los canales de riego, fumigar las malezas y limpiar las regaderas agrícolas, entre otras tareas en las que es ayudado por su nieto.
También sirve de guía a los estudiantes de Ingeniería en Agronomía que visitan el sitio, y les apoya en las actividades para sus prácticas de campo.
Relató que nació en la comunidad de Petlalcingo, en Puebla, pero llegó a vivir a principios de la década de 1960 a El Diamante, localidad ubicada a cinco kilómetros de La Bandera; en esa época estaba rodeada por arrozales y no superaba los 50 habitantes.
Su trabajo en el rancho de la UV inició en 1984, dos años antes de que la casa de estudios tomara posesión del mismo.
Aunque el anterior dueño le ofreció trasladarlo y emplearlo en otra de sus propiedades, el prefirió quedarse, debido a que ya conocía el lugar y se encontraba familiarizado con sus labores.
Al principio, el rancho no tenía el canal de riego que actualmente lo atraviesa, y el agua para regar los cultivos se transportaba en cántaros; el terreno estaba salpicado de piedras, que poco a poco fueron retiradas por estudiantes y maestros de Ingeniería en Agronomía, durante sus visitas.
Tampoco contaba con energía eléctrica, por lo que todas las actividades debían concluir antes de la puesta de sol.
Artemio Aguilar manifestó estar muy agradecido por ser empleado de la UV, institución que mejoró su calidad de vida al brindarle prestaciones desconocidas para la mayoría de los trabajadores de la región.
Destacó que le han remodelado la casa que habita en La Bandera, que ahora tiene techo de concreto que le protege del clima extremo de la zona.
Por su antigüedad dentro de este lugar es ampliamente conocido por los catedráticos de la Facultad de Ciencias Agrícolas, y por muchas generaciones de egresados con los que trabajó en sus prácticas.
Mientras observa con añoranza unos árboles de mango que plantó tres décadas atrás y que hoy superan la docena de metros de altura, comenta que debido a su edad –81 años– se encuentra en trámites de jubilación, ya que desea retirarse y pasar tiempo con su esposa en su casa ubicada en El Diamante.
“Quiero descansar en esta etapa de mi vida, aunque es probable que me aburra y regrese algunos días a ayudar a quien ocupe mi puesto y a recorrer el campo, porque me encanta hacerlo”, concluyó.
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