Ciencia

Investigación UV revalora el potencial de la alimentación tradicional

  • El proyecto “Resignificación alimentaria para la seguridad nutricional” es desarrollado por Yuribia Velázquez, investigadora del Instituto de Antropología 
  • Recibirá financiamiento al ser seleccionada en la Convocatoria de Investigación Humanística 2025 de la Secihti 
  • Cuenta con la participación de especialistas en nutrición, biología y antropología social de esta casa de estudios, También de investigadoras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) 

 

Yuribia Velázquez, investigadora adscrita al Instituto de Antropología de la UV

 

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios y cortesía Yuribia Velázquez 

05/09/2025, Xalapa, Ver.- El proyecto “Resignificación alimentaria para la seguridad nutricional”, desarrollado por Yuribia Velázquez Galindo, investigadora de la Universidad Veracruzana (UV), tiene como propósito revalorar el potencial de la alimentación tradicional para reconocerla como nutritiva, saludable y culturalmente adecuada, con capacidad para enfrentar el consumo de productos ultraprocesados que genera nuevas formas de hambre, sobre todo en poblaciones históricamente marginadas. 

La investigación obtuvo financiamiento al ser seleccionada en la Convocatoria de Investigación Humanística 2025, impulsada por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti). 

“Lo que buscamos es transformar la percepción popular que considera a la alimentación tradicional indígena como última alternativa ante el hambre, reconocerla como parte de soluciones viables para mejorar la nutrición en poblaciones campesinas y coadyuvar con ello a la obtención de una autonomía alimentaria familiar y regional con seguridad nutricional”, puntualizó la investigadora adscrita al Instituto de Antropología. 

Comentó que el proyecto da continuidad a una investigación desarrollada entre 2017 y 2024 en comunidades del centro de Veracruz; en la primera etapa se identificó que, pese a su valor nutrimental, los alimentos tradicionales eran vistos como carentes y su consumo relegado a situaciones de escasez. 

 

Diálogo sobre cultura alimentaria en taller impartido a madres de familia de San Marcos Atexquilpan, Naolinco

 

“Con la segunda etapa buscamos resignificar esos alimentos como proveedores de nutrientes y aliados en la seguridad alimentaria y nutricional”, señaló. 

En esta nueva fase, los trabajos se llevarán a cabo en el municipio de Tequila, donde se buscará generar alternativas de mejora nutricional a partir del diálogo con los actores sociales mediante la aplicación de metodologías participativas para identificar cómo se expresan las problemáticas alimentarias locales y diseñar –de manera colaborativa– posibles soluciones que beneficien a las poblaciones más afectadas. 

Para la investigadora, recibir este financiamiento por parte de la Secihti significa un reconocimiento a la relevancia de las ciencias sociales y humanidades en el abordaje de problemáticas nacionales. 

“Anteriormente se había asumido que solo ciertas disciplinas tenían la capacidad para ofrecer soluciones enfocadas a la obtención de la seguridad alimentaria y nutricional. Obtener este apoyo demuestra que desde las ciencias sociales también podemos responder a los grandes retos del país”, enfatizó. 

Por otro lado, dijo que este proyecto se enlaza con un tema crucial a nivel mundial: la soberanía alimentaria, marcada por la disminución de la productividad agrícola y los problemas derivados del cambio en los sistemas de cultivo. 

 

Entrega de recetario colaborativo como retribución comunitaria en uno de los grupos de la Escuela Primaria de San Marcos Atexquilpan, Naolinco

 

“Las problemáticas alimentarias deben atenderse desde una mirada multidisciplinaria y transdisciplinaria, reconociendo la sabiduría de los pueblos indígenas para contribuir de manera significativa al mantenimiento del bienestar comunitario”, expresó. 

El proyecto fue registrado como grupal y cuenta con la participación de especialistas en nutrición, biología y antropología social de esta casa de estudios, así como investigadoras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), ya que busca articular distintas áreas del conocimiento y abrir camino a la transdisciplina al reconocer los sistemas de saberes indígenas. 

“Hay una gran sabiduría en cómo han cultivado, manejado recursos y sostenido sus sistemas alimentarios, así que nuestro interés es que ellos continúen aprovechando ese conocimiento para su propio beneficio”, apuntó. 

Finalmente, Yuribia Velázquez reiteró que el proyecto se orienta hacia una revaloración de los sistemas locales e indígenas de alimentación, de manera que las comunidades fortalezcan su nutrición y su soberanía alimentaria desde los propios recursos y prácticas que han mantenido vigentes.