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Geografía, pieza clave para atender la crisis social y ambiental

 

  • Federico Fernández Christlieb, jefe del Departamento de Geografía Social del Instituto de Geografía de la UNAM, dictó conferencia en la Universidad Veracruzana
  • Ocurre una concentración de las decisiones económicas y políticas en el 1% de la humanidad que son tomadas por los corporativos globales

 

Federico Fernández, jefe del Departamento de Geografía Social del Instituto de Geografía de la UNAM, impartió conferencia en el IIH-S de la UV

 

David Sandoval Rodríguez

Fotos: Luis Fernando Fernández

13/03/2024, Xalapa, Ver.- Para comprender la crisis social y ambiental que vivimos, la geografía ofrece un conjunto de razonamientos interdisciplinarios que pueden hacer frente a la situación desde la escala local y hasta la global, afirmó Federico Fernández Christlieb, investigador y jefe del Departamento de Geografía Social del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Detalló que vivimos en una era geológica conocida como el Antropoceno, momento en que se dieron las condiciones para que la humanidad se expandiera tanto geográfica como poblacionalmente, a lo que se suman condiciones físicas y ambientales como la presencia de nitrógeno y metano, resultado de actividades humanas como la producción agrícola.

El investigador abordó el tema en la conferencia “La crisis socioambiental y el razonamiento geográfico”, impartida en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV).

La presentación se dio en el marco de inicio de actividades de la Maestría en Estudios de Espacio, Territorio y Paisaje (https://www.uv.mx/prensa/eventos/inicio-en-uv-maestria-en-estudios-de-espacio-territorio-y-paisaje/).

 

El investigador explicó los cambios ocurridos en el planeta desde la era geológica del Holoceno hasta el presente

 

Explicó que una de las hipótesis de la crisis ambiental se relaciona con el fin de otra era, el Holoceno, y que durante el Pleistoceno –la era anterior– ocurrió la evolución de los humanos.

Posteriormente, durante el Holoceno sucedió la colonización del planeta por parte de nuestra especie y en el Antropoceno existe una serie de condiciones geológicas y ambientales como una alta concentración en los suelos de fósforo y nitratos, consecuencia del uso de pesticidas; nitrógeno y metano en el aire, debido a la ganadería intensiva; bióxido de carbono en la atmósfera, en una proporción de 400 partes por millón, mientras que a lo largo del Holoceno nunca rebasó las 280. Además, en el Antropoceno se registran los “tecnofósiles”: residuos de plástico, aluminio y concreto.

Las consecuencias de esta crisis son el calentamiento atmosférico y marino, elevación del nivel medio del mar, desertificación, sequías, incendios forestales, heladas atípicas, extinción de especies –mayoritariamente insectos y entre ellos los polinizadores–.

En la esfera social ocurren pérdidas de empleos, confrontaciones violentas por el agua y el territorio, el crimen organizado opera a escalas local, regional y mundial, que incluyen los tráficos de personas, drogas, armas y las epidemias.

Recordó que hace 50 años, en 1973, las políticas públicas de la mayoría de los estados en el mundo occidental mostraban una tendencia hacia las regulaciones laborales, ejemplificadas con los salarios mínimos, viviendas de interés social, sistema de salud público, control estatal de los energéticos.

 

Fernández Christlieb subrayó que las decisiones globales son tomadas por empresas que representan el 1% de la humanidad

 

En el presente, la tendencia es en sentido contrario, con una privatización de los servicios, como la educación o los sistemas de salud, mercantilización de los recursos naturales y empoderamiento de los corporativos globales.

Fernández Christlieb recalcó que vivimos “una concentración de las decisiones económicas y políticas que está en el 1% y son tomadas por los corporativos globales; mientras los jefes de Estado se reúnen para hablar de la migración o el cambio climático, pero no quieren, o no pueden, generar políticas de regulación”.

Enfatizó la importancia de estudiar la crisis socioambiental a una escala diferente, con un razonamiento geográfico que puede definirse como “el razonamiento que hace evidente la relación sociedad-naturaleza, estudia las relaciones humanas en el territorio y metodológicamente comienza siempre por la escala local, observa los paisajes que han sido modificados a través del tiempo y que debe aprenderse a leer como parte de nuestra formación de expertos en el espacio”.

Puntualizó además que desde hace por lo menos 25 siglos la geografía estudia los territorios y los paisajes, y constituye un conjunto bien posicionado de razonamientos para analizar estos problemas e imaginar otras formas de organización en el territorio, además de poseer una naturaleza interdisciplinaria.