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Con apoyo de UV, mujeres de El Conejo han mejorado su calidad de vida

  • Son integrantes del Comité de Mujeres Unidas para la Conservación de los Bosques 
  • Cada año ponen a la venta artesanías navideñas elaboradas con ramas que ellas mismas podan de los árboles de oyamel 
  • Con ello también evitan la propagación de incendios forestales en bosques del valle del Cofre de Perote 

 

En la parte externa del Gimnasio Universitario “Miguel Ángel Ríos Torres”, mujeres de El Conejo vendieron artesanías navideñas

Claudia Peralta Vázquez

Fotos: César Pisil Ramos 

12/12/2022, Xalapa, Ver.- Como cada año, integrantes del Comité de Mujeres Unidas para la Conservación de los Bosques, procedentes de la comunidad El Conejo, municipio de Perote, pusieron a la venta en instalaciones de la Universidad Veracruzana (UV) artesanías que ellas mismas elaboran con ramas de árboles de oyamel. 

Gracias a esta actividad han logrado elevar su calidad de vida y la de sus familias, así como preservar el bosque y evitar la propagación de incendios forestales en esta región situada en el Parque Nacional Cofre de Perote. 

Los días 8 y 9 de diciembre, afuera del Gimnasio Universitario “Miguel Ángel Ríos Torres”, la comunidad universitaria y el público en general pudieron apreciar y adquirir una gran variedad de artesanías navideñas a precios accesibles. 

Los arbolitos, coronas, guías, centros de mesa y otros productos hechos a partir de acículas de pino que caen al piso, tuvieron un costo de entre 200 y 350 pesos. 

Lucía Valdés Cruz, integrante del Comité de Mujeres Unidas para la Conservación de los Bosques

Lucía Valdés Cruz, integrante del comité, destacó el apoyo brindado por la UV para la comercialización de todos estos productos hechos por un grupo de 64 mujeres, quienes durante el año trabajan en la poda de las ramas del Abies religiosa, mejor conocido como oyamel. 

Recordó que en 2006, a través del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la UV, inició un proyecto de conservación de dicha especie, el cual involucró la participación de las mujeres. 

Además de realizar la poda de entre 20 y 25 hectáreas del bosque, ellas aprendieron la elaboración de los productos cuya venta actualmente contribuye a su subsistencia. Además de este espacio, también han tenido la oportunidad de exhibirlos en la Vicerrectoría Veracruz. 

 “Gracias a las personas que nos apoyan en comprarlos, así generamos recursos económicos que llegan a los habitantes de El Conejo”. 

Allá la situación es complicada, platicó Lucía Valdés, pues generalmente viven del cultivo de papa que se ve afectado con la llegada del invierno y de las heladas. 

Para mantener a sus familias, tanto padres de familia como jóvenes salen a trabajar hasta por 15 o 20 días para poder generar recursos. Mientras tanto, las mujeres se quedan a cargo de las labores del hogar, del cuidado de sus hijos y de los adultos mayores. 

Lucía Valdés Cruz y María del Rosario Pineda López, académica de EcoDiálogo

A raíz de que inició este proyecto universitario, y con el respaldo del Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que mediante recurso nacional apoya proyectos enfocados a la conservación y restauración en regiones prioritarias del país, el panorama ha cambiado para la comunidad. 

La poda de los árboles la realizan en dos etapas; para la Conanp inician en junio, mientras que para la elaboración de las artesanías continúan en noviembre. 

“Podamos las ramas de la parte baja del árbol; así, en caso de un incendio el fuego no lo cubrirá”. 

Aunque la elaboración de las artesanías no es fácil, todas ponen su mayor esfuerzo porque saben que tendrán un beneficio económico tras la venta de los adornos naturales. 

“Me siento contenta por el apoyo de las personas que vienen a comprar nuestras artesanías”, expresó Lucía. 

 

“Saben que el bosque representa una oportunidad de vida para su familia” 

María del Rosario Pineda López, académica del Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes (EcoDiálogo) y precursora del proyecto, destacó la vinculación de actividades de prevención de incendios con el manejo de productos forestales no maderables para la elaboración de artesanías, lo que representa una alternativa importante y con impacto positivo para la conservación de los bosques. 

Diversos artículos navideños elaborados con ramas del árbol de oyamel se vendieron a precios accesibles

“Con esta labor las mujeres han adquirido seguridad, pues nunca habían salido del ejido, poco a poco se han apropiado y son capaces de decir qué es lo que hacen, por qué y cuál es el beneficio con perspectiva de futuro para sus hijos, porque saben que el bosque representa una oportunidad de vida para su familia.” 

Comentó que el oyamel tiene una distribución restringida, por lo que era importante conocer la forma en cómo se reproduce y crece, y cuál es la dinámica interna del bosque, entre otros aspectos. 

Inicialmente, la labor inició con un grupo de señores para la producción de árboles de navidad, pero lamentablemente no tuvo éxito, fue entonces que empezaron a involucrar a las mujeres. 

“Junto con Lázaro Sánchez Velásquez, investigador de Inbioteca, nos interesaba integrar a las personas vinculadas directa o indirectamente con el bosque.” 

Derivado de esto, también han vinculado la investigación científica con el desarrollo comunitario, pues de aquí se han derivado trabajos recepcionales de licenciatura y posgrado.