• Edgardo Albertó, de la Universidad Nacional de San Martín, Argentina, participó en el XII Congreso Nacional de Micología

Edgardo Albertó, investigador de la Universidad Nacional de San Martín, Argentina

José Luis Couttolenc Soto

16/10/18, Xalapa, Ver.- Por su composición baja en calorías, sin grasas, no ocasionar colesterol y tener funciones antitumorales, antivirales, inmunomoduladores y antibacterial, el consumo de hongos debería ser incorporado a la dieta alimenticia, consideró Edgardo Albertó, profesor investigador de la Universidad Nacional de San Martín, Argentina.

El martes 16 de octubre, el Director del Laboratorio de Micología y Cultivo de Hongos Comestibles del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas-Instituto Tecnológico Chascomus, ofreció la conferencia “Tras la búsqueda de nuevas especies para cultivar hongos”, en el marco del XII Congreso Nacional de Micología que se lleva a cabo en la Sala Anexa Tlaqná, Centro Cultural.

Albertó encabeza un grupo de investigadores que trabaja actualmente en la búsqueda de nuevas cepas susceptibles de cultivo, cuyo proceso se pueda realizar con bajos costos de producción y de manera alternativa en los ciclos de invierno y verano.

A fin de hacer de ésta una actividad productiva importante, sin dejar de lado el conocimiento de que para desarrollarse requieren de ambientes controlados en cuanto a temperatura y luz, por lo que en las investigaciones que desarrollan experimentan con cepas que puedan crecer a temperaturas muy altas o muy bajas.

Dio a conocer que se estima una existencia de alrededor de 1.5 millones de especies diferentes de hongos en el mundo, de las cuales se conoce sólo un 10 por ciento (150 mil), y de éstas la literatura ha reportado cerca de tres mil como comestibles sin provocar intoxicaciones, “aunque no existe ninguna receta que nos indique cuáles se pueden comer y cuáles no, solamente el conocimiento de ellos”, apuntó.

El investigador argentino refirió que México es un gran consumidor de hongos, mientras que en su país está restringido a la industria gourmet que lo hace un platillo caro, por lo que se calcula que cada argentino consume alrededor de 100 gramos de hongos al año, en tanto el promedio mundial es de un kilo por habitante, aunque en algunos países es de cuatro kilos por persona.

Edgardo Albertó reconoció que es necesaria una mayor difusión sobre los beneficios que conlleva el consumo de hongos, que pueden ser importantes para la nutrición, “pero no hay una cultura fuerte sobre su conocimiento y contenido como alimento. Al hacer nuestro trabajo estamos contribuyendo al conocimiento de la biodiversidad, a conocer qué especies de hongos tenemos; contribuimos también a la producción de alimentos que será un recurso necesario para el futuro”, concluyó.

Se estima que en el mundo existen 1.5 millones de especies diversas de hongos