Ciencia

Jugo de la zarzamora, útil para tratar desórdenes conductuales

  • Los compuestos químicos que le dan color se utilizan en la prevención de estados de ansiedad 
  • Registra comportamiento similar a la fluoxetina, aunque no debe desestimarse el empleo del fármaco 

 

Rafael Fernández Demeneghi, alumno de doctorado en Neuroetología distinguido con el premio “Arte, Ciencia, Luz” UV

 

Jorge Vázquez Pacheco 

Fotos: Cortesía de Rafael Fernández Demeneghi 

15/12/2023, Xalapa, Ver.- Rafael Fernández Demeneghi, alumno del Doctorado en Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), fue distinguido con el Premio “Arte, Ciencia, Luz” que otorga esta casa de estudios, por su investigación sobre tres elementos aparentemente disímbolos entre sí: la zarzamora, las ratas y la depresión. De lo anterior concluyó que el jugo de la zarzamora es un excelente preventivo contra la llamada “desesperanza conductual”. 

“La primera parte de estos trabajos arrojó que el jugo de este fruto eliminó, en una rata forzada a nadar durante 24 horas, desórdenes conductuales y estado depresivo; la segunda, nos condujo a encontrar un mayor número de neuronas en dos estructuras que están muy relacionadas con el sistema emocional: el hipocampo y la corteza frontal”, indicó el galardonado. 

Al investigar sobre los efectos terapéuticos de la zarzamora sobre roedores, descubrió que los compuestos fenólicos y antociánicos que le dan coloración son capaces de proteger tanto conductual como neuroanatómicamente al animal. 

“Por su comportamiento similar a la fluoxetina, consideramos que pudiera extrapolarse hacia el ser humano; de paso, corroboramos otro dato importante sobre la buena alimentación, necesaria para prevenir enfermedades mentales”, explicó el Licenciado en Nutrición. 

Agregó que eligió este fruto en específico porque tenía el antecedente de su eficiencia en tratamiento de problemas de ansiedad espontánea y depresión. 

 

Los elementos que pigmentan el fruto mostraron eficacia en el tratamiento de ansiedad

 

Por supuesto, esto no es un llamado para que la gente deje de consumir el fármaco, advirtió Fernández Demeneghi, “nuestro modelo contiene un enfoque más bien preventivo”, así como “un llamado de atención porque tenemos esta arma disponible. Si nos alimentamos de manera adecuada no solamente ayudamos a nuestro estado físico, sino también al buen estado mental. Una alimentación consciente disminuye nuestra percepción del estrés, la sintomatología ansiosa y depresiva, y colabora a que elijamos mejor lo que comemos. Esto debe registrar un impacto a mediano y largo plazo en la salud de la población”. 

Una parte de sus estudios han sido en colaboración entre el Instituto de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición de la Universidad de Guadalajara y con docentes de la Facultad de Nutrición, de los institutos de Neuroetología y de Investigaciones Psicológicas de la propia UV. 

“Agradezco a todas las personas que están detrás de esto, nos han inspirado y apoyado en este trabajo conjunto. Yo doy la cara, pero también hemos tenido el impulso del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), porque sin el apoyo económico pocas investigaciones de alto impacto se podrían realizar y por lo que respecta a la UV, el Premio ‘Arte, Ciencia, Luz’ resulta en un poderoso estímulo porque estos trabajos son de alcance internacional. 

”Nosotros colaboramos con nuestra gotita en el mar y esperamos que logre inspirar a algunas otras personas.” 

Una minuciosa y fructífera investigación sobre fenólicos y antociánicos