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UV, a favor de una ciencia libre de ataduras genéricas: Rector

 

  • Este 9 de marzo continuaron las actividades del programa “Mujeres que irrumpen conCiencias”

 

Comunidad académica, estudiantil y autoridades universitarias participaron en el panel “Mujeres en las ciencias”

 

La entrada de la mujer en la escena de la investigación y de la ciencia es una cuestión que incumbe a todas y a todos, y la igualdad de acceso a la ciencia no sólo debe decirse sino hacerse

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

Fotos: Omar Portilla Palacios

09/03/2022, Xalapa, Ver.- Académicas y estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) participaron en el panel “Mujeres en las ciencias”, cuya inauguración estuvo a cargo del rector Martín Aguilar Sánchez, quien sostuvo que esta institución está a favor de una ciencia libre de ataduras genéricas.

“No se trata solamente de una reparación, está en juego una transformación de la ciencia misma. En la Universidad Veracruzana estamos a favor de ese ideal de una ciencia libre de ataduras genéricas, sostenemos que este llamado a subvertir las relaciones de poder íntimas y públicas de la sociedad en nuestro tiempo acrecienta las energías, incluso el vínculo de nuestra comunidad científica.

”Y que una ciencia imbuida de roles de género, jerarquías no dichas y dominación patriarcal implica una noción increíblemente tosca y anticuada de lo que significa ‘científico’.”

El panel fue una de las actividades del programa “Mujeres que irrumpen conCiencias”, desarrollado en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y organizado por: la Cátedra Mujeres en la Ciencia y Tecnología, el Observatorio de Violencias contra las Mujeres y la Coordinación de la Unidad de Género, las tres entidades de la UV.

La actividad se desarrolló el 9 de marzo con transmisión por el Facebook Live de la Unidad de Género UV, donde está disponible para su consulta.

En el panel participaron: Diana Karen Almeida Reyes, estudiante de Ingeniería Naval; María Concepción Patraca Rueda, estudiante del Doctorado en Investigación Educativa del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE); Adriana Laura López Lobato, estudiante del Doctorado en Matemáticas de la Facultad de Matemáticas.

También: Erika Janet Rechy Ramírez, académica adscrita al Instituto de Investigaciones en Inteligencia Artificial, y Jacinta Toribio Torres, docente e investigadora de la UV-Intercultural, moderadas por Verónica Moreno Uribe, académica de la Facultad de Antropología.

En la bienvenida, Anabel Ojeda Gutiérrez, coordinadora de la Unidad de Género de la UV, habló en nombre de las tres instancias organizadoras y remarcó que el interés específico de esta actividad está en dialogar sobre el lugar que al interior de la institución ocupan las mujeres en las ciencias duras y las sociales.

Antes de inaugurar, el Rector destacó que hasta hace no mucho tiempo se decía que para ejercer una profesión se tendría que haber nacido varón, por el contrario, hoy ya se habla de feminización de la política y de mundos como el de la investigación académica, el arte, la filosofía, entre otros. “Las mujeres han irrumpido en todos los ámbitos de la vida profesional, política y cultural.

”Pero ¿qué pasa con la ciencia? A manera de respuesta, citó un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicado en 2019, donde se precisa que la presencia femenina en la ciencia hecha desde las universidades es relativamente baja: sólo el 30 por ciento a nivel mundial.

 

No se trata solamente de una reparación, está en juego una transformación de la ciencia misma, dijo el Rector de la UV

 

Una tasa modesta si se compara con la situación vivida en las humanidades o en ámbitos como el de la educación básica –sostenida desde hace décadas por maestras–.

“La ciencia sigue siendo un coto predominantemente masculino, hasta un nivel que no se corresponde con lo esperable, desde otros parámetros educativos y profesionales. Pero lo cierto es que desde hace mucho, el compacto edificio de las ciencias ha sido agrietado desde sus cimientos. El viento corre y los problemas cambian.”

Es más, de acuerdo con su discurso, para que las mujeres pudieran hacer ciencia tuvieron que poner en cuestión los paradigmas dominantes de la ciencia misma.

Si bien no se debe caer en la tentación de oponer lo masculino y lo femenino, tampoco debe negarse que las mujeres han estado vinculadas históricamente a dimensiones de la vida personal y colectiva que, hasta hace muy poco, las hacían permanecer “excluidas de lo científicamente factible”.

De acuerdo con Martín Aguilar Sánchez, la entrada de la mujer en la escena de la investigación y de la ciencia es una cuestión que incumbe a todas y a todos, y la igualdad de acceso a la ciencia no sólo debe decirse sino hacerse. En la medida que ese hecho se cumpla, la apuesta educativa de la institución no solamente será más precisa y exhaustiva, sino más creíble.

“En semejante camino de búsqueda de una ciencia abierta inscribo los debates de este panel ‘Mujeres en las ciencias’. Una actividad académica que convoca a un nutrido grupo de universitarias de diferentes disciplinas, quienes han disputado las demarcaciones delineadas por el territorialismo patriarcal moderno y han sido portadoras de refrescantes prácticas, lenguajes y saberes que tiñen el ámbito de lo científico y lo contagian de expectativas nuevas.”

Martín Aguilar invitó a toda la comunidad UV a consultar en el Facebook https://www.facebook.com/unidadgenerouv este encuentro de científicas, y contemplar sus debates como el material con el que la ciencia de este tiempo tiene que tratar.

“El ‘qué podemos investigar’ es inseparable del ‘quién puede investigar’. Contra el sexismo de la ciencia tradicional se abren espacios por los que su vocación igualitaria, esa premisa de que a todos y a todas nos es dado a conocer por igual, puede hacerse realidad.”

Como parte del público estuvieron presentes académicas, estudiantado y autoridades universitarias: Elena Rustrián Portilla, secretaria Académica; Lizbeth Margarita Viveros Cancino, secretaria de Administración y Finanzas; Marisol Luna Leal, Abogada General; Georgina Hernández Ríos, Liliana Cuervo López y Mario Roberto Bernabé Guapillo Vargas, vicerrectoras y vicerrector de Coatzacoalcos-Minatitlán, Poza Rica-Tuxpan y Orizaba-Córdoba, respectivamente.

 

Anabel Ojeda remarcó el interés de dialogar sobre el lugar que al interior de la UV ocupan las mujeres en las ciencias duras y las sociales

Irrupción de las mujeres en la ciencia

Estudiantes y académicas-investigadoras de la UV, que se forman y desempeñan en distintas áreas del conocimiento, dialogaron y reflexionaron entorno a la irrupción de las mujeres en la ciencia: la maternidad, la falta de igualdad y de reconocimiento a su quehacer, fueron algunos de los tópicos.

El panel se tituló “Mujeres en las ciencias” y fue una de las actividades del programa “Mujeres que irrumpen conCiencias”, desarrollado en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, y organizado por: la Cátedra Mujeres en la Ciencia y Tecnología, el Observatorio de Violencias contra las Mujeres (OUVMujeres) y la Coordinación de la Unidad de Género, las tres entidades de la UV.

La actividad fue el 9 de marzo, con trasmisión por el Facebook Live de la Unidad de Género UV, donde está disponible para su consulta: https://www.facebook.com/unidadgenerouv.

Verónica Moreno Uribe, académica de la Facultad de Antropología, en calidad de moderadora y a manera de preámbulo, habló de la irrupción de las mujeres en la ciencia y en el espacio académico. Para empezar, dijo, “la mujeres entramos con nueve –o 10 – siglos de retraso a las universidades”.

De acuerdo con el Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad de la Organización de Estados Iberoamericanos, que toma estadísticas oficiales de países miembro, las brechas son notorias. Para muestra: hay una gran mayoría de mujeres científicas en Venezuela (61 por ciento del total); y los extremos son Chile, México y Perú, donde la participación de ellas es de apenas un tercio.

Moreno Uribe también citó la encuesta Conciliación entre la jornada laboral y el trabajo de cuidados por parte del personal académico de la Universidad veracruzana (Agosto-octubre, 2021), del OUVMujeres.

En el panel participaron cinco mujeres, dos académicas y tres estudiantes, una de licenciatura y dos de posgrado, quienes fueron presentadas por integrantes de la Cátedra Mujeres en la Ciencia y Tecnología.

En el primer bloque reflexionaron sobre las mayores satisfacciones que les ha generado ser una mujer científica, así como las dificultades que han enfrentado al desempeñarse en ese campo.

Adriana Laura López Lobato, estudiante del Doctorado en Matemáticas, de la Facultad de Matemática, dijo que más allá de los conocimientos adquiridos, su satisfacción está en el aprendizaje humanista. Mientras sus dificultades están al momento de relacionarse con las personas, al tener una personalidad introvertida, para lo cual ha recibido apoyo, precisamente, de mujeres.

Jacinta Toribio Torres, docente e investigadora de la UV-Intercultural, compartió que como mujer científica varios son sus agrados: tener más opciones en la vida, autonomía, hacer valer su voz dentro de una familia muy tradicional.

“Ser una mujer científica me ha permitido saber y tener presente que no hay una verdad única, que hay aproximaciones, en todas las ciencias; que hay conocimientos –en plural–. Eso me hace muy afortunada”, expuso la académica.

En su caso, la dificultad ha estado en conciliar la maternidad con la academia. Tan sólo cuando ella concursó por obtener una plaza, su hijo tenía 23 días de nacido.

“El mayor reto ha sido ese: Ser una Mamá –con la M en mayúsculas– y una académica e investigadora –también en mayúsculas. Así como adaptarme en el otro contexto, que no fue en el que llevé los primeros años de vida”, añadió Jacinta Toribio, cuya lengua materna es el náhuatl.

Diana Karen Almeida Reyes, estudiante de Ingeniería Naval, habló primero de su desafío: “Demostrar que las mujeres ingenieras existimos y que cada vez somos más. Que somos igual de capaces que nuestros compañeros hombres al realizar un trabajo”.

Otra de sus dificultades es la “carga excesiva de machismo” y la subestima; pero el amor y pasión por la ingeniería naval han sido sus aliados para sortear esas vicisitudes.

Por otro lado, enfatizó gustosa –siendo ésta su satisfacción–: al desarrollarse en el campo científico siempre hay temas pendientes de entender y aprender, por eso no cabe la rutina o el aburrimiento.

María Concepción Patraca Rueda, estudiante del Doctorado en Investigación Educativa del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) compartió que uno de los principales agrados de estar en este ámbito es la propia reconstrucción y transformación de sí, tanto personal como profesionalmente.

También, dijo: “Me ha permitido realizar investigaciones que me hacen ser feliz y desde donde puedo, vía mis subjetividades, empezar a colocar otro tipo de debates –como los feminismos negros o los ecofeminismos–.”

Una de las principales satisfacciones de Erika Janet Rechy Ramírez, académica adscrita al Instituto de Investigaciones en Inteligencia Artificial, ha sido el conocer otras culturas y lugares, así como contribuir a la formación del estudiantado.

Mientras sus retos están en la mayor presencia de hombres que de mujeres en los campos académicos que se desenvuelve: “Por ejemplo, en la universidad que estuve en Inglaterra, llegué al Departamento de Robótica y mi sorpresa fue ver que era la única mujer ahí.”

En el segundo bloque, las panelistas indagaron sobre las diferencias y desigualdades que observan entre la trayectoria profesional de sus colegas varones y las suyas; así como los desafíos que enfrentan las universidades y centros de investigación, para lograr concretar la igualdad sustantiva entre sus comunidades académicas.

Parte de lo planteado fue nuevamente la maternidad. Jacinta Toribio lo reiteró: “El mayor reto o desigualdad que hay que trabajar es cómo conciliar esos tiempos en los que una está también en la maternidad”, toda vez que al no vivirlos los varones, no les requiere tiempo, atención ni complicaciones en su vida académica.

Al planteamiento se sumó Erika Janet Rechy, quien compartió que se trata de un “estrés fuerte” que les requiere mucha organización y mayor trabajo.

Adriana Laura López Lobato habló de la falta de representatividad histórica de las mujeres en las matemáticas y otras ciencias duras, lo cual, de alguna manera, merma los avances que tienen dentro del área.

“Hay mucha representación en áreas como la psicología o la medicina, pero por parte de las ingenierías y otras carreras consideradas para hombres, no”.

En su opinión, la principal desigualdad en su área está en pretender minimizar lo que hacen las mujeres matemáticas o ingenieras, en comparación con el quehacer de los hombres.

Diana Karen Almeida Reyes habló de los retos de las universidades en cuanto al trato de las mujeres: “Merecemos los mismo apoyos económicos, ofertas de trabajo, porque contamos con las mismas habilidades y valor como personas. Creo que es intolerable que en 2022 sigamos recibiendo discriminación de género”.

Asimismo, de acuerdo con ella, las universidades deberían aplicar “sanciones serias e inmediatas –a quien ejerza discriminación–, porque no es posible seguir normalizando situaciones injustas”.

La bienvenida estuvo a cargo de Anabel Ojeda Gutiérrez, coordinadora de la Unidad de la Unidad de Género de la UV, quien habló a nombre de las tres instancias organizadoras; mientras la inauguración estuvo a cargo del rector, Martín Aguilar Sánchez.

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