• El catedrático de la UV afirmó que esta disciplina tiene por sí misma un peso fuerte en torno al análisis y representación del pasado 

Jorge Alberto Rivero Mora

Carlos Hugo Hermida Rosales 

Fotos: Omar Portilla Palacios 

19/04/2022, Xalapa, Ver.- Jorge Alberto Rivero Mora, catedrático de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana (UV), mencionó que, generalmente, se considera a la historiografía como una actividad secundaria a la historia, pero realmente es una disciplina que la complementa a ella y a otros saberes.  

“Tiene por sí misma un peso fuerte en torno al análisis y representación del pasado”, aseguró.  

El docente impartió el 18 de abril la conferencia virtual “De historiografía y otras pasiones, una conversación”, dentro del ciclo “Diálogos del siglo XXI: historia e historiografía y conocimiento”, organizado de forma conjunta por la Facultad de Historia y el Seminario de Estudios Contemporáneos de la región Sur-Sureste. 

Alberto Rivero explicó que la historiografía cuenta con una manera vieja y nueva a la vez de ver lo histórico, y que trata de entender, comprender e interpretar la realidad desde su historicidad misma.  

Esta disciplina no es un “recetario” sino un acto creativo, por ello sus análisis necesitan apreciarse como una exploración crítica de la existencia y no una descripción fría de datos.  

El catedrático comentó que la historia no es objetiva, pues quien la escribe la da a conocer a través de diversas piezas comunicativas con distintas narrativas, que muchas veces tienen relación con el poder dominante y desemboca en una apropiación política. 

Esto ocasiona que en el estudio del proceso histórico se usen términos de “bueno” y “malo”, los cuales no deben existir debido a que los criterios de bondad o maldad se modifican con el paso del tiempo y la transformación de las sociedades.  

Por su parte, el análisis historiográfico toma en cuenta el sujeto, el hecho, el horizonte cultural, los sistemas de creencias, e incluso el periodo histórico, además de los conceptos o principios dominantes, la memoria, los cánones, la identidad, los simbolismos y las narrativas. 

Todo ello le permite cuestionar de manera constante los referentes, las condiciones y posibilidades sobre el conocimiento que construye.