- Estudiantado de la Facultad de Nutrición asistió a charla sobre el tema, organizada en coordinación con el Centro para el Desarrollo Humano e integral de los Universitarios
- El especialista Carlos Noriega destacó la importancia del acompañamiento para evitar esta decisión

Carlos Noriega, psicólogo cognitivo-conductual, habló sobre el suicidio a las y los estudiantes de la Facultad de Nutrición
David Sandoval Rodríguez
Fotos: César Pisil Ramos
31/10/2025, Xalapa, Ver.- Con el propósito de dar a conocer y sensibilizar al estudiantado sobre el suicidio, la Facultad de Nutrición, en coordinación con el Centro para el Desarrollo Humano e integral de los Universitario (Cendhiu), ambos de la Universidad Veracruzana (UV), organizaron la charla “Prevención del suicidio”, que impartió el psicólogo clínico Carlos Noriega Cortés en el Aula Magna de la Unidad de Ciencias de la Salud.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al año se suicidan 800 mil personas, es decir, que cada 40 segundos una persona decide privarse de la vida. De estas, 81 % son hombres y 19 % son mujeres; aunque hay un mayor número de registros de intentos en mujeres, son los hombres quienes lo llegan a consumar.
Por edades, es el rango entre los 18 y 35 años donde más registros se reportan, por ello es importante sensibilizar a las y los jóvenes y darles a conocer esta problemática, más aún si serán futuros trabajadores en el área de la salud, puntualizó el ponente.
Es en este grupo etario donde se registra como la tercera causa de muertes a nivel mundial.

El ponente destacó que son los hombres entre 18 y 35 años quienes más cometen suicidio a nivel mundial
Se requiere de disposición y apertura para abordar el tema, reconoció Noriega Cortés, dado que todavía persiste cierta resistencia en algunas personas para hablar al respecto.
Dijo que la ideación suicida se refiere a pensamiento acerca de suicidarse y conlleva diversos grados de intensidad y elaboración, también sentimientos de estar cansado de la vida y la creencia de que no vale la pena vivir, así como el deseo de dormir y no despertar del sueño.
Expuso que la OMS define al suicidio como “el acto deliberado de quitarse la vida” y es considerado por la organización como el acto más grave de violencia que un sujeto comete contra sí mismo.
Sin embargo, el especialista reconoció que está en desacuerdo en este último aspecto, dado que se criminaliza a la persona que toma esta decisión, cuando es posiblemente una víctima de circunstancias o factores diversos que le llevan a tomar esta decisión.
Para los terapeutas cognitivo-contextuales, como en su caso, el suicidio es considerado una forma de aligerar una carga que afecta a la persona.

De acuerdo con la OMS, cada 90 segundos se suicida una persona a nivel mundial, enfatizó Noriega Cortés
“Tenemos una visión diferente del suicidio”, aclaró, “como la acción a través de la cual una persona busca poner fin a su sufrimiento en un intento de regular o experimentar experiencias dolorosas”.
Dijo además que muchas de las personas que se suicidan no es porque quieran dejar de vivir, sino que están experimentando algo doloroso respecto a lo cual no encuentran solución y posiblemente lo que desean es evitarlo, pero no hallan otro camino que finalizar su vida.
Pidió a las y los jóvenes presentes reflexionar sobre experiencias difíciles que han experimentado durante su formación profesional y escuchó cómo es que han logrado superarlas.
Con base en sus testimonios, subrayó la importancia del acompañamiento y hacer sentir a las personas que no están solas y que cuentan con alguien, ya que esto puede aligerar las cargas que estén sintiendo.
También recomendó buscar un lugar seguro, es decir, personas o espacios que les hagan sentirse en calma o con quienes puedan expresar sus sentimientos para poder ser escuchados, dialogar y tratar de encontrar otra solución a sus problemas.
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