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Nota: Las posadas

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Publicado por Oliva Noticias en Miércoles, 8 de diciembre de 2021

 

 

Hace frío, se antoja un ponchecito, cantar en las posadas… pero bueno, con este tiempo de pandemia, parece que eso no será posible ¿O sí? A ti ¿Ya te invitaron a alguna posada? Si bien las posadas son una fiesta, cuando eres peque se viven como pura pachanga.

Hace algunos años, y todavía en algunos lugares, las familias se organizaban para iniciar las fiestas decembrinas empezando por montar el nacimiento. Algunos nacimientos desalojaban espacios muy grandes de la casa para tomar su lugar, principalmente la sala o el comedor. Ya que, con seguridad, serían visitados por familiares, vecinos y curiosos. Para estos últimos se dejaba una ventana permanentemente abierta.

Hay muchos tipos de posadas, las que organiza la iglesia, las que organiza el ayuntamiento y otras instituciones, comúnmente acompañadas de una pastorela y las que se hacen en las calles, organizadas por los vecinos.

Las calles se cierran para los autos, para convertirse en lugares para el convivio, la música, el canto y el baile. En el que todos o casi todos, colaboran de muy buena gana.

Las posadas pueden tener muchos elementos, pero lo que no pueden faltar son las piñatas y el ponche. Claro las velitas y las letanías “en el nombre del cielo”.

Hay lugares que conservan letanías tan antiguas como largas y complejas, que han pasado de generación en generación. Las posadas son como un baúl que guardaban tradiciones de otros tiempos, que ahora nos parecen tan lejanos. Esas interacciones sociales, pluralidad de funciones, de significados e interacciones. El espacio público en el sentido más emotivo del término.

Actualmente, son los espacios urbanos donde habitan mayoritariamente las clases populares o en general los pueblos que aún no tienen cierto grado de urbanización, los que parecen conservar las posadas. Aunque, socialmente hablando, cuando nos referimos a colonias populares estamos hablando de algo muy heterogéneo, más de lo que suele suponerse.

Este año las posadas inician, el jueves 16 de diciembre y concluyen el viernes 24 en Noche Buena. Son nueve días, que representa el novenario por el nacimiento de Jesús o Cristo, el profeta de las religiones cristianas. Recuerdan el peregrinaje de María y José, la familia terrenal del profeta, desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscan un lugar para alojarse y esperar el nacimiento del niño Jesús.

Obviamente es una celebración inicialmente evangelizadora, pero era nuestra desde antes, con otros elementos. Parte de su origen se da en las observaciones que los frailes españoles hicieron de las celebraciones del México prehispánico, que se seguían llevando a cabo después de la conquista.

Nuestros ancestros del centro del país, cada año celebraban el advenimiento de Huitzilopochtli (Dios de la Guerra) durante la época invernal. A estas celebraciones se les llamaba Panquetzaliztli y duraban del 6 al 26 de diciembre. Es evidente la coincidencia de las fechas con las que los europeos ocupaban para celebrar la Navidad, así, que representó una oportunidad para cambiarla con fines de la evangelización. Un sincretismo entre dos festividades religiosas.

Una cosa curiosa es que antes de las posadas, las celebraciones no se hacían fuera de la iglesia, considerada para los católicos como la casa de dios. Fue el fraile agustino Diego Soria quien obtuvo del papa Sixto V indulgencias para la realización de las nueve misas de aguinaldo en los días anteriores a la Navidad inicialmente, fuera del recinto ceremonial, pero dentro de espacio de la iglesia.

En el siglo XVIII, al parecer a partir de la pachanga que se armaba, la celebración fue permitida fuera de la iglesia, aunque las misas que las acompañaban no dejaron de realizarse dentro de ellas. Así, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.

Las posadas cambian una característica propia de tiempos anteriores. La fiesta, el baile y la celebración, durante nueve días, sustituyeron la penitencia y la reflexión.

Y si te has preguntado por qué nueve días, pues se supone que esos días duró la peregrinación de María y José desde Nazaret hasta Belén. Pobre María embarazada, a término, nueve días en burro. Aunque estas dos ciudades se encuentran a 31 horas de caminata (145.1 km) por la carretera 60 de Palestina. En un burrito sabanero, se puede ir un poco más rápido. No obstante que el Papa Benedicto XVI diga que no hubo tal burrito, el podía decir misa, pero nosotros tenemos otros datos.

Quizás María y José no fueron a paso sostenido y se detenían para descansar. Además, el número nueve es un favorito de las religiones cristianas. Este número es tan pegadizo que, en algunos países del sur se celebra la Novena de los Aguinaldos, una fiesta parecida a nuestras tan queridas posadas.

La costumbre de poner el nacimiento también vino con las posadas, se sabe que los párrocos evangelizadores, inspirados por San Francisco de Asís, motivaban a sus feligreses a construir maquetas que escenificaran el nacimiento de Jesús. Claro, actualmente se colocan guajolotes, burros, y otros animales que ya dijo Benedicto que no estaban por ahí cerca, es más, algunos ni siquiera existían en aquel continente, porque también hemos hecha nuestra esta escena.

Lo mismo pasó con las pastorelas, de ser una representación religiosa, el ingenio mexicano las convirtió en formas de expresión muy variadas. Una de ellas es la sátira política, te aseguro que donde se sigan representando, el diablito o el angelito hablarán con acento tabasqueño.  Aunque hemos tenido diablos copetones, alcohólicos y hasta pelones.

Las posadas, pastorelas, la rama, entre otras fiestas, son parte de nuestra herencia cultural, no las dejemos perder. Pero ojo tampoco las convirtamos en procesiones de autos con globos y adornos desechables, nuestro planeta ya no aguanta más.

Vivamos unas fiestas libres de desechables, plásticos y otros productos prescindibles. Si este año nos toca quedarnos en casa a reflexionar, empecemos a planear como será nuestra primera posada cuando la pandemia sea superada por la ciencia y la prevención.

 

#InformaciónConCiencia para Oliva Noticias Multimedios.

Gladis Yañez y Rodrigo López de Sábados en la Ciencia de la Universidad Veracruzana

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