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Nota: Ciencia de los regalos de Navidad

#InformaciónConCiencia Conoce la ciencia de los regalos de #Navidad

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Publicado por Oliva Noticias en Miércoles, 4 de diciembre de 2019

 

 

Es diciembre, el aire es más fresco, las cobijas y chamarras empiezan a salir del guardarropa para abrigarnos mientras llega nuestra época favorita: vacaciones y Navidad. La Navidad es una mezcla embriagadora de familia, religión, mito, espectáculos, regalos, cocina, estrés, magia y ciencia. La ciencia es la hermana seria de la fiesta… se parece un poco al Grinch explicando cada elemento de la montaña rusa emocional de la época ¿Pero que sería de la Navidad sin el Grinch? todos tiene uno en la casa y varios en el trabajo. Además, sus consejos pueden ayudar mucho a cuidar el planeta y a explicar aspectos como:

¿Por qué nos damos regalos?

Unos de los aspectos más representativos de la Navidad son los regalos. Son una fuente de alegría, pero también una de estrés. Los seres humanos no somos los únicos que hacemos regalos, en los animales también encontramos conductas parecidas. Sin embargo, los motivos de los regalos en ellos son más parecidos a los que motivan nuestra “generosidad” en San Valentín. En Navidad asocian con sentimientos positivos como alegría, amabilidad y generosidad, pero hay que tener cuidado en no darles preferencia como el componente central del “espíritu navideño” con el peligro de centrar la fiesta en lo material.

¿Cómo elegir el regalo?

Elegir el regalo se hace de dos formas: centrado en el destinatario o en el donante. En el primero se intenta encontrar un regalo que refleje las cualidades o intereses de la persona que lo recibe. En el segundo en dar algo que refleje la personalidad o revele algo sobre quien lo da.

¿Pero qué opción es mejor? Los estudios reflejan que cuando hay vínculos más cercanos se valoran más los regalos centrados en el donante. Adquieren un valor simbólico, particularmente los que representan un verdadero sacrificio en términos de tiempo y esfuerzo.

Mientras que, en ambientes como los lugares de trabajo o escolares, donde los lazos de apego son menos fuertes, se prefiere el obsequio centrado en el destinatario. Aunque, adivinar que quiere el otro, es un verdadero calvario. Una estrategia más directa y efectiva es preguntar explícitamente qué le gustaría a la otra persona. Las investigaciones demuestran que, los destinatarios muestran una clara preferencia por los obsequios que han pedido directamente. Además, así no generamos más basura.

¿Dinero o cariño?

A algunas personas les gusta disminuir el riesgo de que su obsequio termine en el cesto de basura dándo dinero. Los estudios demuestran que los receptores generalmente valoran el dinero en el mismo grado que los regalos que no han pedido específicamente. Pero dar dinero como regalo de Navidad no es necesariamente una buena idea. La Navidad se percibe como una festividad intima, además puede enviar un mensaje inapropiado sobre el estado desigual entre el donante y el receptor.

 

 

Costo del regalo

Pero ¿qué pasa con el costo de un regalo? Una serie de estudios descubrió que cuando vamos a regalar algo tendemos a creer que los regalos caros se aprecian más que los baratos, mientras que si nos situamos como receptores no hay asociación entre el precio de un regalo y los sentimientos de agradecimiento. En otras palabras, lo que importa es cuanto pensamos en la otra persona, el cariño con el que elegimos el obsequio o el sacrificio que se ha dedicado a obtener ese regalo. No se garantiza que los regalos caros hagan feliz a alguien.

Entonces ¿Por qué cuando regalamos, elegimos cosas caras? La Navidad se percibe culturalmente como un momento de dar a los demás y una medida de ello son los ingresos que les destinamos, lo que se asocia con mayores niveles de felicidad que gastar dinero en uno mismo. De hecho, un estudio encontró que los participantes que fueron asignados aleatoriamente para gastar dinero en otros experimentaron más sentimientos de felicidad que aquellos asignados para gastar dinero en sí mismos.

¿Qué debemos hacer si un regalo no nos gusta?

Decir “gracias” con una sonrisa condescendiente. Especialmente en los intercambios de regalos navideños, una forma sutil de garantizar que te darán algo que te gusta es pedir una sola cosa. Cuando le presentamos a alguien una lista de cosas que nos gustarían, el donante cae en la falsa creencia de que estaríamos igual de contentos con algo que no está en la lista. Pero si pedimos una sola cosa, es más probable que el donante se dé cuenta de que eso no puede ser reemplazado por cualquier otra idea que puedan tener. Si usted pone en la lista “lo que sea” o un artículo genérico como “una taza” o “un libro” sin más especificaciones, es más probable que reciba algo que no le gustará.

¿Por qué es importante la forma en que recibimos los regalos que no nos gustan? Porque puede acercarnos o alejarnos de nuestros amistades o parientes. En un estudio se les pidió a mujeres y hombres que seleccionaran un regalo para su pareja dentro de una gama limitada de opciones, que se habían clasificado en orden de conveniencia. La mitad de los participantes obtuvieron lo que más querían y la otra mitad obtuvieron lo que menos querían. Cuando no obtuvieron lo que querían, los hombres percibieron menos compatibilidad con sus parejas y pensaron que su futuro juntos no duraría mucho. Las mujeres percibieron una mayor similitud y pensaron que sus relaciones durarían mucho más que las que habían recibido un buen regalo.

Los autores del estudio sugirieron que las mujeres pueden estar más motivadas que los hombres para emplear mecanismos de defensa psicológica para protegerse contra los efectos de recibir un mal regalo y ver sus relaciones de manera positiva. De hecho, las mujeres tienden a ser las principales orquestadoras de las celebraciones navideñas y, en promedio, pagan más por los regalos de Navidad que los hombres ¡Hombres no sean así!

Como las relaciones son más importantes que las cosas. Si recibes un mal regalo, una forma de calmar la situación, es decir, simple y amablemente “gracias”. El gradiente que va desde ceños fruncidos hasta sonrisas falsas con un regalo que nunca se verá en uso, puede dañar la autoestima del donante. Recuerde la Navidad ¡No se trata sólo de regalos!

Dar y recibir regalos no necesariamente hace una Navidad más feliz. Un estudio encontró mayores niveles de felicidad en grupos a los que se les pidió que centrarán la celebración en la tradición y los rituales familiares o religiosos, mientras que los que se les pidió que se centraran en actividades que implicaban gastar dinero e intercambiar regalos no disfrutaron igual y se estresaron de más.

Centrarse en el dinero, las posesiones, la imagen y destacar nos distrae de las experiencias que mejoran nuestro bienestar, la ciencia lo ha comprobado. En cambio, centrarse en los aspectos sociales de la Navidad, las tradiciones familiares, el altruismo, la amabilidad, los juegos y las relaciones con los demás los hará más felices ¡pónganse de acuerdo y hagan la prueba! ¡reduzcan los regalos y gastos al mínimo!

La Navidad nos puede devolver a una época en la que creíamos que la magia era, de hecho, posible. Nos evoca un lugar y un tiempo mejores. Regresar a un mundo de fantasía, reingresar brevemente a la infancia ¡puede ser muy reconfortante! Volver a un momento en que la imaginación fue aceptada y alentada, que nos hizo quienes somos ahora, muchos científicos se gestaron cuando apareció un microscopio, un telescopio, un juego de equipo médico o paquete de exploración debajo de un árbol cargado de esferas.

En Sábados en la Ciencia nos tomaremos un breve descanso para volver con muchas ideas en enero. Mientras les deseamos una inolvidable navidad de bajo impacto ambiental planetario.

Informando con Ciencia para Oliva Noticias Multimedios.

Gladis Yañez y Rodrigo López
Sábados en la Ciencia
@SabadosenlaCienciaXal

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