Los Observatorios | |
El hombre, desde tiempos remotos, ha buscado dar explicación a los fenómenos que suceden en su entorno, Ian Stewart1, sugiere la existencia de una “batalla” del hombre por dar armonía al caos, sostiene que existe un constante esfuerzo por comprender las regularidades de la naturaleza. En este esfuerzo se ha servido de muchas estrategias, así como, de una amplia diversidad de disciplinas y podríamos asumir que este interés surge, en principio, del asombro y a veces miedo, que a los ojos llena la naturaleza, es decir, el mundo impacta, a través de los sentidos, al hombre y le muestra un fenómeno que lo llena de curiosidad y el cual, para su “tranquilidad” debe ser resuelto y explicado. Todo fenómeno se convierte en objeto de nuestra curiosidad y nuestro interés, por mínimo que sea, pues el desconocimiento de nuestro entorno obedece, o bien, a una sensación de querer conocer todo en cuanto nos rodea, o bien, a sentirnos impotentes y en intemperie al darnos cuenta de lo poco o nada que sabemos de ello. Dichos sentimientos sólo catalizan el interés que el hombre tiene por conocer y son sentimientos en sentido positivo que procuran la curiosidad por el entorno. De la observación de dichos fenómenos surgen conjeturas sobre la estructura primaria de la naturaleza, así como de objetos de estudios sociales; al explicarlos se van creando una serie de teorías que brindan al hombre una gama amplia de conocimientos sobre su entorno. Precisamente los observatorios parecen ser un conjunto multidisciplinar de especialistas que explican un fenómeno particular y al cual dan respuesta, en caso de ser problemático. Los observatorios se crean con base en una curiosidad colectiva, con el ánimo de acumular información que, a través de un método y de la acumulación sistemática de observaciones, se pueda asumir la explicación de un fenómeno de manera clara y actualizada. Para el cabal cumplimiento de sus funciones es recomendable que los procesos de análisis de los datos recabados en los observatorios, sean realizados por especialistas en el fenómeno de estudio que den sustento científico a las aportaciones que realice el observatorio para la solución de los problemas que dan origen a la observación. Actualmente se tiene un flujo abundante de información que día a día se actualiza o modifica, esta situación brinda a los observatorios material ilimitado para trabajar. El trabajo de un observatorio se alimenta de la información que surge diariamente, y es por ello que los observatorios académicos son cada vez más pertinentes y la información que generan más prevalente en las discusiones hodiernas tanto científicas como sociales. De acuerdo con distintos autores que se han ocupado de la materia, podríamos intentar una clasificación de observatorios en:
En la Universidad Veracruzana estamos impulsando el trabajo de Observatorios académicos cuyo trabajo brinda al ejercicio contemplativo un nuevo sendero y es el de la acción, los observatorios académicos dejan de lado la idea de contemplación pura sin involucrarse con el objeto de estudio, por lo cual, proponen y ejecutan medidas para replantear, falsear, deconstruir o reinventar el objeto de estudio. |
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