Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



Libros para ser libres

El Gobierno de Brasil publicó en el Diario Oficial de la Unión que recortará, en las cuatro prisiones federales en las que están confinados los reclusos más relevantes del país, cuatro días de condena por libro leído durante un mes. Si los penados son diligentes podrán ver reducida su condena en 48 días por año, si consiguen leer 12 obras y redactar sus correspondientes informes. No valdrá cualquier cosa. En la nota se explica que en esos textos deben “hacer un uso correcto de los párrafos, estar libre de correcciones y utilizar los márgenes y una escritura legible”.

No es poca cosa si se tiene en cuenta que de los 513.000 reclusos que hay en Brasil, sobre una población de 191 millones de habitantes, un informe de 2005 aseguraba que un 70% de ellos no había completado la escolarización básica. Tampoco sirve cualquier libro. Solo valen los de literatura, filosofía, ciencia y los clásicos. La idea que alienta la iniciativa es que nunca viene mal ilustrarse un poco.

Para los que creen que la lectura es capaz de transformar a una persona, la medida es oportuna, sobre todo si consideran que el cambio que produce es para bien. Los más escépticos seguro que aceptan que, cuando menos, mientras estén embarcados en un libro los presos no tendrán tiempo de hacer cosas peores. No conviene olvidar tampoco que la iniciativa ayudará al sector editorial, cada vez más frágil por la crisis: las bibliotecas de esas cuatro cárceles federales tendrán que estar mejor surtidas.

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28 autores eligen sus hijos predilectos

Winston Manrique Sabogal

Este es un viaje a los aleph de 28 escritores a través de sus propias voces. A los lugares elegidos por ellos por condensar lo más representativo, logrado, emblemático o preferido de su creación literaria. Todo en 757 páginas a bordo de  Mil bosques en una bellota (Duomo), un libro a cargo de Valerie Miles después de casi cinco años en los que convenció a estos escritores de crear una especie de autorretrato literario. “Una suerte de testamento en el que a través de sus pasajes elegidos ellos se presentan y dicen: ‘Este soy yo”, resume la editora y periodista neoyorquina cuya relación con la literatura en español va camino de cumplir dos décadas.

Las estaciones del viaje incluyen universos tan conocidos en el mundo como los de Mario Vargas Llosa, Javier Marías, Ricardo Piglia, Ana María Matute, Carlos Fuentes, Juan Marsé, Enrique Vila-Matas, Antonio Muñoz Molina o Juan Goytisolo; así como otros muy prestigiosos en sus países y que merecen más reconocimiento fuera de ellos como Aurora Venturini, Cristina Fernández Cubas, Ramiro Pinilla, Rafael Sánchez Ferlosio, Hebe Uhart o Evelio Rosero.

La antología pretende, en palabras de Miles, hacer una lectura desde la distancia y la extrañeza. “Redibujar parte de la literatura hispanohablante a través de una nueva mirada donde hablan los propios escritores. Dejar a un lado prejuicios, tratar de ir más allá de la tradición, quitarnos el corsé, con un espíritu más lúdico”.

“La nena fue el primer relato de la máquina de contar historias de La ciudad ausente. Por eso lo elijo (…) A veces pienso que lo que he escrito después son en realidad historias de la máquina”, cuenta el argentino Ricardo Piglia sobre la elección de su bellota literaria. ¿Y qué es la bellota en esta antología? Una idea que surge de la frase de Ralph Waldo Emerson: “La creación de mil bosques está en una bellota”, que sirve para reflexionar sobre la manera en que, según Miles, “hay una mente común a todos los hombres y por lo tanto, toda la historia existe en cada hombre, que toda la historia se encuentra plegada en una experiencia individual única”.

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Breve romance de la ausencia

Por Salvador Novo

Único amor, ya tan mío que va sazonando el Tiempo: ¡qué bien nos sabe la ausencia cuando nos estorba el cuerpo!
Mis manos te han olvidado pero mis ojos te vieron y cuando es amargo el mundo para mirarte los cierro.
No quiero encontrarte nunca, que estás conmigo y no quiero que despedace tu vida lo que fabrica mi sueño.
Como un día me la diste viva tu imagen poseo, que a diario lavan mis ojos con lágrimas tu recuerdo.
Otro se fue, que no tú, amor que clama el silencio si mis brazos y tu boca con las palabras partieron.
Otro es éste, que no yo, mudo, conforme y eterno como este amor, ya tan mío que irá conmigo muriendo.

Tomado de: http://www.los-poetas.com/



La crisis abre la puerta a la buena literatura: Vargas Llosa

«Los tiempos malos son tiempos generalmente buenos para la literatura, pues la inseguridad en el mundo real crea una enorme necesidad de tener mundos alternativos», aseguró el premio Nobel de literatura peruano.

Los tiempos de tribulaciones económicas como los que atraviesa España son siempre fecundos para la literatura, tal y como ocurrió en América Latina a mediados del siglo pasado, aseguró este miércoles en Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.

«Los tiempos malos son tiempos generalmente buenos para la literatura», dijo Vargas Llosa en una rueda de prensa en Madrid. «Esa inseguridad en el mundo real crea una enorme necesidad de tener mundos alternativos que nos den seguridad, que nos den orden y un prisma para entender mejor un mundo complejo, caótico, confuso».

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El ruido de un trueno

Por Ray Bradbury

El anuncio en la pared parecía temblar bajo una móvil película de agua caliente. Eckels sintió que parpadeaba, y el anuncio ardió en la momentánea oscuridad:

SAFARI EN EL TIEMPO S.A. SAFARIS A CUALQUIER AÑO DEL PASADO. USTED ELIGE EL ANIMAL NOSOTROS LO LLEVAMOS ALLÍ, USTED LO MATA.

Una flema tibia se le formó en la garganta a Eckels. Tragó saliva empujando hacia abajo la flema. Los músculos alrededor de la boca formaron una sonrisa, mientras alzaba lentamente la mano, y la mano se movió con un cheque de diez mil dólares ante el hombre del escritorio.

-¿Este safari garantiza que yo regrese vivo?

-No garantizamos nada -dijo el oficial-, excepto los dinosaurios. -Se volvió-. Este es el señor Travis, su guía safari en el pasado. Él le dirá a qué debe disparar y en qué momento. Si usted desobedece sus instrucciones, hay una multa de otros diez mil dólares, además de una posible acción del gobierno, a la vuelta.

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El verano del cohete

Por Ray Bradbury

Un minuto antes era invierno en Ohio; las puertas y las ventanas estaban cerradas, la escarcha empañaba los vidrios, el hielo adornaba los bordes de los techos, los niños esquiaban en las laderas; las mujeres, envueltas en abrigos de piel, caminaban torpemente por las calles heladas como grandes osos negros.

Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire tórrido, como si alguien hubiera abierto de par en par la puerta de un horno. El calor latió entre las casas, los arbustos, los niños. El hielo se desprendió de los techos, se quebró, y empezó a fundirse. Las puertas se abrieron; las ventanas se levantaron; los niños se quitaron las ropas de lana; las mujeres se despojaron de sus disfraces de osos; la nieve se derritió, descubriendo los viejos y verdes prados del último verano.

El verano del cohete. Las palabras corrieron de boca en boca por las casas abiertas y ventiladas. El verano del cohete. El caluroso aire desértico alteró los dibujos de la escarcha en los vidrios, borrando la obra de arte. Esquíes y trineos fueron de pronto inútiles. La nieve, que venía de los cielos helados, llegaba al suelo como una lluvia cálida. El verano del cohete. La gente se asomaba a los porches húmedos y observaba el cielo, cada vez más rojo. El cohete, instalado en su plataforma, lanzaba rosadas nubes de fuego y calor. El cohete, de pie en la fría mañana de invierno, engendraba el estío con el aliento de sus poderosos escapes.

El cohete creaba el buen tiempo, y durante unos instantes fue verano en la tierra…

Tomado de: http://www.taller54.com/rb3.pdf



Muere el escritor argentino Héctor Bianciotti, en París

Por Bárbara  Morán

El escritor y periodista falleció en un hospital de París, a los  82 años de edad, luego de una larga lucha contra una enfermedad.

Héctor Bianciotti que nació en Argentina, el 18 de marzo de  1930, trabajo desde muy joven en trabajos editoriales, redactando notas de  lectura y diferentes obras.

Posteriormente se nacionalizó francés, y escribió libros como «La busca del  Jardín», «Sin La misericordia de Cristo» y «El amor no es amado», en los cuales  destacó porque los escribió en francés.

El periodista también escribió autoficciones y libros escritos en español  como «El tratado de las estaciones», con el que ganó en Francia el premio  Medicis.

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Muere el célebre escritor Ray Bradbury

El escritor Ray Bradbury murió en la ciudad de Los Ángeles,  California, a los 91 años de edad, según información divulgada por diversos  medios y confirmada por sus familiares a la agencia Associated Press.
«El  mundo ha perdido a uno de los mejores escritores que ha conocido, y uno de los  hombres más queridos para mí. QPD Ray Bradbury (abuelo Nº 1)», escribió  en  Twitter su nieto, Danny Karapetian.
Su obra más recordada, «Fahrenheit  451» (1953), escrita en plena Guerra  Fría, señala los males de la censura  y el control del pensamiento en un Estado  totalitario. La historia se hizo  mundialmente famosa al ser adaptada al cine  por Francois Truffaut en 1966.
En total, el galardonado escritor escribió casi 600 cuentos y 30  libros,  incluyendo «Crónicas marcianas», una obra acerca de los intentos  humanos por  colonizar Marte y las consecuencias no deseadas de esos  esfuerzos.
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Fallece el escritor mexicano Arturo Azuela

Por Fabiola Palapas Quijas

El escritor mexicano Arturo Azuela murió  a los 74 años de edad, tras una larga enfermedad. La titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, confirmó la noticia en su cuenta personal en Twitter.

Ha muerto Arturo Azuela, quien dirigió la sucursal del Fondo de Cultura Económica en España. Mi más profundas condolencias a su familia.

El escritor, nacido en la ciudad de México el 30 de junio de 1938, fue director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en 1986. Entre sus novelas destacan El tamaño del infierno (1973), una historia de familia que abarca desde la Revolución hasta la matanza de Tlatelolco en 1968; Un tal José Salomé (1975), historia de un pueblo aniquilado por la ciudad; Manifestación de silencios (1979), la historia mexicana de los años 60 y 70, según la experiencia de los intelectuales de su generación; La casa de las mil vírgenes (1983), El don de la palabra (1984) y Estuche de dos violines (1999), novela relacionada con el desarrollo de la música contemporánea.



Gabo está en todos sus cuentos

Por Juan Cruz

Gabriel García Márquez le dijo a Luis Harss, el autor de Los nuestros, la biblia del boom, que aborrecía sus primeros cuentos, los que escribió para El Espectador de Bogotá. Entonces era 1965, dos años antes de que apareciera Cien años de soledad, el que sería Nobel se alimentaba de hierbas y otras esperanzas, y escribía como un poseso mientras hacía cine, periodismo y cumplía otros ritos para alimentarse, para alimentar a sus hijos y para llevarle a Mercedes Barcha, su joven esposa, la tranquilidad que no tuvo el coronel de El coronel no tiene quien le escriba.

Cuando le dijo eso a Harss, García Márquez no hablaba en serio, y de hecho la historia no se lo ha tomado en serio cada vez que dijo que quería dar un escrito a las llamas. Ahora esos cuentos (incluidos en el volumen Ojos de perro azul, sobre todo), y muchos más, aparecen en un solo volumen por primera vez en la historia editorial del prolífico escritor lento de Aracataca. El libro tiene 509 páginas y ha sido publicado, como toda la obra de Gabo, por Mondadori. Está impreso en Barcelona, donde vivió el escritor (en la calle de Caponata), y donde pasan algunas de estas fábulas que despiertan a un muerto, y que por cierto están llenas de muerte, que es el ramaje en el que se desenvuelve, a grandes rasgos, la narrativa de este enorme cuentista.

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