Año 15 No. 657 Octubre 24 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

“Arquitectura profesional se aprende haciendo”: Miguel Montor

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"El arquitecto tiene que tomar las herramientas que le dio la escuela para poder servir a la sociedad”

«El arquitecto tiene que tomar las herramientas que le dio la escuela para poder servir a la sociedad”

 

El reconocido arquitecto participó en la Segunda Semana del Diseño

David Sandoval Rodríguez

La Facultad de Arquitectura realizó, del 18 al 21 de octubre, la Segunda Semana del Diseño, evento organizado por alumnos y académicos, con la intención de acercar destacados profesionales a la comunidad estudiantil.

Entre los ponentes se contó con la presencia de Miguel Montor, quien ha desarrollado su labor arquitectónica en diversos despachos y actualmente forma parte del taller Cargocollective, con el que ha realizado escuelas en el bajío y en la Ciudad de México.

Montor comentó lo que conlleva crear y establecer un taller de arquitectura, qué representan los primeros trabajos y qué eventos han sido significativos en su camino como arquitecto.

Calificó de esencial el comenzar a trabajar cuando todavía era estudiante en el taller de Jorge Ambrosi, donde fue consciente de que “la arquitectura profesional se aprende haciendo”.

Subrayó además la importancia de desarrollar un lenguaje gráfico porque “el medio gráfico es donde el arquitecto se tiene que desenvolver y establecer un lenguaje con el espacio y la luz”.

Sin embargo, comentó que enfrentó una crisis que le hizo cuestionar su capacidad para elaborar proyectos, lo que le llevó a tomarse unas largas vacaciones y conocer la obra del escultor Eduardo Chillida titulada Peine de viento, en la costa rocosa de San Sebastián; a partir de ese encuentro, dijo, su concepción de la arquitectura cambió y se reafirmó como su vocación.

El ponente reconoció que para los egresados de la licenciatura “hay muchísimo trabajo pero siguen buscando donde no deben; hay un mercado gigante para arquitectos donde, obviamente, el grueso de la población no tiene dinero, pero el arquitecto tiene que tomar las herramientas que le dio la escuela para poder servir a la sociedad y debe buscar tener escuelas dignas, viviendas dignas, un urbanismo digno”.

Recordó a los estudiantes que “para tener casas bonitas ya hay muchos arquitectos y poco trabajo, pero para hacer una ciudad digna hay muy pocos arquitectos dispuestos y es donde más trabajo se requiere; entonces, ¿cuál es el escenario del arquitecto? Creo que tenemos una gran oportunidad porque desde hace 30 años vivimos en un país que está en crisis; ahora se está rescatando la academia, hay eventos de este tipo en todo el país y lo vivo en todas las universidades, los jóvenes están interesados en tener una mejor academia, una mejor formación y por ende una mejor ejecución”.

En su taller “no hay un solo proyecto que arranque desde la computadora”, dijo, “son ideas y espacios que se presentan en la cabeza de cualquier persona, son intenciones de espacio, son manchas que dejamos como banderas y que arrastramos durante todo el proceso de diseño”.

El funcionamiento del taller se asemeja a una bitácora, articulado en una serie de palabras convertidas en gráficos que les llevan a desarrollar la idea, acondicionarla y venderla, para posteriormente construirla y que alguien la habite

Al inaugurar el evento, celebrado en el auditorio de la Facultad, María Guadalupe Noemí Uehara Guerrero, directora de Arquitectura, reconoció el esfuerzo de los estudiantes y la colaboración del grupo de investigación “Arquitectónica”, coordinado por el catedrático Alfonso Rodríguez Pulido, quien expresó que es un “evento de estudiantes para estudiantes, lo cual nos enorgullece mucho porque nos habla de una capacidad de autogestión que es muy deseable y recomendable”.

Durante la semana también se presentaron Pablo Kobayashi, Jorge Arvizu, Luis Aldrete e Ilkka Törmä, quienes impartieron conferencias magistrales y talleres.

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