Año 15 No. 643 Junio 20 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Niños fortalecen su talento en el CIMI

Contenido 29 de 34 del número 643
Lorena Arrieta y Miriam Vázquez con sus alumnos

Lorena Arrieta y Miriam Vázquez con sus alumnos

Participaron estudiantes entre los siete y 12 años

Participaron estudiantes entre los siete y 12 años

Un músico se forma estudiando y en el escenario

Un músico se forma estudiando y en el escenario

También estimulan su sensibilidad y habilidades cognitivas

Durante ocho semestres aprenden coro, solfeo, notación musical y a tocar algún instrumento

Paola Cortés Pérez

Es una maravilla que la Universidad Veracruzana (UV) cuente con el Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI), así todos los niños tienen la oportunidad de desarrollar sus talentos, expresó la señora Susana Paz, madre de familia.

Destacó que son muchos los padres de familia que desean que sus hijos reciban una educación musical al considerar que ésta fortalece su inteligencia y sensibilidad.

Respecto a los requisitos para ingresar al centro, Lorena Arrieta Pardo y Miriam Vázquez Montano, profesoras del CIMI, dijeron que lo recomendable es que los niños tengan siete años, sepan leer y escribir, y no es necesario que tengan conocimientos musicales previos.

“Se les aplica un examen de aptitudes muy básico que consiste en repetir ritmos y notas musicales con su voz, con la finalidad de encauzar a los niños”, detalló Miriam Vázquez.
Explicó que a lo largo de ocho semestres los estudiantes aprenden coro, solfeo, lectura de notas e instrumentos musicales (violín, piano, guitarra, violonchelo, clarinete, trompeta, flauta transversa, percusiones y arpa) que son asignados de acuerdo a sus aptitudes.

Ambas coincidieron en decir que para estudiar música es fundamental que los niños tengan amor por ella, “a los padres de familia les recomendamos que la disciplina la vuelvan un hábito de estudios para alcanzar los objetivos planteados en el primer semestre.

”También les recomendamos que no obliguen a los niños a tomar clases de música si no están interesados, hay otras actividades que pueden hacer; a la música se le tiene que entrar con muchísimo amor, si no suele ser contraproducente.”

Para concluir el semestre, el CIMI llevó a cabo un recital de piano en el que participaron seis niños que cursan diferentes semestres, de edades entre los siete y 12 años, pero principalmente “es un aliciente para que los niños continúen sus estudios, adquieran más tablas para dominar el escenario. Un músico se forma en dos puntos: estudiando y en el escenario”, expresó Miriam Vázquez.

La música desarrolla habilidades cognitivas
Lorena Arrieta afirmó que la música desarrolla en los niños la sensibilidad y muchas habilidades cognitivas, “aprenden el lenguaje musical, la lectura de distintos signos musicales, se hacen sensibles no sólo a la música sino a la apreciación de las artes en general”.

La señora Susana Paz contó que decidió inscribir a su hija en el CIMI porque había escuchado que la música les abre los sentidos y así mejoran en sus estudios, “una amiga fue quien me recomendó el centro e incluso ella me sacó la ficha, finalmente mi hija logró entrar”.

Como mamá, externó, ha sido una prueba de resistencia: todos los días estudia con su hija, la lleva puntualmente al centro, va por ella al terminar sus clases, “hacemos esto y más por ellos, porque vemos que es una actividad que disfrutan, es una tarea pesada pero vale mucho la pena”.

Comentó que desde que su hija empezó a estudiar en el CIMI se ha vuelto una persona más sensible, tiene facilidad para las matemáticas, así como mayor concentración y paciencia, además ha mejorado mucho en sus estudios.

Recordó que desde pequeña tenía el gusto por la música, actualmente cursa el quinto semestre con la especialidad en piano, y ha notado que tiene la intención de continuar con sus estudios musicales.

“Antes de venir al recital le dije que éste sería su penúltimo concierto, inmediatamente me respondió ‘no mamá, a lo mejor entro a la Facultad de Música’ ”, dijo con una gran sonrisa.
Al preguntarle sobre la primera vez que vio a su hija en el escenario, dijo: “Fue muy emocionante y ambas nos ponemos muy nerviosas, pero es hermoso ver que supera el miedo y enfrenta el escenario para demostrar sus habilidades.”

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