Cultura

Franko Schmidt compartió vivencias como discípulo de Pina Bausch

  • El coreógrafo, bailarín y director conversó con el alumnado de la Facultad de Danza de la UV 
  • Prepararon un montaje de fragmentos de la obra Kontakthof, pieza emblemática de la coreógrafa alemana 

 

Franko Schmidt, coreógrafo e integrante de la Tanztheater Wuppertal de Pina Bausch

Franko Schmidt, coreógrafo e integrante de la Tanztheater Wuppertal de Pina Bausch

 

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: César Pisil Ramos

02/10/2025, Xalapa, Ver.- Franko Schmidt, integrante del estudio de Pina Bausch (1940-2009), realiza una estadía de tres semanas en la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV), donde imparte un taller y ensaya un montaje de fragmentos de la pieza Kontakthof, creada en 1978 y que marcó un hito en los escenarios europeos. 

El director, coreógrafo, bailarín e intérprete, dio una charla a las y los estudiantes de Danza en donde compartió el impacto personal y para su formación que le causó ver por primera vez la obra, siendo estudiante, en París durante 1996. 

Antes de comenzar este diálogo dijo sentirse muy emocionado por regresar a la UV, encontrarse con personas que estuvieron la primera vez que la visitó en 2006 y agradeció tener la oportunidad de trabajar con un grupo de estudiantes. 

Para él, llegar a formar parte de la Tanztheater Wuppertal, la compañía dancística de Bausch, fue una ambición que tuvo desde muy joven, cuando pudo ver algunas de sus presentaciones siendo estudiante de danza, tanto en Hamburgo como en la capital francesa, y quedó profundamente conmovido.

El bailarín y director conversó en la Facultad de Danza con sus alumnos

El bailarín y director conversó en la Facultad de Danza con sus alumnos

 

“Fue una revelación que me llevó a las lágrimas y pude ver que muchos espectadores, al igual que yo, estaban en llanto, esa experiencia me marcó profundamente”, afirmó. 

La pieza original de Kontakthof tiene una duración de dos horas y media, por lo que para el montaje que realizará con estudiantes de la UV tomó fragmentos y buscó darles una coherencia narrativa, hecho que, reconoció, le generó dificultades, tanto emocionales como disciplinares, al cobrar conciencia de que estaría retirando momentos de la representación que su autora consideró como una obra completa. 

También confesó que su impaciencia al realizar las labores de director contrasta totalmente con la paciencia que tenía Bausch, quien dijo que podía pasar horas observando a los bailarines, permitiéndoles improvisar y generando un espacio seguro para sus propuestas, lo que facilitaba la naturalidad de sus interpretaciones. 

Se tuvo que forzar a no ser impaciente con el proceso, hecho que para él ha sido una enseñanza; no obstante, advirtió que vino a enseñar y dependerá de cada uno de los participantes el que aprendan y absorban algo de la experiencia.

Como parte de su estancia de tres semanas, imparte un taller en la facultad y elabora el montaje de fragmentos de Kontakthof

Como parte de su estancia de tres semanas, imparte un taller en la facultad y elabora el montaje de fragmentos de Kontakthof

 

“Yo entrego lo que soy y depende de los estudiantes si aprenden o no, cada quien toma lo que puede y el trabajo del bailarín es aprender a aprender, mientras que el trabajo del profesor es enseñar”. 

Con relación al montaje de los fragmentos de Kontakthof que realizarán en el marco del 50 aniversario de creación de la Facultad de Danza, reconoció no tener todo el tiempo que hubiera deseado para trabajar como Bausch con las y los jóvenes, “pero estoy feliz de estar nuevamente aquí”. 

Sobre la obra, agregó que cuando se estrenó en Alemania en 1978 fue recibida con una gran respuesta del público y la comunidad escénica, tanto que directores de teatro acudían a verla por su combinación de música, danza, improvisación, ruptura con el canon y el mensaje que compartía, cualidades que la siguen consolidando como una de las representaciones más emblemáticas de la creadora germana.