• Saúl Fuentes, de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad (MEIS), subrayó la importancia de que estudiantes de posgrado se vinculen con colectivos de la sociedad civil 

• Sistematizó prácticas del Colectivo de Aprendizaje en Alimentos Sanos, que surgió en 2020 y hoy integra a 178 familias en 22 municipios de la zona metropolitana de Oaxaca 

Saúl Fuentes, egresado de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad

 Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios y cortesía Saúl 

 24/09/2025, Xalapa, Ver.- Atender la dependencia del sistema alimentario mundial y replantear la relación con los alimentos, la tierra y la comunidad fue el propósito central del proyecto que impulsó Saúl Fuentes Olivares, egresado de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad (MEIS) de la Universidad Veracruzana (UV). 

A través de su colaboración con el Colectivo de Aprendizaje en Alimentos Sanos (CAAS), subrayó que estas experiencias muestran la importancia de que los estudiantes de posgrado se vinculen con colectivos y organizaciones de la sociedad civil para compartir saberes y fortalecer procesos comunitarios. 

Integrantes del Colectivo de Aprendizaje en Alimentos Sanos (CAAS)

Contó que el colectivo surgió en 2020, durante la pandemia por COVID-19, como un llamado de atención a la dependencia al sistema alimentario mundial; mientras que la colaboración inició con una convocatoria abierta en redes sociales y espacios comunitarios, a la que respondieron en un inicio 35 familias. 

Para 2023, el número se incrementó a 178, con presencia en los 22 municipios de la zona metropolitana de Oaxaca: “Buscamos volver a ser comunidad en un contexto urbano donde el individualismo y los empleos nos han separado de la tierra y de las personas”, subrayó. 

El CAAS realizó talleres sobre cultivos, elaboración de abonos y rescate de semillas nativas, entre otras actividades

Entre las actividades desarrolladas destacaron talleres sobre cultivos, elaboración de abonos, rescate de semillas nativas, preparación de fermentos, conservas y técnicas tradicionales de nixtamalización. 

También se impulsó el tequio, práctica comunitaria oaxaqueña basada en el trabajo colectivo y la ayuda mutua, así como visitas domiciliarias para el acompañamiento técnico y el intercambio de saberes. 

También participaron en un taller sobre pomadas y aceite cannábico

“Llegamos a realizar hasta 90 talleres en un año, todo de manera voluntaria, lo que permitió recuperar conocimientos y fortalecer vínculos”, compartió. 

El trabajo del CAAS continúa vigente y en los últimos años ha incorporado temáticas como el manejo sustentable del agua y los residuos, a través de biofiltros, baños secos y captación pluvial. Además, se ha articulado con movimientos locales como el Observatorio Comunitario del Agua en los Valles Centrales y la campaña “Oaxaca sin chatarra”. 

El colectivo surgió en 2020, durante la pandemia por COVID-19

Fuentes Olivares resaltó que la MEIS le permitió mirar estos procesos desde la investigación-acción participativa y la educación popular, reconociendo que los saberes académicos deben dialogar con los comunitarios.  

“Se trata de una justicia epistémica, de reconocer que el saber del otro también es igual de importante y que juntos podemos construir futuros mejores y posibles en este planeta”, puntualizó. 

El CAAS hoy integra a 178 familias en 22 municipios de la zona metropolitana de Oaxaca

Subrayó la necesidad de “seguir recuperando aprendizajes y hacer pausas para reflexionar, con el fin de aportar a otros movimientos sociales que enfrentan problemáticas similares en distintos contextos”. 

Desarrollo e instalación de un biofiltro