• La Universidad Veracruzana (UV) llevó a cabo el conversatorio “Caminos andados y por andar: perspectivas de la antropología histórica en el siglo XXI” 

José Francisco Javier Kuri Camacho, investigador del Instituto de Antropología UV

Jorge Vázquez Pacheco 

Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo 

23/10/2025, Xalapa, Ver.- La Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV) llevó a cabo el conversatorio “Caminos andados y por andar: perspectivas de la antropología histórica en el siglo XXI”, en donde se resaltó su naturaleza interdisciplinaria y flexible, sus desafíos en la difusión y reconocimiento en diferentes contextos, así como la necesidad de traducir su conocimiento para impactar en políticas públicas y la ciudadanía. 

Alexandra Hernández Borja, antropóloga por la Universidad de Brasilia y doctora en Estudios Culturales por el Colegio de la Frontera Norte de Tijuana; Sandra Rosaldo Sánchez, licenciada en Antropología Histórica por la UV y con maestría en Museología por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY); Martín Orlando Domínguez Rascón, antropólogo por la UV y músico ejecutante de fagot, fueron los participantes, moderados por Francisco Javier Kuri Camacho, investigador del Instituto de Antropología UV. 

Alexandra Hernández Borja, antropóloga por la Universidad de Brasilia

Alexandra Hernández expuso que la antropología histórica ofrece herramientas teóricas y metodológicas útiles para comprender problemáticas del pasado y presente, permitiendo una formación flexible e interdisciplinaria; asimismo, dijo que la antropología es capaz de aportar para entender procesos estructurales en contextos sociales, históricos, económicos y culturales. 

En Baja California, donde no existe una carrera de antropología, “las políticas públicas no consideran a la cultura como un elemento importante para el bienestar social, entendiéndola como alta cultura”. 

De este modo, el reto es comunicar las herramientas antropológicas para influir en la creación de políticas públicas y educativas; además, propuso introducir la perspectiva de la antropología histórica en materias de otras facultades, así como en la enseñanza media, para sensibilizar sobre las realidades y problemáticas socioculturales. 

Hernández Borja enfatizó la necesidad de generar redes y proyectos a distancia, especialmente en regiones donde la antropología histórica no tiene una fuerte presencia. 

Sandra Rosaldo Sánchez, antropóloga por la UV y maestra en Museología por la Universidad Autónoma de Yucatán

Por su parte, Sandra Rosaldo habló de los desafíos y aportes; mencionó que las ciencias sociales son más pertinentes y necesarias que nunca, ya que enfrentan el riesgo de desaparecer. La antropología histórica dialoga con campos emergentes como la gestión, animación y mediación sociocultural, con aportes al desarrollo comunitario, la psicología social, turismo y patrimonio, comentó. 

Indicó que la antropología histórica debe aportar su marco teórico-epistemológico-conceptual a estos campos emergentes y, a su vez, abrirse a las metodologías de intervención que estos han desarrollado. Propuso exportar el modelo de la Academia de Antropología Histórica de la UADY para que otras disciplinas puedan aprender de él. 

La trascendencia en música y musicología 

Martín Orlando Domínguez dijo que la adaptación a las condiciones del entorno es crucial, especialmente al trasladarse a otras regiones del país con diferentes escuelas de pensamiento y formas de entender la antropología y la historia. 

“En Chihuahua, la antropología histórica es poco conocida y a menudo se confunde con etnografía histórica, lo que requiere de un esfuerzo de difusión de la disciplina y sus condiciones de reflexión”. 

Martín Orlando Domínguez Rascón, antropólogo por la UV y músico ejecutante de fagot

Expresó que la antropología histórica, con su maleabilidad y sentido ecléctico, puede subsanar carencias en campos disciplinares existentes, como la falta de historiografía de la vida cotidiana o de mentalidad, particularmente en Chihuahua. 

“En música y musicología, el carácter ecléctico de la antropología histórica aún no es bien admitido. Con relación a la política pública, surgen problemáticas de gestión y traducción del posicionamiento teórico y metodológico”. 

Domínguez Rascón mostró interés en cómo se conformaría una disciplina de antropología histórica a nivel nacional, sumando reflexiones de distintas regiones; propuso la continuidad en publicaciones para difundirla en círculos académicos y entre estudiantes de otras especialidades interesados.