- Egresados de la quinta generación del Diplomado en Teatro Aplicado a la Resiliencia Común-Unitaria, escenificaron la historia de vida de Miguel Acosta, músico de 99 años de la comunidad El Espinal, municipio de Naolinco

María Sicarú Domínguez, Rosalinda Esther Ulloa y Laura Luna Gómez, llevaron el teatro espontáneo a la comunidad El Espinal, del municipio de Naolinco
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: César Pisil Ramos
12/06/2025, Xalapa, Ver.- Estudiantes del Diplomado Teatro Aplicado a la Resiliencia Común-Unitaria que oferta la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana (Orteuv), realizaron una práctica escénica en la comunidad El Espinal, perteneciente al municipio de Naolinco, en la que escenificaron la historia de vida del lugareño Miguel Acosta.
A sus 99 años, Miguel Acosta se ha distinguido en su comunidad por ser ejecutante de un instrumento poco conocido como tal, el cántaro, recipiente generalmente de barro o metal de boca estrecha, utilizado para transportar o guardar líquidos, pero que el músico le da un uso extra.
Rosalinda Esther Ulloa, actriz de la Orteuv y coordinadora del diplomado, explicó que este tiene como característica que sus estudiantes y egresados se adaptan a cualquier lugar e improvisan para escenificar historias de vida que les son contadas. Tal es el caso de Miguel Acosta que a su edad baila, canta y toca son jarocho con el cántaro, lo que motivó a los estudiantes universitarios a escenificar su vida a manera de homenaje, y es esta una forma de acercar el teatro a las comunidades, porque se interactúa con los habitantes.
Al término de actividades de la quinta generación del diplomado, sus 11 alumnos se trasladaron a la comunidad El Espinal, en donde ellos mismos crearon los dispositivos escénicos y dirigieron; “fue como su práctica de intervención para su graduación, utilizando los recursos aprendidos”, dijo.

A sus 99 años de edad, Miguel Acosta continúa tocando el cántaro como instrumento musical
El público cuenta las historias y los alumnos las improvisan devolviéndoles la misma historia, pero teatralizada.
Laura Luna Gómez, alumna del diplomado y de formación psicóloga clínica, considera que el teatro es una herramienta terapéutica excelente, “es un espacio que te permite ser creativo, expresarte, y en el tipo de teatro que se aborda en el diplomado fluyen las narrativas, no hay un guion y el público se vuelve protagonista, es una experiencia formidable”.
En tanto, para María Sicarú Domínguez Gómez, antropóloga social, participar en esta puesta fue una experiencia enriquecedora, considera que el diplomado le ayudó a unir la crítica social con el pensamiento social, y en la práctica les permitió vivir lo que es el teatro espontáneo.

Estudiante del Diplomado Teatro Aplicado a la Resiliencia Común-Unitaria que oferta la Orteuv, acercan el arte a la comunidad
Coincidió que “escuchar las historias de las personas y devolvérselas en arte a partir del teatro fue maravilloso porque las personas pueden ver sus propias historias, pero escenificadas”.
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