• En varias sesiones y con población aledaña de las colonias de la periferia 

• Dos de los entrevistados fueron estudiantes de movilidad nacional que cursaron tres semestres en la UV 

Leonor Flores, Leonardo David Juárez, Abigail Astrid Armenta y Ana Cristina Cortés, integrantes de la Facultad de Música

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: César Pisil Ramos 

03/07/2025, Xalapa, Ver.- Alumnos de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV), algunos de ellos que cursan un semestre de movilidad nacional, visitaron centros comunitarios de Xalapa e impartieron talleres a habitantes de colonias de la periferia capitalina. 

Ana Cristina Cortés Bagatella, estudiante del décimo semestre de la Licenciatura en Música de la UV, así como Leonardo David Juárez Olín y Abigail Astrid Armenta Jiménez, alumnos del décimo semestre de la Licenciatura en Música por la Universidad Autónoma de Hidalgo, quienes realizan su tercer semestre de movilidad en la UV, compartieron su experiencia de participar en esta dinámica con la sociedad. 

Cortés Bagatella reconoció que nunca había participado con un cuarteto y para la experiencia en los centros comunitarios se integró un conjunto de cinco personas, cuatro de ellas eran estudiantes de movilidad nacional. 

“Cuando yo iba a la clase de ensambles era raro encontrar a dos o tres violines en el mismo curso y esta vez que tuve la oportunidad pues me uní a todos ellos, éramos un quinteto y todos eran de movilidad.”

Las estudiantes y la profesora, acompañados por Donají Callejas del Callejo y Julio César Sánchez Hernández de la DGV

“Me gustó mucho participar en estos eventos porque es una manera, justamente de llevar la música hasta estos niños que, por lo que nos comentaban sus profesores, es muy extraño que entren en contacto con conciertos o con algún tipo de evento cultural en general”, expresó respecto a su experiencia. 

En tanto, Juárez Olín comentó: “Fue algo muy grato pues los profesores y los muchachos de esa zona nos comentaban que de repente ellos no tienen mucho acceso a este tipo de eventos”. 

Señaló la posibilidad de interacción y diálogo que brindan este tipo de eventos al estar tan cerca del público, que observan desde su llegada y los preparativos que realizan tales como afinar los instrumentos y hacer la prueba de sonido.

“Se vuelve un poquito más íntimo, lo cual para ellos es muy atractivo y para nosotros muy enriquecedor porque es una oportunidad, es un campo laboral también para los músicos; es una manera de reforzar la cuestión cultural aquí en Xalapa”, agregó.

Leonor Flores, catedrática de la Facultad de Música, agradeció el apoyo de los jóvenes, sus profesores y directivos, así como de las autoridades universitarias y la DGV

Por su parte, Abigail Armenta dijo que le sorprendió que, a pesar de la vasta oferta cultural de la ciudad, esta no llega a la periferia y los recintos y actividades se concentran en zonas como el centro o alrededor de las facultades de la UV. 

“Veo que en Xalapa casi todos los eventos se centralizan, siento que no se exterioriza tanto, pero en general me gustó mucho esta actividad. Si tuviera la oportunidad de quedarme otro semestre, seguiría participando en actividades de esta naturaleza.” 

Ana Cristina Cortés relató que las sesiones fueron muy enriquecedoras porque muchos de los asistentes no habían visto instrumentos como el cello o la viola, preguntaban cómo se tocaba y para qué servían sus partes; recordó también que al principio se mostraban distantes, pero conforme avanzaban las dos horas de sesión adquirían confianza para preguntar y compartir sus sensaciones. 

“Creo que eso fue lo más bonito, que al momento de estar tocando ellos vivan o vean esa experiencia, eso ya les cambia el chip, esa noción de decir, ‘ah mira, esto es distinto, no lo había tenido cerca, no lo había conocido y me gustó’.”

El acercamiento con niños y adolescentes se dio en tres centros comunitarios de las colonias Arroyo Blanco, Del Moral y Constituyentes

Leonardo Juárez dijo que le hace muy feliz tocar para jóvenes y niños, volviéndose algo muy didáctico: “Al principio son como huraños, pero ya después se empiezan a abrir y te preguntan cosas, incluso a veces uno dice: ‘oye, nunca me habían planteado eso, nunca me han preguntado eso’, y es ahí cuando empieza a surgir una dinámica muy diferente”. 

Armenta Jiménez reconoció que este tipo de experiencias han sido muy significativas: “Me llevo cosas muy bonitas, he aprendido mucho, al momento de llegar fue una experiencia totalmente distinta, pero me quedo con recuerdos muy bonitos; la verdad, a veces el hecho de hablar de ellos me da nostalgia, porque el recibimiento fue muy ameno, muy bonito, incluso con los maestros, con los alumnos en general, me divertí mucho, aprendí mucho. Hablando del aspecto técnico y del instrumento, creo que mejoré varias cosas, también como persona, porque uno siempre tiene que mejorar”. 

Acompañando a las jóvenes, Leonor Flores Hernández, académica de la Facultad, compartió que estos talleres están pensados como un primer acercamiento hacia el arte, específicamente la música, y la idea fue que conocieran diferentes instrumentos, de cuerdas, de alientos, de percusiones, fomentando la curiosidad, el interés y el gusto por la música. 

Participaron aproximadamente 20 estudiantes y se dieron los talleres en tres centros comunitarios de las Colonias Arroyo Blanco, Del Moral y Constituyentes.

Alumnos de la Facultad de Música de la UV impartieron talleres a habitantes de colonias de la periferia capitalina

“En algunas ocasiones era realmente bonito sorprenderse, pues así como había estudiantes, de repente llegaba una señora con un bebé y niños pequeños a quienes les llamaba mucho la atención; entonces venían las preguntas y la curiosidad, porque también como madres de familia les interesa saber cuánto cuestan los instrumentos, pensando en que tal vez al niño le gusta y para apoyarlo en una actividad recreativa”, relató la académica. 

Subrayó que la experiencia es una práctica enriquecedora para ambas partes, sobre todo a los alumnos pues les sirve enormemente tocar para un público, convivir y hablar con él, “eso les refuerza mucho el trabajo que han llevado en las aulas, en sus casas y la práctica que han tenido; es un ganar-ganar para ambas partes”. 

La catedrática agradeció el respaldo institucional a la iniciativa, desde las y los estudiantes que se animaron a participar y el empeño mostrado en las interacciones con las comunidades, los profesores y directivos de la facultad, quienes permitieron a los jóvenes organizarse para los ensayos, la creación de los ensambles y las salidas, así como también el apoyo, cuidado y seguimiento por parte de la Dirección General de Vinculación (DGV) y de las autoridades de la Rectoría. 

Donají Callejas del Callejo, responsable del área de temas transversales en la DGV, compartió que esta se creó recientemente con la intención de atender tópicos como la sustentabilidad y la difusión de las artes.

Los estudiantes, algunos de ellos de movilidad nacional, compartieron su experiencia de participar en esta dinámica con la sociedad

Con la actividad realizada se busca fomentar las interacciones que permitan a las y los universitarios estar en espacios reales y enfrentarse a retos, a problemáticas o situaciones que aporten a la aplicación de su conocimiento y sus habilidades, pero al mismo tiempo a la generación de nuevos saberes y habilidades, a través de una formación integral que llevan en la UV. 

Esta área busca potenciar este tipo de vinculación, que además le gusta mucho a las personas y a los estudiantes, tiene muy buena aceptación y es parte de la responsabilidad social universitaria que realiza la institución, recalcó la funcionaria, quien agradeció el apoyo de Julio César Sánchez Hernández, responsable de temas de sustentabilidad en la DGV. 

Finalmente, invitó a profesores y alumnos interesados en realizar vinculación con las comunidades –tanto aledañas a la capital como en la periferia– a contactar o acudir a la DGV, ubicada en la Unidad Central de Rectoría, y al área de temas transversales, donde se les puede brindar apoyo y asesoría, al contar con la experiencia como los contactos requeridos para llevar a cabo actividades fuera de la máxima casa de estudios.

Las sesiones fueron enriquecedoras, tanto para los integrantes de la comunidad como para los músicos