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Iniciativa “Buen vivir” enfrenta la crisis sociológica global

  • Juliana Merçon dictó conferencia en el IX Congreso Tequio Virtual 

 

Juliana Merçon habló sobre la propuesta sudamericana “Buen vivir” para contrarrestar la actual crisis civilizatoria

Juliana Merçon habló sobre la propuesta sudamericana “Buen vivir” para contrarrestar la actual crisis civilizatoria

 

Paola Cortés Pérez

11/12/2020, Xalapa, Ver.- La propuesta llamada el “Buen vivir” es un mecanismo para transitar del padecer al hacer, ante la crisis sociológica global que se vive en la actualidad, comentó Juliana Merçoninvestigadora titular en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana (UV), al participar en el IX Congreso Tequio Virtual “Diálogos desde la nueva normalidad, retos y oportunidades”. 

El pasado 3 de diciembre impartió la conferencia “Economía social y buen vivir: una mirada hacia los procesos de fortalecimiento de iniciativas de economía solidaria locales”, a través de la plataforma digital Zoom y transmitida por Facebook Live. 

Advirtió que vivimos en un periodo de crisis sociológica global, una crisis de múltiples divisiones interconectadas, se trata de una crisis del modelo civilizatorio con muchos impactos en las funciones ecológicas del planeta que habitamos. 

“Esta crisis se muestra a través del cambio del clima, ciclos del agua, en alimentos, en contaminación de suelos, pérdida de biodiversidad, energética, cultural (alarmante la pérdida de diversidad cultural), se ha intensificado la pobreza e incrementan las desigualdades, y por ende la salud.” 

Ante un panorama nada alentador, la universitaria dijo que debe transitarse del padecer al hacer; es decir, sumar esfuerzos para generar cambios positivos, como otras formas o nuevas corrientes de relación entre humanos y naturalezauna de ellas es la propuesta llamada el “Buen vivir”. 

Es un regulador que nos invita a enfocarnos en el bienestar comunitario que, en el desarrollo económico, da énfasis en la participación y creatividad social, y en una economía regulada por la solidaridad, la justicia social y ambiental. 

Nace de la sabiduría quechua y aimara, con el involucramiento de académicos, organizaciones no gubernamentales y se ha infiltrado en las políticas públicas como una visión de construcción de otras formas de atención al bienestar social. 

Mencionó que para promover el buen vivir y el bienestar colectivo, se necesita transitar hacia otros paradigmas económicos. En la actualidad existen varias propuestas teórico-prácticas de las que se puede aprender: economía ecológica, del bien común, colaborativa, de la felicidad, circular y solidaria. 

Por último, dijo que la fortaleza de esta propuesta es la autogestión y autonomía, la activación de fuerzas solidarias locales, la promoción de la agroecología y los cambios en el paisaje socio-ecológico. 

Como debilidad, indicó, al permanecer como iniciativas locales pueden ser frágiles hacia su relación con las políticas del Estado y del mercado económico actual.