• Lucía Martínez Mota, del Instituto Nacional de Psiquiatría, ofreció conferencia en el Simposio Internacional de Neuroetología UV 

• Disertó sobre “Estrógenos y aminoestrógenos en los trastornos afectivos”    

La investigadora Lucía Martínez Mota ofreció la conferencia “Estrógenos y aminoestrógenos en los trastornos afectivos”

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: César Pisil Ramos

12/11/2025, Xalapa, Ver.- Debido a su influencia directa en la función cerebral y los neurotransmisores, los aminoestrógenos  juegan un papel crucial en los trastornos afectivos de las mujeres, afirmó Lucía Martínez Mota, investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz”, durante su participación en el Simposio Internacional de Neuroetología. 

En el evento realizado en la Sala Anexa de Tlaqná y organizado por el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), la investigadora disertó sobre “Estrógenos y aminoestrógenos en los trastornos afectivos”.  

Martínez Mota dio a conocer que las fluctuaciones entre sus niveles se asocian con un mayor riesgo de desarrollar depresión y otros problemas de salud mental, de manera particular durante la pubertad, el ciclo menstrual, posparto y menopausia.   

Compartió que las mujeres tienen el doble de probabilidad que los hombres de desarrollar depresión y se considera que las diferencias hormonales son un factor clave; los estrógenos modulan la actividad de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina, afectando factores neurotróficos cerebrales que influye en el estado de ánimo y la cognición, aunque también pueden incidir en la respuesta inflamatoria y la actividad metabólica del cerebro.

La Sala Anexa de Tlaqná fue sede del evento académico de talla internacional

La disminución de los niveles de estrógeno puede provocar cambios de humor, irritabilidad y episodios depresivos, especialmente en mujeres con antecedentes de depresión mayor; etapas como la 

transición menopáusica se caracterizan por fluctuaciones significativas de estrógeno y son un factor de riesgo conocido para los trastornos depresivos. 

El síndrome disfórico premenstrual se asocia con una rápida caída de estrógenos, causando síntomas afectivos y de ansiedad severos. 

Resaltó que el término aminoestrógenos puede propiciar confusión terminológica, ya que los estrógenos son hormonas esteroideas (derivadas del colesterol) y no aminoácidos o aminas biogénicas, influyen en estas (como la serotonina) pero no son aminoestrógenos per se.

Cambios hormonales a lo largo de la vida y su impacto en la salud mental

Es posible que se refiera a la interacción entre los estrógenos y la neurotransmisión serotoninérgica, donde modulan la función de la serotonina y otros neurotransmisores para mejorar el estado de ánimo; algunos tratamientos para los trastornos afectivos en mujeres implican el uso de estrógenos exógenos o terapias que estabilizan los niveles hormonales, aunque los resultados pueden variar y se requiere un ajuste cuidadoso de la medicación. 

Lucía Martínez, quien obtuvo su Maestría en Neuroetología en la UV, puntualizó que los estrógenos tienen un impacto significativo en la salud mental y los trastornos afectivos a través de complejos mecanismos neurobiológicos, sus fluctuaciones cíclicas o relacionadas con la edad confieren una mayor vulnerabilidad a las mujeres para desarrollar estas condiciones. 

Mencionó que indicadores de estrogenicidad y los cambios hormonales periféricos sugieren que los aminoestrógenos son más seguros que el estradiol; estos efectos son modulados por la edad y la condición endocrina de las hembras; además, podrían constituir una alternativa terapéutica para tratar síntomas de trastornos afectivos y su comorbilidad con ansiedad, en estados hormonodeficientes como la menopausia. 

La investigadora también refirió que las mujeres registran mayor prevalencia de depresión y ansiedad que los hombres a nivel mundial, lo que sugiere la probable existencia de factores biológicos, sociales y psicológicos.

Los estrógenos tienen un papel crítico en la reproducción, la diferenciación y la homeostasis

Estos, dijo, son trastornos psiquiátricos comórbidos que dificultan la respuesta a tratamientos, que en muchos casos requieren de un abordaje más complejo; se le adjudica que la base biológica tiene gran importancia por las hormonas sexuales características del sexo femenino que fluctúan a lo largo de su vida.