Reportaje

Estudiantes de Estados Unidos se interesan en la cultura mexicana

  • Durante cinco días avanzaron más que en varios años de clases en su país natal
  • Para ellos, conocer la historia de la esclavitud africana en Veracruz fue conmovedor

 

Los alumnos del programa Instituto Internacional de Liderazgo Juvenil

Alumnos del programa Instituto Internacional de Liderazgo Juvenil (IYLI por sus siglas en inglés)

 

David Sandoval Rodríguez

 

Xalapa, Ver. 26/09/2016.- Cinco estudiantes provenientes de varias preparatorias de Nueva York, Estados Unidos (EEUU), fortalecieron su español y conocieron la cultura mexicana como parte de una experiencia que les ofrece la Escuela para Estudiantes Extranjeros (EEE) de la Universidad Veracruzana (UV).

En cinco días, un curso adecuado a sus necesidades específicas les permitió efectuar entrevistas entre los capitalinos hablando español y conociendo a los jóvenes que asisten al Centro de Estudios de Jazz de la UV (Jazzuv).

Se trata de estudiantes que forman parte de un programa denominado Instituto Internacional de Liderazgo Juvenil (IYLI, por sus siglas en inglés), cuyo propósito es enviar a adolescentes a diferentes países donde hubo esclavos africanos para estudiar cómo han influido a sus respectivas culturas.

“Venimos aquí a ver cómo influyeron en la cultura, el arte y la comida, también a estudiar español con Emilio Sánchez Menéndez, coordinador académico de la EEE de la UV”, explicó Yolanda Fordham Villegas, responsable del programa y directora del Liberty Partnership Program de la Universidad de Nueva York.

Parte de su estancia consiste en realizar además una etnografía sobre los lugares que van conociendo, para ello salieron a las calles de Xalapa a entrevistar -en español- personas en diversos lugares públicos del Centro Histórico.

Con la ayuda y asesoría del profesor Emilio Sánchez, durante tres días levantaron la encuesta con el fin de conocer cómo África ha influido en el arte y la cultura de la región.

Emilio Sánchez Menéndez, coordinador académico de la EEE

Emilio Sánchez Menéndez, coordinador académico de la EEE

 

En Xalapa estuvieron 11 días, con los cuales concluyeron su visita de un mes al país, donde conocieron diversos lugares, desde la Ciudad de México y Teotihuacán, que dejó una profunda impresión en todos ellos, hasta las plantaciones de tabaco y fruta en la región de Los Tuxtlas, donde visitaron el pueblo de Yanga y el puerto de Veracruz.

Ninguno de ellos conocía Xalapa y fue en esta ciudad donde pasaron más días que en cualquier otro sitio.

Fordham Villegas agradeció el apoyo de Emilio Sánchez y Nora Basurto Santos, directora de la EEE; asimismo, explicó que dos de ellos habían estudiado el español en sus respectivas escuelas –entre cuatro y cinco años–, sin embargo consideraron que la estancia y la forma de acercarse a la ciudad fue la mejor clase del idioma que hayan recibido.

Cuatro de ellos habían viajado a otras naciones con anterioridad, pero para los cinco ésta fue su primera vez en México, por ello recalcó: “Estamos aquí también para iniciar una relación entre ambos países, porque desde hace 10 años no se realizan visitas de este tipo, esperamos que se siga con este plan y hay muchas posibilidades de realizar nuevamente esta experiencia con jóvenes de bachillerato que acudan a la EEE”.

Jorge López, asistente del programa IYLI, refirió que personalmente la visita a la localidad de Yanga fue muy emotiva y significativa: “Caminar los mismos senderos que mis ancestros y recorrer el lugar tuvo un impacto profundo en mí, constatar las condiciones en que vivían y conocer la historia de su liberación fue algo que nunca imaginé. Estaba conmovido y me senté ahí mismo a reflexionar sobre ello, imaginé sus sueños y lo que habían hecho para lograr su libertad. Al regresar buscaré más información e investigaré acerca de sus historias”.

Chynna Seck y Jorge López

Chynna Seck y Jorge López

 

Destacó que le gustaría volver por su cuenta y traer estudiantes para hacerles conocer lo que ha visto, involucrarlos más en la historia de sus antepasados, que puedan asimilar esta parte de su cultura y regresen a compartirla con sus compañeros de preparatoria.

Belu-Olisa Sarkissian, de 17 años, comentó que ella viajó antes a Marruecos y en su visita pudo constatar la influencia de los africanos en aquel país, pero aquí fue diferente porque en Santiago Tuxtla conocieron la localidad de Yanga, el primer lugar donde visitaron una plantación de esclavos libertos.

“Para mí fue conocer algo real, aunque los edificios se ven descuidados era el verdadero lugar donde sucedieron los hechos, por eso noté más la influencia de los esclavos, como no la había visto en otros sitios.”

Le gustaría regresar cuando ingrese a la Universidad, así como poder realizar una estancia que le permitiera conocer más acerca de las artes plásticas y la influencia africana en ellas.

“Fue muy emocionante platicar con gente joven de Jazzuv y saber que algunos son fanáticos de una banda que me gusta mucho, Tame Impala, fue muy sorpresivo, nunca imaginé que encontraría a fans de este grupo en Xalapa, eso será uno de los mejores recuerdos de esta experiencia.”

El contacto con los jóvenes y su trato hicieron considerar a la joven la posibilidad de establecer contacto con ellos para seguir comunicándose después de esta visita.

Yolanda Fordham Villegas

Yolanda Fordham Villegas

 

Daw’ud Muhammad, joven de 15 años que también estudia trompeta, contó que cuando entrevistó a gente joven en el Parque Juárez le recomendaron visitar el Jazzuv; ahí encontró a muchos jóvenes y descubrió que tenían mucho en común: “Nos llevamos bien porque somos casi de la misma edad, me sentí más cómodo platicando con ellos y al ver que en una pared tenían fotografías de varios de mis ídolos fue muy agradable porque me pareció que teníamos algo en común y nos unía la música”.

Su estancia abarcó varias experiencias memorables, como su visita a Jazzuv. “Me impactó mucho y me sentí muy cómodo en ese lugar porque los alumnos estudian a músicos que yo admiro tanto, veo que su influencia es muy grande a pesar de que son de los años cincuenta o sesenta; también pude tocar la trompeta con un mariachi, así que mis amigos de Nueva York ahora me deben dinero de una apuesta”.

Por su parte, Chynna Seck, estudiante de 17 años, reconoció que le costó adaptarse al clima y un poco más a las personas porque “somos muy diferentes y al caminar por la ciudad había muchas miradas, les llamaba mucho la atención y algunos tomaban fotos sin pedir permiso”.

Sin embargo, la calidez de los veracruzanos también se hizo notar, como en la comunidad de Yanga, donde se le acercó una mujer llamada Socorro, quien les dijo que Yemane Charles, otro de los estudiantes, se parecía a su papá y además de tratarlos muy bien intercambiaron teléfonos para seguir en contacto, se tomaron fotografías y se sintieron muy bien recibidos en la comunidad.

“Venir a México para aprender español parecía algo difícil, en mis clases de preparatoria había aprendido poco, aquí en sólo cinco días avancé mucho más de lo que hubiera imaginado y creo que fue principalmente por cómo ocurrieron las cosas y el apoyo del profesor Emilio, quien todo el tiempo nos acompañó y nos motivó a acercarnos a las personas sin sentir miedo. Me llevo muy buenas bases para continuar aprendiendo español”, detalló la joven.

Ya’eesh Muhammad, joven de 16 años, se quedó sorprendido cuando conoció el Jazzuv ya que no imaginó que en esta ciudad encontraría a personas con gustos tan afines a los suyos: “Es una sorpresa encontrarse con estas personas y saber que les gusta lo mismo que a mí, fue muy increíble”.

Compartió que ha estado en Senegal, Marruecos y España, pero en ninguno de esos países encontró músicos jóvenes con tal afinidad a sus gustos.

“Las clases con Emilio fueron muy didácticas y divertidas porque me ayudaron a comunicarme en español con las personas que debía entrevistar y eso permitió que aprendiera mucho más, no sólo de los entrevistados sino de todo el ambiente y el entorno de la ciudad, así como de la cultura y el arte.”

Antes de venir el joven se encontraba desanimado para seguir estudiando español, sin embargo esta visita le dio la energía suficiente para regresar con mayor interés y ganas de practicarlo, aprendió cosas que no imaginó asimilar tan rápido. “Hay tanto más por conocer que sólo hacen falta las ganas, el idioma es el primer paso, pero hablar con las personas fue algo que me dio el impulso para hacerlo; ahora, visto en retrospectiva, me doy cuenta que en sólo cinco días aprendí mucho más de lo que había aprendido en siete años, no sólo sobre el español sino de la cultura, por eso me llevaré esta energía para mis clases de bachillerato y universidad”.

Yemane Charles, de 16 años, comentó que lo mejor de su estancia en Xalapa fue que pudo tocar los tambores con alumnos del Jazzuv, ya que “la música es mi pasión y mi amor; entonces, estar rodeado de músicos fue una de las mejores experiencias y me sentí muy orgulloso de haberlo hecho”.

El joven consideró que uno de sus mejores momentos fue cuando visitaron la comunidad de Yanga y un guía turístico les prestó un balón de basquetbol y jugaron un rato, “fue muy simbólico porque estábamos en un lugar original donde habían sucedido hechos históricos, fue muy significativo jugar al lado de la estatua de Gaspar Yanga, me conmovió mucho”.

Por su parte, Emilio Sánchez Menéndez, coordinador académico de la EEE, explicó que el curso que se les impartió es una mezcla de enseñanza de cultura mexicana y español, por lo tanto se aprende el idioma por medio de la cultura, se abordan aspectos como pedir comida típica mexicana, cómo pueden reservar un hotel, porque se trata de que su vivencia cultural esté impregnada del contenido gramatical necesario.

El curso mezcla vocabulario, gramática, producción oral, dado que el nivel de español de los jóvenes es bajo y su intención es que puedan comunicarse con los mexicanos y en ello se hace énfasis.

“Me parece que la educación del español tiene que ver con la empatía que se establece entre estudiantes y profesores, por ello en la EEE hacemos énfasis en la conexión entre ambos, y cuando esto ocurre la educación avanza muy velozmente”, afirmó.

Sánchez Menéndez destacó que la EEE se adapta a los requerimientos y necesidades de cada grupo de alumnos que desea aprender español: “Ofrecemos programas especiales en los cuales pueden asistir grupos de alumnos a tomar clases el número de días que les sea posible; la escuela ofrece cursos, acceso a la biblioteca y un centro de cómputo, tiene la flexibilidad de ofrecer al grupo un curso de acuerdo a sus propias necesidades”.

 

 

 

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