Orizaba-Córdoba

Integrantes de la UV presentaron investigaciones en el IV Festival del Ahuehuete

  • Sus trabajos coinciden en la necesidad de preservar el bosque con apoyo de autoridades y sociedad 

 

La inauguración del evento se llevó a cabo en el Palacio Municipal de Camerino Z. Mendoza

La inauguración del evento se llevó a cabo en el Palacio Municipal de Camerino Z. Mendoza

 

Eduardo Cañedo Lomán 

18/11/2021, Camerino Z. Mendoza, Ver.- Académicos, estudiantes y egresados de la Universidad Veracruzana (UV) en la región Orizaba-Córdoba presentaron investigaciones llevadas a cabo en parte de la microcuenca del río Blanco y el bosque de galería del municipio Camerino Z. Mendoza. 

En representación del rector Martín Aguilar Sánchez, el vicerrector Mario Roberto Bernabé Guapillo Vargas inauguró el IV Festival del Ahuehuete organizado por el colectivo Los Viejos del Agua y agradeció el trabajo que realizan toda vez que han logrado reconocimiento, defensa, estudio y preservación del bosque de ahuehuetes del estado de Veracruz, ubicado en el Parque Nacional Caños del Río Blanco. 

El alcalde de Camerino Z. Mendoza, Melitón Reyes Larios, se sumó al llamado de diversas organizaciones para sembrar conciencia e intervenir colectivamente ante la problemática de la contaminación que aqueja al río Blanco y dijo: “No debemos dejar morir este patrimonio natural que nos llena de vida a los mendocinos, es muy importante tomar cartas en el asunto y de la mano con los expertos para preservar nuestro bosque de ahuehuetes”. 

Jorge Alejandre Rosas, académico de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), habló sobre algunos aspectos ambientales y fotoquímicos del bosque de ahuehuetes del centro del estado de Veracruz; destacó la resiliencia de sus árboles toda vez que han sobrevivido a las grandes deforestaciones que se dieron en esta zona después del año 1600, cuando se requería madera para construir barcos, casas y utensilios.

El Vicerrector reconoció el esfuerzo de los integrantes del colectivo para preservar el bosque de ahuehuetes

El Vicerrector reconoció el esfuerzo de los integrantes del colectivo para preservar el bosque de ahuehuetes

 

“El bosque sigue sobreviviendo al desarrollo humano, pero es momento de tomar decisiones con base en el diagnóstico y esfuerzos de diversos investigadores y actores, lo que nos obliga a preguntarnos qué vamos a hacer.” 

Asimismo, recordó que el ahuehuete tiene una importancia fundamental para diversas culturas como la asiática, en donde es un árbol sagrado. En México representa el árbol nacional desde 1921. 

Destacó también que a lo largo de la ribera del río ha encontrado especímenes que superan los 50 metros de altura, los cuales son muy importantes para la absorción de carbono y es reflejo que aún se tienen niveles de sanidad soportables; no obstante, alertó sobre la necesidad de una intervención inmediata pues denunció la construcción de viviendas en zonas donde no debió haberse permitido. 

“Hay un sinfín de elementos biológicos que interactúan gracias a toda la materia orgánica de este lugar, pero también tenemos metales pesados como plomo, cromo y cadmio que son nocivos para el ambiente; es importante empezar a trabajar para ver qué sucede con esto”.

Jorge Alejandre Rosas exhortó la intervención urgente para ayudar a preservar el bosque

Jorge Alejandre Rosas exhortó la intervención urgente para ayudar a preservar el bosque

 

Adriana Montiel Téllez y Gabriela Téllez Hernández, estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería en Biotecnología de la FCQ, presentaron una evaluación genética preliminar del bosque de galería de Ciudad Mendoza, bajo la dirección de Alejandre Rosas y en donde también participó Yaqueline Gheno Heredia, directora de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. 

Destacaron la importancia del ahuehuete para la región, al fungir como filtro estabilizador de sedimentos que pueden llegar a los cuerpos de agua cercanos a ellos, disminuyendo además la erosión del suelo, lo cual cobra relevancia al precisar que el bosque cuenta con una población de aproximadamente 700 árboles que fluctúan en edades de 200 a 700 años. 

“En una población con un mismo espécimen se deben hacer estudios que permitan identificar semejanzas entre ellos; esta información se puede evaluar con diferentes tipos de marcadores morfológicos para ver a simple vista sus características, que conllevan estudios más especializados para identificar diferencias.” 

Explicó también los pasos de su estudio, en donde como principio de todo se requiere la extracción del ADN a través de procesos físicos y químicos, para pasar a la identificación genética a través de secuencias específicas que se realizan en el genoma de la muestra.

Adriana Montiel Téllez y Gabriela Téllez Hernández recibieron su reconocimiento de participación

Adriana Montiel Téllez y Gabriela Téllez Hernández recibieron su reconocimiento de participación