- Se trató de un evento organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia
- Ammiel Aguilar habló sobre representaciones de la muerte por decapitación en el juego de pelota en la costa del Golfo de México
Ammiel Aguilar Aldama, estudiante de la Licenciatura en Arqueología
Paola Cortés Pérez
Fotos: José Miguel Hernández Platas
13/12/2023, Xalapa, Ver.- Ammiel Aguilar Aldama, estudiante de quinto semestre del programa educativo de la Licenciatura en Arqueología, de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), participó en el XVIII Coloquio Internacional Antropología de la Muerte, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Se realizó en modalidad virtual –a través de Facebook y YouTube–, con el propósito de reunir a académicos de distintas disciplinas que desarrollan investigaciones destacadas en torno a la muerte, para dialogar desde diferentes enfoques teóricos y metodológicos y así comprender las formas de abordar dicho fenómeno social.
La joven universitaria envío por correo electrónico un resumen sobre el tema a tratar en el coloquio: “Representaciones de la muerte por decapitación en el juego de pelota en la costa del Golfo de México”, el cual desarrolló en colaboración con un profesor de la Facultad de Antropología.
La ponencia que presentó fue una compilación de diferentes representaciones de bajorrelieve –pintura y arquitectura– que se encuentran en la zona arqueológica El Tajín, las cuales compara con iconografías localizadas en diferentes estados de la República Mexicana.
Participó en el XVIII Coloquio Internacional Antropología de la Muerte, con ponencia sobre iconografía del ritual de decapitación en el juego de pelota
“El Tajín tiene diferentes bajorrelieves donde se muestra el ritual por decapitación; se observa al sacerdote decapitando o sosteniendo la cabeza por un yugo y/o una lasca de obsidiana o pedernal.”
Al preguntarle si han identificado si eran decapitados los perdedores o ganadores del juego, Ammiel Aguilar dijo que probablemente eran los capitanes del equipo; aunque aún no se tiene claro si eran los triunfadores o los perdedores, lo cierto es que para ellos era un acto ceremonial muy importante.
“El participar en eventos académicos –nacionales e internacionales– refuerza nuestra formación profesional y nos ofrece un panorama amplio sobre las diferentes oportunidades académicas y/o de investigación, ya que generalmente asisten académicos y estudiantes de diversas instituciones de educación superior con quienes pueden construirse redes de colaboración”, finalizó.
