- Permite conocer de forma espontánea y genuina respuestas inéditas de las personas ante temas determinados y polémicos, destacó en su visita al Instituto de Neuroetología de la UV
- Explicó que la implementó en un proyecto de investigación con 380 niños de entre siete y nueve años que habitan en contextos urbanos en México e Inglaterra
- El objetivo fue comparar los conocimientos ambientales de población infantil de sitios distintos formados en sistemas educativos diferentes

Laura Barraza Lomelí
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Cortesía Instituto Neuroetología
27/06/2025, Xalapa, Ver.- “El dilema ecológico es una herramienta de gran utilidad para obtener información en un proyecto de investigación; porque permite conocer de forma espontánea y genuina respuestas inéditas de las personas a temas determinados y polémicos”, afirmó Laura Barraza Lomelí, directora de Educación para la Sostenibilidad de Sacbé, A. C.
La investigadora, quien presentó una exposición en el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), explicó que esta herramienta consiste en exponer un dilema ante un grupo, con la finalidad de conocer su respuesta, pero sobre todo identificar su reacción inmediata.
“Se analiza la actitud de cada persona, pues ella dice mucho y otorga información valiosa”, puntualizó.
Laura Barraza implementó el dilema ecológico en un proyecto de investigación que llevó a cabo con 380 niños de entre siete y nueve años que habitan en contextos urbanos en México e Inglaterra, con el objetivo de comparar los conocimientos ambientales de los chicos de sitios distintos formados en sistemas educativos diferentes.

El dilema ecológico permite conocer respuestas espontáneas ante cuestiones como el gusto por animales no comunes ni populares
La experta mencionó que el país europeo tiene una diversidad muy pobre al lado de la amplia variedad mexicana, lo cual influyó en las respuestas de los infantes a preguntas como ¿qué harías si ves una serpiente? y ¿tendrías de mascota un mono?
Los niños de México crecieron en una cultura y en un entorno con una gran cantidad de especies de serpientes, algunas de las cuales pueden ser mortales, mientras que en Inglaterra solo existen tres, una de ellas medianamente peligrosa.
Esta situación provoca que los pequeños mexicanos tomen actitudes precautorias por el grado de peligrosidad de esos animales en su imaginario, y que, en la mentalidad de los ingleses, el riesgo sea mucho menor.
La investigadora comentó que ante la pregunta ¿tendrías un mono como mascota?, el porcentaje de niños ingleses con respuesta afirmativa fue bajo, porque pensaban que necesita cuidados especiales.

La investigadora impartió una conferencia en el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana
A su vez, los pequeños mexicanos contestaron sí en mayor número, a excepción de aquellos que estudian en escuelas con un enfoque de protección medioambiental.
Laura Barraza mencionó que a los ocho años comienza la formación del desarrollo moral en una persona, por lo cual es importante notar la manera en que los chicos de esa edad asocian conductas positivas o negativas a un bien colectivo.
“Estos estudios son relevantes para detectar comportamientos que pueden derivar en violencia, y permiten contar con una base exploratoria y estrategias a fin de minimizarla”, puntualizó.
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