Derechos Humanos

Cultura de paz, sinónimo de respeto y garantía de los DDHH

  • No es sólo ausencia de conflicto, implica también equidad, igualdad y justicia social, afirmó Josefa Montalvo Romero, investigadora de la UV 
  • Desarrolla línea de investigación sobre trabajo decente como mecanismo de paz

 

Josefa Montalvo Romero, investigadora del Cedegs, considera que la paz no es sólo ausencia de conflicto, en ella están presentes la equidad, igualdad y justicia social

 

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Omar Portilla Palacios 

15/07/2023, Xalapa, Ver.- Josefa Montalvo Romero, investigadora de la Universidad Veracruzana (UV), consideró que la cultura de paz implica la protección, respeto, promoción y garantía de los derechos humanos (DDHH), entre los que se encuentran los laborales. 

Adscrita al Centro de Estudios sobre Derecho, Globalización y Seguridad (Cedegs), la académica desarrolla la línea de investigación “El trabajo decente como mecanismo de paz”, que se deriva de un proyecto que busca ser opción para encontrar la paz de la que hacen referencia la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuya vertiente está implícita en el Programa de Trabajo 2021-2025 de la UV. 

La investigadora precisó que el trabajo decente fue acuñado por la OIT desde 1919 y permite gozar de todos los derechos laborales: empleo dignificante; salario remunerador; acceso a la seguridad social; indemnizaciones por riesgos de trabajo; libre sindicalización y negociación colectiva; respeto pleno a la dignidad humana del trabajador; no discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, de salud, religión, condición migratoria, preferencia sexual o estado civil. 

“La paz no es sólo ausencia de conflicto, en ella están presentes la equidad, la igualdad y la justicia social, postulados irrenunciables e indispensables para el pleno desarrollo de cualquier sociedad”, destacó la investigadora universitaria. 

Montalvo Romero refirió también que en las sociedades democráticas donde convergen los derechos humanos es normal encontrar conflictos derivados de las convivencias entre seres humanos, y que por ello es importante entenderlos y atenderlos como agentes de cambio y de transformación. 

Puntualizó que el objetivo de la paz pasa por asegurar a las familias e individuos un salario remunerador que les permita acceder a estándares mínimos indispensables de alimentación y vestido, en condiciones de libertad, seguridad y no discriminación, donde se eliminen los riesgos de todo tipo en el trabajo y donde la dignidad deje de ser una utopía para el mundo. 

“Conseguir la paz requiere más oportunidades de empleo bajo las premisas del trabajo decente”, reiteró. 

El trabajo de investigación tiene un avance del 50% y al término de ella, la académica considera que de los resultados se puedan generar algunas propuestas concretas para los centros de trabajo.