- Es impartido por Ricardo Benet, jefe del Departamento de Cinematografía UV, el 29 y 30 de junio, y 1 de julio en las instalaciones de la USBI Ixtaczoquitlán
- La idea es acercar el arte y generar trabajos audiovisuales donde los jóvenes narren historias e ideas
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo
01/07/2022, Xalapa, Ver.- Comunidad universitaria de la región Orizaba-Córdoba de la Universidad Veracruzana (UV) participa en el Taller de Cortometraje Creativo, el cual es impartido por Ricardo Benet, jefe del Departamento de Cinematografía, de la Dirección General de Comunicación Universitaria, de esta casa de estudios, los días 29, 30 de junio, y 1 de julio.
La capacitación tiene lugar en las instalaciones de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) Ixtaczoquitlán, donde participa un grupo de alrededor de 25 estudiantes de diversas entidades académicas, así como de la UV-Intercultural, quienes mostraron interés por acercarse al arte, plasmar y narrar historias a través del lenguaje audiovisual.
Es un proyecto que el cineasta logra consolidar gracias al respaldo del rector Martín Aguilar Sánchez, y de la titular de la Dirección General de Comunicación Universitaria (DGCU), Norma Trujillo Báez.
“La idea es acercar el arte a la comunidad de esta región, que no crean que están aislados, los estudiantes de las Altas Montañas tienen la misma oportunidad de que su historia tenga cabida en la pantalla, verse en varios espacios y ser convocada en festivales de cortometraje.”
Ricardo Benet se mostró complacido por dirigir este taller gratuito que se imparte de 10:00 a 14:00 horas, al lado de Rodrigo Cervantes, director y guionista mexicano, quien ha trabajado en algunas regiones de la UV.
Próximamente será impartido en las regiones universitarias restantes, con el objetivo de transmitir esos conocimientos a un número mayor de participantes.
Durante estos tres días, los estudiantes, académicos y público en general conocerán el lenguaje cinematográfico, un breve recorrido histórico y necesidad –en estos 125 años desde la invención del cinematógrafo– por repetir el mundo en imágenes, primero fijas y luego en movimiento, por qué narrar en cine, nuevas plataformas de realidad virtual, y la complejidad que representa expresar en imágenes.
Con base en las expectativas de este proyecto se busca generar entre tres y cuatro cortometrajes semestralmente por cada región, es decir, más de 20 por año.
Dio a conocer que dicho esquema ya lo habían impartido en la región Totonacapan, donde lograron realizar –en tres años– un total de 24 cortometrajes, varios de ellos premiados en el extranjero y realizados por chicos de comunidades serranas e indígenas.
Señaló que dentro de la convocatoria se les solicitó a los participantes de diversas facultades –como Arquitectura, Biología, Ingeniería y demás– expresar en media página qué historia querían narrar, así como aspectos previos y audiovisuales, “fotosecuencias y videos que reflejaran su interés por el lenguaje audiovisual”.
En este primer acercamiento con las aspiraciones de los universitarios, algunos procedentes de Tequila, Mixtla de Altamirano y Ciudad Mendoza, por citar algunos, notaron su deseo de transmitir historias de mayor arraigo, apegadas a la tierra, a las labores del campo, y a las leyendas contadas por los abuelos, situaciones sensibles que enmarcan su entorno en el medio rural.
En las ciudades de Córdoba, Orizaba y Río Blanco están más preocupados por la violencia, equidad de género y todo el tejido social, “toda historia cabe, hay que afinarla porque la gran ventaja del arte es que nos permite darle la vuelta a algo para hacerlo todavía más profundo e intenso, no sólo dejarlo en el panfleto o en la nota roja”.
A ello hay que sumarle una aproximación del lenguaje y técnica, más los elementos emocionales y creativos.
Aseguró que no habrá censura de ningún tipo, pero el único código es que se haga de la manera más artística y profesional, que sea una propuesta ética, estética y filosófica.
Para facilitar la producción, dijo, se aprobarán historias de menos de 10 minutos en pantalla, cuyos personajes y locaciones sean factibles y se ubiquen a su alrededor.
Se espera que, en un máximo de tres meses, ellos logren exponer su historia propicia para llevarla a la pantalla, analizar las partes técnicas, y empezar a rodarlas en agosto próximo.
Previo a ello, se programarán otras tres sesiones en línea para darles seguimiento. En septiembre se verán los resultados.
“Esperamos que de cada región salgan tres cortos, y que todo el grupo ensaye con estas historias.”
Ricardo Benet comentó que la programación del taller para las otras regiones será dada a conocer en breve. También se espera la participación de muchos integrantes de la comunidad UV y de varias entidades académicas, no sólo del Área Académica de Artes.
“Ahora el video es una de las maneras y formas de comunicación más exitosas, nuestra manera más lógica de comunicación es lo audiovisual.”
La convocatoria fue tan exitosa que, de 25 lugares iniciales se tuvo que dar atención a un grupo final de 35 entusiastas participantes -de lugares tan diversos como Puebla, Xalapa o las Altas Montañas- que durante este bloque inicial de tres sesiones diarias expusieron sus historias a filmar y practicaron planos y movimientos de cámara. El director precisó que se seleccionarán aquellas historias con posibilidades de producción.
Se fijaron ya las sesiones a distancia siguientes y, a mediados de agosto, se pretende llevar a cabo el grueso de rodajes con un segundo bloque de sesiones presenciales. Los cortos, alrededor de siete, estarán listos hacia finales de septiembre.
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