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Necesario redefinir el concepto agrario: Hernández Palacios Mirón

  • “Se requiere la reconstrucción de territorio que dé sentido a la condición natural y social de los núcleos, y reintegrar en torno a la tierra el agua, bosques, pastos y bienes de la biodiversidad”: Luis Hernández Palacios Mirón 
  • El 30% de quienes trabajan la tierra en núcleos agrarios son mujeres, dio a conocer el Procurador Agrario 

 

El Procurador Agrario, Luis Rafael Hernández Palacios Mirón, ofreció la conferencia “La nueva perspectiva del derecho agrario en México”

 

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Luis Fernando Fernández 

27/10/2023, Xalapa, Ver.- México ha iniciado una etapa que implica una nueva visión respecto a la definición del concepto agrario, que se funda en la reconstrucción del territorio dando sentido a la condición natural y social de los núcleos agrarios, que permite reintegrar a la tierra el agua, bosques, pastos, bienes de la biodiversidad y los lugares sagrados, expresó Luis Rafael Hernández Palacios Mirón, Procurador Agrario, en conferencia dictada en la Universidad Veracruzana (UV). 

El funcionario federal disertó sobre “La nueva perspectiva del derecho agrario en México”, en el inicio del Seminario “Derechos de los sujetos agrarios: nuevas perspectivas”, con el que la casa de estudios reinició la Cátedra “Aureliano Hernández Palacios”. 

El egresado de la Facultad de Derecho de la UV, se refirió a la Constitución Política de 1917 como un núcleo de reivindicaciones sociales, principalmente en el marco agrario y social; destacó la importancia de analizar la contrarreforma de 1992, los impactos que ha tenido sobre todo en el marco de excesos extractivistas, el abandono del medio rural, la explotación y envejecimiento rural, y la pérdida de gobernanza y cohesión social. 

 

Ante investigadores, académicos y estudiantes universitarios, el Procurador Agrario dijo que México ha iniciado una etapa que implica una nueva visión respecto al significado del concepto agrario

 

Habló también de la nueva visión del derecho agrario a partir de una reinterpretación y reconstrucción del territorio, así como del establecimiento de diversos elementos en una política basada en el desarrollo rural integral, un principio pro persona, la sustentabilidad, solidaridad y un desarrollo productivo. 

La conferencia tuvo lugar en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) y estuvieron el rector Martín Aguilar Sánchez y el secretario general Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Luis Armando González Placencia. 

Hernández Palacios Mirón indicó que de las revoluciones sociales en el mundo, ninguna tuvo la tierra como divisa y bandera como fue la mexicana, que a partir de su institucionalización llevó las profundas transformaciones en el ámbito de la redistribución de la propiedad social de la tierra. 

En cuanto al ámbito demográfico, se refirió al envejecimiento de los titulares de los derechos agrarios, el 29.3% de ellos tiene más de 65 años, lo cual tiene dos impactos importantes: el abandono de las tierras, y el abandono de la participación en el órgano de gobierno máximo de los núcleos, la Asamblea; esto redunda en una pérdida de gobernanza y de cohesión social, que ha posibilitado que agentes externos entren a tener vigencia al interior de los núcleos. 

 

Es importante revisar la contrarreforma de 1992 y los impactos que ha tenido

 

Apuntó que otro fenómeno derivado de la migración es la feminización del trabajo en el campo y se estima que alrededor del 30% de quienes trabajan la tierra en núcleos agrarios son mujeres, de las que el 60% carecen de reconocimiento como derecho. Son esposas, concubinas de migrantes o hijas de titulares de los derechos, que asumen la carga de la producción de la familia campesina; sin embargo, no tienen el reconocimiento para ejercer plenamente los derechos ni participar en asambleas ejidales. 

Detalló que como lo sostiene el Presidente de la República, el campo no es solamente agricultura y desarrollo forestal, sino un gran espacio donde existe la tierra, el agua, la selva, el bosque, la biodiversidad, el conocimiento tradicional, los lugares de contemplación y los lugares sagrados. 

“Este es el concepto de la propiedad social sobre el que cada asamblea tiene que decidir su aprovechamiento, distribución equitativa y sus ventas, en función de los intereses colectivos para generar bienestar y mejores condiciones; hoy tenemos la posibilidad de pensar en un derecho y política integral que desplace a esta visión reduccionista establecida por la contrarreforma del 92”, concluyó.