- El Rector de la Universidad Complutense de Madrid mencionó la importancia de fomentar la colaboración entre académicos de distintos países y formaciones profesionales
- “Somos instituciones socialmente comprometidas, públicas, que abarcan muchísimos campos en la formación, la investigación, la transferencia tecnológica, la creación artística y la difusión de la cultura”, destacó
- La Escuela Complutense Latinoamericana tiene como sede la Universidad Veracruzana y concluye el 25 de octubre
David Sandoval Rodríguez
23/10/2019, Xalapa, Ver.- Desde hace 15 años, la Universidad Veracruzana (UV) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) cuentan con un convenio de colaboración que ha permitido extender su tarea sustantiva a la edición 2019 de la Escuela Complutense Latinoamericana (ECL), evento multidisciplinario que convoca a profesores, académicos e investigadores de varios países.
En entrevista posterior a la inauguración del encuentro, Joaquín Goyache Goñi, rector de la UCM, habló de las semejanzas en objetivos que comparten ambas instituciones educativas, así como de la importancia de atender las demandas de formación profesional y de las necesidades sociales prioritarias.
Goyache Goñi es veterinario y doctor en veterinaria por la misma universidad y se desempeña dentro del campo de docencia e investigación sobre las enfermedades infecciosas de animales de producción. Asimismo, ha tenido los cargos de Decano y Vicedecano de la Facultad de Veterinaria, vicerrector y ahora rector de la UCM.
¿Cuál considera un rasgo característico de su institución?
La UCM es tremendamente grande, como la Universidad Veracruzana, con casi 80 mil estudiantes, seis mil profesores, tres mil trabajadores administrativos; sus áreas de investigación son diversas y muy ricas.
Usted mencionó que la colaboración al nivel académico es uno de los elementos que hace posible la presencia de la ECL en la UV…
Nosotros tenemos relación con la UV desde hace 15 años, por convenio, (colaboración) que suele empezar cuando varios investigadores se ponen de acuerdo y comienzan a potenciar sus trabajos con la intención de profundizar en sus campos.
Pero nosotros no queremos basarnos solamente en una relación institucional, sino que queremos estar en vinculación con las personas que comprenden a la institución: estudiantes, profesores y personal de administración y servicios.
Para eso no hay nada mejor que una Escuela Complutense Latinoamericana donde se fortalecen vínculos entre los estudiantes de ambas universidades y de otras universidades que acuden a la Escuela.
Los estudiantes de la Complutense y los veracruzanos que vienen a la Escuela formamos un grupo de híbridos que va a tener como referencia a las dos universidades para continuar sus estudios a lo largo de la vida, y quienes no pertenecen a ninguna van a encontrar que tanto la Complutense como la UV son universidades de referencia y pueden ser un futuro destino para su formación.
Podemos observar que los cursos hermanan a especialistas de distintos campos.
Tenemos siempre la intención de que las iniciativas académicas sean de interés para la universidad destino de una edición en concreto, pero sobre todo que sean tremendamente transversales y que se atiendan las demandas de formación, es decir, los aspectos punteros, los socialmente más demandados o que más inquietan a la sociedad y que puedan implicar a la mayoría de profesionales de distintas especialidades.
Hay que tener en cuenta que ya no es posible pensar que en el cambio climático sólo estarán ingenieros, tienen que incluirse veterinarios, psicólogos, médicos, medioambientalistas, pues son problemas muy transversales; cualquier otro de los temas que tenemos en cartera en esta edición implica a muchísimos profesionales y eso es lo bueno porque nos enriquece.
No sólo se unen en los cursos estudiantes de muchas edades diferentes, desde muy jóvenes a profesionales asentados, con diversos orígenes y diversas lenguas; asisten estudiantes portugueses o franceses, esto enriquece muchísimo y se ve en el ambiente.
Ayer visitamos las aulas y vimos un ambiente de intercambio de ideas maravilloso, me gustó mucho la experiencia.
En este sentido, la ECL retoma el espíritu original con el que fueron creadas las universidades…
Para eso fueron creadas, con talentos de diversos orígenes con diversas experiencias, eso es la universidad, no son grupos aislados que no se coordinan; además, los problemas hay que enfocarlos de manera múltiple, por lo tanto esta edición es un ejemplo de este tipo de trabajo.
Se aprende más en este tipo de formaciones, naturalmente, se puede profundizar menos, los profesores tienen que adaptarse a su auditorio, a los estudiantes y en algunos aspectos se podrá profundizar más porque en cierta materia hay más expertos o mejor formados, pero en otras no podrán penetrar tanto porque no hay la suficiente expertise.
Entonces puede ser complejo acometer este tipo de escuelas pero es muy enriquecedor, tanto para los estudiantes como para los profesores.
En la planeación de la edición 2019 hubo una convocatoria con lineamientos generales y se mantiene la libertad de cátedra…
Esto es bueno porque se coordinan profesores de ambas instituciones y se establece un protocolo de actuación en las clases de común acuerdo, se establecen las prioridades y en primer lugar el aprendizaje de los estudiantes.
Al inicio muchos de ellos sólo se conocen por correo electrónico y WhatsApp, no han tenido una conversación física, pero hoy con las tecnologías es posible que se miren cara a cara y trabajen.
¿Cómo beneficia esta experiencia a sus participantes, a los alumnos de licenciatura, de posgrado y a los académicos?
Las experiencias no sólo se deben basar en el aprendizaje puro y duro. El aprendizaje implica también ver en la formación otras culturas y otras personas, otras ideas y sociedades diferentes, eso siempre es enriquecedor.
Esto nos hace también más universales, que dejemos de ser locales, porque esta Escuela es uno de los ejemplos más maravillosos de colaboración entre países, entre universidades y entre sociedades, queremos mantenerlo y potenciarlo para el futuro. Para nosotros es un orgullo esta iniciativa que comenzó en 2006.
Tenemos un apoyo inestimable del Banco Santander porque para cualquier iniciativa hace falta dinero, y tenemos un socio estratégico que es el banco y que apuesta por este tipo de formación, esperamos que en el futuro siga potenciando y apoyando nuestras iniciativas, que es de lo más noble que pueden hacer las universidades.
¿Qué es lo que más le ha gustado de la Universidad Veracruzana?
El campus, el entusiasmo de los profesores, las instalaciones, sobre todo porque creo que ambas universidades tenemos una visión y una misión muy similares, somos instituciones socialmente comprometidas, públicas, que abarcan muchísimos campos en la formación, la investigación, la transferencia tecnológica, la creación artística y la difusión de la cultura, eso nos enriquece a las dos porque somos complementarias y buscamos los mismos objetivos. Eso para mí es un orgullo y es un descubrimiento; yo sólo había oído hablar bien de ella, pero me llevo una imagen tremendamente positiva.
¿Qué le gustaría que los asistentes a la ECL recordaran más?
Para nosotros es una ventana abierta para mostrarnos como universidad, me gustaría que ellos percibieran que la Universidad Complutense es una institución que se dedica a las personas, que nuestro objetivo es formarlas y obtener una sociedad más justa e igualitaria; vamos a seguir trabajando para ello y espero que seamos capaces de mostrarles estos perfiles de nuestra universidad y como un destino futuro para complementar su formación.
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